Testimonio de Freites Báez, Abelardo
Lugar de entrevista: AGN
Fecha de la entrevista 2007-02-06
Investigador: Pedro De León C.
Proyecto: Voces de la Revolución de Abril.
Se traslada a San Isidro.
AF: Yo que estaba de oficial del día, tenía mi fusil metido en el baúl de mi carro y sin darme cuenta me fui con mi fusil para la calle, como a la una de la tarde me llama Nadal Pou, al cual yo pasaba a buscar siempre por su casa, yo vivía en el Ensanche Luperón cuando eso, en la 18 Norte, entonces me dice: mira tu no conoces la Voz Dominicana, ahí hay un lío del diablo dizque que están llamando para un levantamiento militar, es un lío feo, vete, pero no me pase a buscar que yo ya me fui.
AF: En ese momento antes de yo llegar recojo ese oficial que parece que iba para allá también apellido Brito…cuando llegamos al puente ya estaban atravesando unos camiones en el puente.
PDL: ¿Eso es a que hora más o menos, usted recuerda?
AF: Como a la una y pico; entonces Brito sale: ábrele ahí que nosotros vamos para allá, entonces Brito que me abre el campo a mi para que yo me vaya para San Isidro, allá estábamos, comenzaros a poner unos camiones de esos del Río Haina, Catarey de esos, lo comenzaron a poner ahí.
PDL: Los famosos camiones que cruzaron.
AF: Entonces ya yo me reporté a la base, todo el mundo oyendo noticias, bla, bla, bla, que cogieron los dominicanos, que hay unos cuantos presos.
PDL: ¿Allá en San Isidro cual emisora escuchaban?
AF: Bueno, escuchábamos la misma Voz Dominicana...
PDL: Escucharon entonces la alocución de algunos políticos...
AF: Si, si, y de algunos militares también, Delgado Marte y esa gente que hablaron de hacerle un llamado a San Isidro.
PDL: ¿Las instrucciones directas que ustedes recibieron de una vez, cual fue?
AF: Expectativa, estaba todo el mundo a la expectativa, su escuadrón preparado para cualquier cosa, habían muchísimos alistados que no habían podido pasar, o sea, que realmente no todo el mundo llegó ese día.
PDL: Al ser sábado muchos estaban de salida de la academia.
AF: Exactamente, era sábado, otros decidieron pasar por la Barquita, por ahí por esos lados dando la vuelta y otros simplemente se devolvieron para su casa, entonces todos los escuadrones no estaban completos, entonces ya ese sábado comenzaron ya los jefes a integrarse, ¿y que es lo que esta pasando? Y ese rebú, que cogieron preso al Jefe del Ejercito, el Estado Mayor está preso, Pimpo de los Santos me ordenó a mi que estuviera con él y que le buscara dos oficiales más.
PDL: Pimpo de los Santos.
AF: Si, y que buscara dos oficiales más. Pimpo ese día había estado hasta jugando Golf, cuando lo fueron a buscar en un helicóptero, entonces todo era que vamos a hacer, ese fue el día clave; el domingo ya había tomado una decisión que debíamos llegar por lo menos hasta el puente y se formó una compañía dirigida por Díaz Hernández, que era Capitán, y yo estaba como segundo... pero uno en una compañía no completa, con lo que apareció, tu comprende.
PDL: ¿Pero ustedes dos estaban dirigiendo?
AF: Si, entonces cogimos para el puente.
PDL: ¿Y la orden era por lo menos hasta el puente o cruzar?
AF: Hacer contacto... nosotros llegamos primero al hospital Darío Contreras, ahí en el Darío Contreras habían unos cuantos médicos apoyando el movimiento que querían como irse, nosotros impedimos que salieran, yo emplace una metralladota en la parte de arriba del Hospital y ahí comenzamos a bajar.
PDL: ¿Para poder bajar hubo fuego cruzado?
AF: Habían tiros esporádicos, lo que yo me di cuenta fue que en una guerra urbana no es fácil dirigir, porque yo no veía los hombres, yo hacia así, ¿A donde están? Todo el mundo estaba o metido en una casa, o estaba detrás de una pared yo no veía, yo no veía a nadie, el mismo Díaz Hernández yo no lo veía, yo no sabia donde estaba, en esa forma nosotros llegamos abajo después de unas tinajas que vendían de esas como de barro.
PDL: ¿Que está cerca de donde esta la bomba de gasolina ahora?
AF: Más para abajo; y ahí yo me estacioné, habían como tres o cuatro guardias que estaban ahí conmigo, entonces nos dimos cuenta que habían dos vehículos blindados creo que eran hard track, o sea de media oruga, que se habían devuelto porque habían matado a un teniente, Rio Paulino, que le habían pegado un tiro, y ellos lo que hicieron fue que dieron la vuelta y se fueron.
PDL: ¿Lo habían matado o lo habían herido?
AF: No, estaba muerto ya, parece que fue un tiro de allá del otro lado que le dieron, entonces esos blindados que para mi era el soporte de nosotros como infantería, nos dejaron a todos ahí, entonces había fuego, un tiroteo, uno no sabia a quien tirarle…, entonces yo le aconsejé a Díaz Hernández que volviéramos otra vez hacia atrás y en eso llegó un camión con un pelotón del CEFA, comandado por un Teniente, Cuervo, Hermano menor del General Cuervo, llegó ahí, se paró ahí, él no habló conmigo ni nada, trató como de bajar y se dio cuenta que no podía y entonces volvió otra vez, digo yo: bueno, Díaz Hernández vámonos otra vez para el hospital, vamos a organizarnos ahí otra vez, tratamos lo más posible de reunir el personal que ya estaba disperso y cogimos otra vez para el hospital.
jueves, 27 de mayo de 2010
Etiquetas:
archivo,
contemporanea,
entrevista,
guerra de abril,
historia,
Historia Oral,
investigacion,
oral,
tecnicas,
vida cotidiana
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlo.
Voltaire
No hay comentarios:
Publicar un comentario