domingo, 31 de octubre de 2010

E= MC2 (Español)

Relación de los expedicionarios de la Gesta del Junio del 1959, identificados, sus cadáveres


Relación de los expedicionarios de la Gesta del Junio del 1959, identificados, sus cadáveres



De 84 héroes fusilados en el patio del Centro de Enseñanza de las Fuerzas Armadas, en San Isidro. Solo se recataron 67 osamentas, en 14 fosas comunes, de los cuales solamente se pudieron identificar unas 26

Estos trabajos se iniciaron en el mes de abril del 1987, y terminaron en el mes de junio del mismo año



De los expedicionarios de Constanza

Félix de los Santos Peralta

Rafael Tomas Perelló

José A. Patiño Martínez (Chepito)

Augusto Juan Alfonseca (Purro)

Alejandro Fidel Torres (Langué)

Federico Pichardo

Víctor Eligio Mainardi Méndez

Antonio J. Achécar Kalaf (Tonito)

Miguel Ángel Feliú Arzeno

Rinaldo Santiago Pou

Dr. Rafael Mejía

Juan Enrique Puigsubiera Miniño (Johnny)



De Maimón y Estero Hondo

Lucas Pichardo Saldaña

Manuel Perache

Héctor Olivier (Angelito)

Antonio Mota Ricard (Tony)

José R. Cordero Michel

Rubén Rey

Víctor Manuel Mainardi Reyna (Silín)

Andrés Santana Read (Tontón)

Cesar Larancuent Rijo

Alfonso José Santiago Flores

Augusto Eufemio Dohse Jorge (Budy)

Ramón José Asencio Valverde

Miguel Ángel Menéndez Vallejo

Enrique Belliard Sosa



Fuente, estos datos fueron tomado de la obra CONSTANZA, MAIMON Y ESTERO HONDO, Testimonios e investigación sobre los acontecimientos, editora taller 1993, de Anselmo Brache Batista, Publicado por



Veganos, en la Gesta Heroica de Constanza, Maimón y Estero Hondo







Veganos, en la Gesta Heroica de Constanza, Maimón y Estero Hondo
Héroes nuestros merecen un monumento en su memoria, del pueblo vegano
La Provincia de La Vega, al igual que otras muchas del país tuvo su cuota de mártires de la libertad, una juventud que prefirió morir ante de seguir con una de las más sangrientas tiranía del Continente. Estos veganos se unieron a una pléyade de jóvenes valiosos que se embarcaron en una de la gesta más gloriosa que recoje la historia de nuestra nación



Siendo el lugar escogido para el primer desembarco un municipio de esta provincia, Constanza, es un vegano quien comanda la expedición de junio del 1959. El Comandante Enrique Jiménez Moya



Muchos de nuestros conciudadanos humildes que llamada por el grito de la Libertad, hoy permanecen en el anonimato, desconocidos para esta generación, solo recordados por algunos de sus familiares y más cercanos a sus familiares, con estos queremos hacer llamado a los ciudadanos y ciudadanas así como a las autoridades que en el presente tienen en sus manos la rienda de las cosas públicas de esta heroica, pujante y laboriosa provincia para que se le levante un monumento a nuestros héroes de la gesta de junio del 1959.



Nuestros compueblanos fueron;

Enrique Jiménez Moya. Comandante en jefe de las fuerzas expedicionarias. Fue capitán del Ejército Rebelde Cubano, nombrado mayor del Movimiento de Liberación Dominicana, cayó prisionero la sección el Río, muerto al revelarse, su cadáver fue llevado a San Isidro, encabezo el grupo de 33 expedicionarios, Por Constanza, murió el 22 de junio.





José Antonio Batista Cornuda, tenia 23 años, comandaba 14 luchadores de la Libertad. Murió en la zona de Arenoso cerca del Río, el 28 de junio, hecho prisionero junto a Carlos Cabral Manzano, fue el diarista de la geste del 14 desde el entrenamiento hasta el día de su muerte



Leopoldo Jiménez Nouel, vivió en Jarabacoa, tenia 18 años de edad, hecho prisionero en el Corocito próximo a Jarabacoa, el 24 de junio, junto a tres compañeros más, después de caminar un gran trecho por la cordillera.



Alcibíades Antonio Tavárez Pepín(a) Pijín, un gran olvidado, humildes, nativo de la comunidad de Soto,La Vega, tenia 43 años, hecho prisionero junto a tres compañeros, en el Corocito, Jarabacoa, herido en un glúteo, llevado a Constanza, donde la madrugada del 25 de junio fue fusilado en la fortaleza



Estos fueron los veganos que llegaron por Constanza, dividido en dos grupos, el comandado por Jiménez Moya, conformados por 34 expedicionarios y el grupo de Gómez Ochoa, de 30 expedicionarios, para un total de 54 combatientes, más dos pilotos, el venezolano Julio César Rodríguez y el cubano, Orestes Acosta, como copiloto.



