Autor: Lic. Alfonso Córdova Medina
Investigador Auxiliar
Instituto Cubano de Antropología. CITMA.
Email:
alfonsocm@ceniai.inf.cu
Palabras claves: faunísticas,
arqueozoología, mega fauna, insectívoros, biodiversidad.
RESUMEN:
Durante muchos años los
restos faunísticos, colectados en los contextos arqueológicos aborígenes, sólo
eran someramente mencionados en los informes y en las publicaciones.
Otras evidencias como la
cerámica, piedra en volumen y tallada eran el centro fundamental de la atención
de los investigadores.
Esta situación empieza a
cambiar a partir de la creación de un laboratorio de Arqueozoología a mediados
de la década de 1970, por el investigador Milton Pino, que sustenta un método
para la valoración de los restos faunísticos.
La necesaria información que aportan los
estudios zoológicos encuentra adeptos dentro de la comunidad de arqueólogos y a
mediados de los años 1980 otras dos
metódicas son planteadas. En la actualidad los estudios faunísticos en sitios
arqueológicos indocubanos se han incrementado lo que posibilita elevar el
conocimiento sobre el aprovisionamiento que nuestros primitivos pobladores
realizaron del medio natural circundante.
INTRODUCCION
El quehacer de los estudios
arqueológicos de nuestros más primitivos pobladores empezó a evaluarse a finales
del siglo XIX, en el los primeros 60
años iníciales del pasado siglo XX importantes figuras de las ciencias
participaron en tareas arqueológicas
nucleados en la Junta Nacional de Arqueología y Etnología entre otros aparecen
Fernando Ortiz, Emilio Roig, Felipe Pichardo Moya, René Herrera Fritot. Desde
1940 diferentes aficionados a la Espeleología incursionaron por la Arqueología
Aborigen como Antonio Núñez Jiménez, Manuel Rivero de la Calle. Al triunfar la
Revolución y crearse la Academia de Ciencias diversos especialistas
desarrollaron la Arqueología Indocubana entre los cuales sobresalen Ernesto
Tabío, Manuel Rivero de la Calle, José Manuel Guarch, Ramón Dacal, Milton Pino,
Enrique Alonso, Lourdes Domínguez.
Sin embargo poca atención se
le confería a los restos faunísticos encontrados en las excavaciones, la
atención de los investigadores se volcaba en los elementos suntuarios
idolillos, ceramios, piedra en volumen y piezas de concha y hueso trabajados.
A finales de la década del
1960 Pino comienza a desarrollar tareas para evaluar adecuadamente las
evidencias faunísticas colectadas en los asentamientos, colecciona material
óseo de nuestra variada fauna terrestre y marina, creándose las condiciones de
un laboratorio de fauna comparada para apoyo de la investigación científica, ya
a fines del 1970 Pino logra sentar las bases de este pequeño local que
posibilita la debida identificación de especies faunísticas colectadas en el
proceso de excavación.
Ante los avances logrados en
la década del 1980 varios métodos se emplean por los arqueólogos, destacándose
tres, el primero a cargo de Milton Pino teniendo en cuenta el Número Mínimo de
Individuos por especies identificados y diversas valoraciones sobre la edad de
los ejemplares, peso aproximado del espécimen y cualidades de esta fauna
apreciada¨ in situ¨. Alonso en Pinar del Río adopta una metódica en la cual sólo aprecia un grupo cultural que
habitó la provincia y realiza cálculos porcentuales de todo lo obtenido como
restos dietarios. José Manuel Guarch, con otro procedimiento, toma aspectos
cualitativos de Pino, pero introduce formulas matemáticas y evalúa diversos
parámetros como resistencia al medio de la fauna, grados de complejidad en la
obtención de estos ejemplares. No obstante los métodos propician acercarnos y
estudiar adecuadamente la zoología y el quehacer de la arqueología aborigen de
Cuba.
MATERIALES Y METODOS
Los materiales objeto de
estudios son los restos faunísticos colectados en las excavaciones
arqueológicas y los procedimientos empleados se ajustan al método utilizado por Milton Pino al evaluar la
zooarquelogía en los contextos
aborígenes de Cuba.