Expedicionarios desembarcado por Maimón y Estero Hondo, el 20 de junio del 1959, en las lanchas, Carmen Elisa y Tínima.



Doctor José Horacio Rodríguez Vázquez, comandaba los dos desembarcos, vino por maimón, oriundo de la ciudad de La Concepción de La Vega, abogado, con una especialidad en la Universidad de Harvard. Murió en combate la misma mañana del desembarco, herido de muerte por ráfagas de ametralladora 50 desde un avión. Trujillo había dado órdenes para que a él fuese hecho prisionero vivo, cayera quien cayera, sobre este caso hay varios episodios



Eugenio Antonio Grullón González, otro gran olvidado, oriundo de la comunidad de comunidad del Caimito, La Vega, tenía 38 años, fue Policía, vino por Maimón, se entregó junto a otro, casado y agotado y con los zapatos rotos. Llevado a Santiago. En la Fortaleza San Luis fue torturado con batones eléctricos y un culatazo le hizo brotar un ojo que le quedo colgando del pómulo tomaron una foto para llevársela a Ranfis, esa misma noche fue estrangulado junto a dos combatientes más



Manuel Lorenzo Carrasco, (a) Manolo, Nacido en la ciudad de La Concepción de La Vega, de padre español, tenia 34 años, vino por Estero Hondo, al ser alcanzado por sus perseguidores se voló con una granada junto a sus perseguidores



Juan José Mateo Adames, Nacido en la ciudad de La Concepción de La Vega, se dice que nació en el sector del Parque Hostos de aquí. Vino por Maimón, de él no hay datos solo la reseña de su nombre, procedencia y el desembarco, otro de los héroes nuestros perdido en el tiempo, olvidados por esta generación, es de justicia recordarlo, murieron por darlo la libertad que hoy disfrutamos sin sacrificios.



Rafael Ramírez Domínguez. Nativo de la ciudad de La Concepción de La Vega, vino por Maimón, hecho prisionero el día 23 al tratar de romper el cerco. No hay muchos datos sobre él, es otro de los olvidados.



Pedro Antonio Casado Jiménez, (Pipilo), hijo de esta ciudad, vino por Estero Hondo, de él ha sido uno de los que han sido reconocidos,



Dr. José Caonabo Lora Martínez, vino por Maimón, Nativo de esta ciudad de La Concepción de La Vega,



Hoy otros combatientes veganos que aún no han sido reconocidos ni están en esta crónica,



Por Maimón y Estero Hondo, llegaron 144 combatientes, sumado a los 54 expedicionarios de Constanza, son 189 los héroes de la gloriosa gesta de Constanza, Maimón y Estero Hondo, iniciada el 14 de junio del 1959, con el desembarco de los expedicionarios de Constanza.



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uente, estos datos fueron tomado de la obra CONSTANZA, MAIMON Y ESTERO HONDO, Testimonios e investigación sobre los acontecimientos, editora taller 1993, de Anselmo Brache Batista,

La Vega en el 14 de Junio

Escrito por el Lic. Yanio Concepción,

Conocer la historia de jóvenes valerosos que rindieron su vida a favor de la democracia es digno de elogio y recuerdos. El rol jugado por ellos en los anales de la historia reciente constituyó un aporte significativo al tejido contemporáneo de nuestra nación.


En la expedición del 14 de Junio del 1959, más de 200 libertadores dominicanos y extranjeros llegaron en un avión que aterrizó en Constanza y en dos embarcaciones que desembarcaron en Estero Hondo y Maimón, para el derrocamiento del régimen del dictador Rafael Leonidas Trujillo. De esta gesta sólo sobrevivieron Poncio Pou Saleta, Mayobanex Vargas, Francisco Medrano Germán y los cubanos Delio Gómez Ochoa y Pablito Mirabal.


La expedición de Constanza, Maimón y Estero Hondo despertó y dividió la historia política dominicana, con la llegada a nuestro país de los hombres bautizados como la Raza Inmortal. Estimulados por el triunfo de la Revolución Cubana en el año 1959 crearon, a partir de entonces, una visión y un compromiso revolucionario con la historia dominicana.


En homenaje a esta gesta histórica se fundó el Movimiento Revolucionario 1J4. Estos combatientes hicieron aportes extraordinarios a uno de los hechos históricos más trascendentes de República Dominicana, cuya respuesta en la ciudad de La Vega fue inmediata, a través de un comité de apoyo.


La fundación del 1J4 que tiene efecto a partir del 10 de enero de 1960. Se crea como un Movimiento Celular, que de manera clandestina se había estado organizando a nivel nacional, adoptó el nombre de: «MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO 14 DE JUNIO, en una justa y merecida recordación al día y mes del año 1959, fecha en la que se produjo por Constanza el desembarco aéreo de la expedición armada procedente de Cuba; y para enaltecer a los aguerridos hombres -héroes y mártires de la Raza Inmortal - que lucharon estoicamente y se inmolaron en el altar de la dignidad nacional para liberar a su Patria sojuzgada y envilecida durante tres décadas de crímenes, de complicidades y silencios".


JURAMENTACIÓN DE LOS MIEMBROS DEL COMITÉ CENTRAL



«Los Miembros del electo Comité Central Provisional prestaron un solemne juramento ante su Presidente, el Dr. Manuel Aurelio Tavárez Justo (Manolo), extraído del que ofrecieron en el 1838 Los Trinitarios: «Juro y prometo, por mi honor y mi conciencia, ante el Presidente del Comité Central Provisional del Movimiento Clandestino Revolucionario 14 de Junio, el Dr. Manuel Aurelio Tavárez Justo (Manolo), cooperar con mi persona, vida y bienes, para procurar por los medios que sean el derrocamiento del régimen despótico instaurado en República Dominicana por el tirano Trujillo a partir del 1930. Si así lo hiciere, que el Hacedor del Universo me proteja; y de no, me lo tome en cuenta.»







CONSTITUCIÓN DEL MOVIMIENTO 14 DE JUNIO







En honor a los héroes de la raza inmortal, que en junio del 1959, fallecieron en Constanza, Maimón y Estero Hondo, se constituye el 10 de enero del 1961, en la finca del señor Charles Bogaert, en Mao, el "Movimiento 14 de Junio". La directiva, llamada Comité Central, estaba compuesta por: Manuel Aurelio Tavárez Justo (Manolo, 29 años), Presidente; Rafael Faxas, Secretario General; Leandro Guzmán,Tesorero; Antonio Rodríguez (Rodrigote),Vocal; Luís Gómez, boca; Cayeyo Grisanty,Vocal; Luis Antonio Álvarez, vocal; Charles Borgaert, Vocal; Germán A. Silverio Mesón, Vocal.







El movimiento fue descubierto por el SIM - Servicio de Inteligencia Militar del dictador Trujillo, el día 18 de enero del 1961. Sus miembros fueron llevados a la cárcel de "la 40" y posteriormente a La Victoria. Esta etapa se conoce como la del "Movimiento Clandestino 14 de Junio". Gracias a la valentía de Rodrigote, ningún vegano fue apresado en esa etapa.







A raíz de haber sido ajusticiado Trujillo y una vez puesto en libertad Manolo Tavárez, el 30 de junio del 1961 se constituyó la "Agrupación Política 14 de Junio". Acto seguido se formó la primera directiva de La Vega. El 8 de julio del 1961 se anuncia su conformación como partido político.







CONSTITUCION DEL SUBCOMITE JI4 DE LA VEGA







Conformado el Comité Central, se acordó formar un subcomité, representante de cada Provincia. El señor Antonio Rodríguez (Rodrigote) asumió la formación de la Provincia de La Vega. Como la historia va desbrozando su trayectoria, aquí se manifiesta la participación de los veganos, en la continuación de la gesta histórica revolucionaria más trascendental en esta etapa del devenir de nuestra República, el 14 de junio del 1959.







La primera directiva del 14 de Junio en La Vega estuvo constituida por Ramón A. Rodríguez (Rodrigote), Presidente; Dr. Juan B. Martínez, Vicepresidente; José Peralta Michel, Secretario General; Antonio Mirabal, Encargado de Tesorería; Mario Fernández Muñoz, Encargado de Organización; Ing. Ramón Jiménez (Negrito), Milagros Concepción, Maggy Espaillat, Arturo Romero Mesa y Antonio concepción (Chichí), vocales. Por renuncia de Ramón Rodríguez, ocupó la Presidencia el Dr. Juan B. Martínez. Más tarde se incorporaron a la Directiva, Carlos José Sebastián Gómez, Francisco José González Michel, Rafael Modesto Modesto, Nelson Francisco Peralta (Frank), Alfredo Antonio Peralta Michel (Alfredito), Rafael Abud (Rafelo) y Salvador Gómez.