DESARROLLO
Los diferentes estudios llevados
a cabo por los especialistas sobre el quehacer alimentario en las comunidades aborígenes han proporcionado
diferentes elementos que permiten arribar a diversas consideraciones:
En las Comunidades de
Filiación Cazadoras (grupos humanos que arribaron muy tempranamente a Cuba) con
aproximadamente 6 000 años de antigüedad presumiblemente del centro- sur de
Norteamérica. Se pudo establecer por estudios desarrollados en sitios tipos
como Levisa, municipio Mayarí en la provincia Holguín; Sierrezuela, municipio
Caibarién de la provincia Villa Clara ; La Masanga, municipio Gibara provincia
Holguín. Que consumieron especies de la Megafauna existente como los perezosos (Megalocnus
rodens), de gran talla y peso parecidos a los osos, pero eran vegetarianos y de poco
desplazamiento por las garras de sus
extremidades, de fácil captura y de abundante biomasa comestible.
Gran aporte de carnes les
suministraban las focas tropicales (Monachus tropicalis) de gran abundancia por
esa época en Cuba y el Caribe, extinguidas en América alrededor del siglo XVII
y XVIII por la desmedida caza efectuada.
Otros especímenes consumidos
fueron el búho gigante (Ornimegalonyx oteroi), ya extinto.
Diversidad de jutias e
insectívoros ya extinguidos como Geocapromys columbianus, (jutía); Nesophontes
micrus(insectívoro de pequeñas dimensiones).
Estos grupos cazadores
aprovecharon a cabalidad la riqueza que el medio circundante les brindaba,
hicieron acopio de mamíferos marinos como delfines y manatíes (Trichechus
manatus), así como de quelonios marinos de gran porte.
El registro arqueológico
indica la gran variedad de especies faunísticas consumidas por estas
comunidades cazadoras y la amplia captura de megafauna marina y terrestre
identificada ¨ in
situ¨. Su herramienta
principal fue el Sílex llegando a
realizar infinidad de instrumentos y eran especialistas en lograr estos útiles.
Comunidades Pescadoras
Recolectoras (grupos humanos de unos 3000 años de antigüedad) al parecer
proceden de Venezuela y de Centroamérica.
Los asentamientos de estos
grupos están en todo el territorio nacional.
Eran hábiles navegantes y
sobre todo muy buenos pescadores, aprovecharon adecuadamente el manglar, las
salidas de ríos al mar y realizaron buen
acopio de especies de la ciénaga.
Entre sus predilecciones
alimentarias hay moluscos marinos y terrestres; diversidad de pescados y sobre
todo especies distantes de la costa (tiburones, obispos, rayas); jutías e
insectívoros; reptiles (iguana, maja de
Santa María, quelonios marinos y lacustres); aves y crustáceos.
En estas comunidades
pescadoras los instrumentos de concha juegan un papel principal por la extensa
variedad colectados.
Comunidades Protoagricultoras grupos aborígenes que arriban al Archipielágo
procedentes de la Florida y del valle del Mississippi, aproximadamente con 1300
años de cronología (entre V siglo antes de nuestra era y el VIII de nuestra
era). En República Dominicana hay varios sitios de esta filiación cultural de
gran correspondencia con los de la región oriental de Cuba, en casi todo el territorio
nacional abundan sitios de este grupo tanto de tierra adentro, como de
cercanías a las costas.
Se aprovisionan de recursos
de tierra adentro sobre todo de jutias e insectívoros, aves y saurios. No descartan peces, crustáceos, cangrejos
y quelonios de aguas dulces entre su dieta.
Estos grupos humanos
practicaron la horticultura de manera incipiente, así como la cerámica simple.
Están considerados como una
cultura intermedia entre los Pescadores Recolectores y los Agricultores
Ceramistas, que sentó pautas en la Arqueología Aborigen de Cuba pues excepto en
Pinar del Río y la Isla de la Juventud en todas las demás provincias se
localizan asentamientos de esta filiación Protoagrícola.
Comunidades Agricultoras
Ceramistas proceden del Golfo de Paria, Venezuela y Colombia, propios del
tronco Arawac oriundos del Amazonas, Brazil. Que en sucesivas oleadas
migratorias arriban a Cuba desde el Siglo VII de nuestra era hasta el siglo XV.
Aprovecharon los recursos que
el medio natural de Cuba les facilitaba, eran grandes navegantes y pescadores expertos,
logran obtener abundantes presas marinas. Crean estanques artificiales con
fibras vegetales en los cuales se conservaban peces diversos de lo cual hablo
Fray Bartolomé de las Casas. Consumieron grandes cantidades de jutias, iguanas,
maja de Santa María, aves, Almiquíes (Solenodon cubanus), especie en vías de
extinción y complementan su sustento con los cultivos de la yuca amarga
preparando el Casabe (especie de pan), muy demandado después por los europeos para la conquista de Mesoamérica y
Sudamérica, ya que este producto se conserva varias semanas sin echarse a
perder, mantienendo su sabor y
consistencia.
DISCUSION
En sentido general todos los
grupos indocubanos hicieron un aceptable
acopio de los recursos zoológicos que les brindaban los diferentes entornos,
los marinos, los de manglar, los de
ciénaga, de tierra adentro.
Desde su llegada a Cuba los
más tempranos pobladores, los denominados Cazadores, se aprovisionaron de la megafauna
aún existente, que ya estaba en franco
declive existencial o sea a punto de extinguirse, tal es el caso de los
perezosos, búho gigantes e insectívoros.
En cuanto a los Pescadores
Recolectores tenían una orientación marina y utilizaban tecnologías que les
permitieron obtener especies de peces,
crustáceos, quelonios y moluscos marinos
que les diversificaron y elevaron su
alimentación proteica.
Respecto a los Protoagrícolas
hicieron buen acopio de especies zoológicas, aves, jutías, reptiles, peces,
cangrejos. Sobre todo aprovecharon áreas de tierra adentro en las que la caza
era muy abundante, por la riqueza del entorno circundante. También empezaron
una incipiente horticultura que les permitía ampliar su aprovisionamiento
botánico.
Los Agricultores Ceramistas
continuaron esta tradición de los anteriores grupos aborígenes llegados antes a
Cuba y realizaron buen acopio de jutías, almiquíes, peces, aves y reptiles.
Complementaban su sustento con la agricultura de la yuca y en los períodos de
fructificación obtuvieron frutas variadas.
CONCLUSIONES
-Nuestros primitivos aborígenes
consumieron gran parte de las especies zoológicas
existentes en Cuba. Conocían los ciclos de reproducción y desove. Solo
aprovechaban ejemplares aptos, maduros y
longevos para evitar estragos irreparables y no afectaban la biodiversidad.
-Sirvieron como alimento 80
especies de moluscos diferentes.
-12 mamíferos aparecen como
parte de su dieta.
-Entre los marinos 7 especies
de crustáceos y unos 20 géneros de peces les facilitaron el sustento.
-Las aves fueron sobre 20
géneros los clasificados.
-Los reptiles son 15 especies
reportadas.
- La gran riqueza Zoológica
de Cuba posibilitó el incremento de la alimentación entre las Comunidades
Aborígenes por el acopio realizado por estos grupos.
-Indudablemente el amplio
suministro de proteínas permitió mejores condiciones de vida y de salud entre
estos primigenios pobladores cubanos.
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Caribe 4-2000, Santiago de Cuba.
Breve resumen curricular:
Lic. Alfonso Córdova Medina .Graduado 1981 Licenciatura en
Historia Universidad de la Habana. Desde l983 es investigador del Departamento
de Arqueología, Instituto Cubano de
Antropología, CITMA. En 1986 realizó trabajos de Arqueología en la Filial
Siberiana de la Academia de Ciencias de la exURSS en los Montes Altai (Cueva
SHIVIRICHIJA paleolítico Superior) y en Viengerovo, Siberia Occidental (cementerio
Sopka2, neolítico).
Posee la categoría científica de Investigador Auxiliar. Ha
sido profesor de Cursos de post grados y de la Maestría en Arqueología. Recibió
entrenamiento por más de 6 meses del ya desaparecido paleontólogo cubano Oscar
Arredondo y discípulo del Zooarqueológo
Milton Pino, gracias a los cuales tiene la línea de
investigación en Arqueozoología. Formó parte de la Subsección de Arqueología de
Patrimonio Nacional de Cuba, Ministerio de Cultura. Tiene diversas
publicaciones como el Atlas Nacional de Cuba, el CD-ROM Taino, Revista El Caribe
Arqueológico, Anuarios de Arqueología y
en un libro del Instituto Puertorriqueño de Cultura en homenaje al arqueólogo
Ricardo Alegría Ha participado en expediciones conjuntas con investigadores soviéticos
al centro de Cuba a mediados de los años 1980
y al oriente en Mayarí, Holguín en 1989. Estuvo al frente de expediciones
arqueológicas en e Cuba central. Ha sido responsable de Tareas en Problemas
Fundamentales de Investigación, también se ha desempeñado como Jefe de
Proyectos de Investigación. Desde Enero de 1984 es miembro de la UNHIC,
ocupando diferentes responsabilidades.
Posee la Distinción provincial de las Tunas Juan Cristóbal
Nápoles Fajardo (Cucalambé) por el trabajo desarrollado con el Sectorial
Provincial de Cultura 1987.
Es miembro del Consejo Científico de su institución y
secretario de la Comisión de Categorías de Aspirantes y Agregados.
ANEXOS
Solenodon Cubanus Peter (almiquí)
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