La fundación del Comité Provincial de La Vega dejó su secuela de miembros en la integración al Movimiento Revolucionario 14 de Junio. Fue definitiva la conformación del Comité de Capacitación en Política y Filosofía, instaurándose los primeros círculos de estudios el 24 de marzo del 1964. La continuación de los ideales de Manuel Aurelio Tavárez Justo (Manolo) se desarrollaron en la Secretaría de Capacitación, integrada por el Prof. Emiliano García, Puro Concepción, Ramón Oviedo, Santiago Hernández, Abelito Abréu, Víctor Gómez, como promotores de educación política del 1J4 en la ciudad de La Vega, dirigida por José Rafael Florentino.







La Secretaría de Finanzas del 1J4 del comité de La Vega estuvo integrada por pobladores del sector "Guarionex", Iral Domínguez; "Las Carreras", Antonio Concepción (Chichí), "La Estatua", Tad Espinal, Gregorio y Ramón Tejada. El revolucionario Stalin García coordinó este equipo.







El 1J4 utilizaba un periódico como una de las herramientas principales de información y educación. Don Antonio M. Concepción (Chichí) coordinaba el equipo de distribución de este medio de comunicación. El joven Salvador Gómez Veloz, encargado de la organización y capacitación de los miembros del 1J4, se basó en la filosofía política como fundamento y teoría del socialismo científico.







La organización estudiantil se desarrolló en el liceo secundario de esta ciudad. Estaba integrado por Antonio Adames, Hugo Franco, Richard Álvarez, Ramón Ángeles, Rafael A. Díaz (Papi), César Morel y Tad Espinal, asesorados por el activista del buró directivo nacional Publio Camilo. Alexis Castillo Sánchez estuvo a cargo de este capítulo estudiantil.







El Comité Provincial de la Juventud de 1J4 fue conformado por Antonio Espaillat M., Presidente; Salvador Gómez, Secretario; Augusto Mirabal, Tesorero; Rafael Franco, Vicepresidente; Dominicano Hernández, Ricardo Lora, Manolo Valencia, Luís José Rivas, Rafael Valerio, José Ramírez, Alexis Castillo, Alejandro Rodríguez y Amado Jiménez, vocales.







La convivencia de los gestores provinciales veganos del 1J4 en la lucha antitrujillista fue extraordinaria. El trabajo clandestino y discreto de sus participantes marcó un hito en la historia revolucionaria de República Dominicana. Entre ellos reinó el compañerismo, la amistad, la profundidad ideológica, personal, moral y espiritual. Estos valores trascendieron en el tiempo, en personas como José Peralta Michel, Rafael Pérez Modesto, Alfredo Peralta Michel, Juan B. Martínez, Antonio Concepción, Arturo Mesa, entre otros que marcaron la historia del movimiento revolucionario vegano. Esa generación tuvo una convicción tan arraigada que aun al día de hoy mantienen una especie de familiaridad reverenciada de generación en generación.







Debemos recordar y rendir tributo en estos 50 años de la gesta inicial del 1J4 a aquellos luchadores revolucionarios veganos como Bienvenido Ozuna, José Fermín Hernández (Parico), este último prefirió morir por envenenamiento (siempre llevaba consigo una pastilla de estricnina que ingirió en la cárcel, antes que denunciar a sus compañeros). Integrantes como Víctor Manuel González Michel, Toguita Ramos, Nano Grullón, Porfirio Gómez, Juan Antonio Restituyo, Simeón Mercado, Antonio Sicard, Delio Sano, Segundo y Marcel de La Cruz, Miche, el mecánico, entre otros, son dignos de recordar por su arrojo, valentía, entrega, dignidad y lealtad.







En la expedición del 14 de Junio fueron asesinados centenares de luchadores que desembarcaron por Constanza en un avión procedente de Cuba, con 54 combatientes, dirigido por el Comandante Enrique Jiménez Moya de raíces veganas.







Los sobrevivientes Delio Gómez Ochoa, Mayobanex Vargas y Poncio Pou Saleta, recuerdan al líder vegano, Dr. Juancito Rodríguez, quien comandó la expedición de Maimón y Estero Hondo, hijo de don Juan Rodríguez quien financió parte de la expedición de más de 200 hombres, que entregaron su vida por nuestra patria.







OBJETIVOS DEL MOVIMIENTO 1J4







El movimiento 1J4 inspirado en la decapitación de la dictadura, en su programa mínimo estableció como lineamiento las libertades públicas, la reforma agraria, urbana, garantizar justicia social y una nueva constitución para el país, como objetivo principal de la liberación nacional.







La Vega aportó sus mártires y creó en el país una expresión de lucha popular que jamás se mantendrá dormida, ser catorcista fue una marca de orgullo revolucionario, luchar contra el régimen trujillista, era exponerse a perder la vida, hoy se lamenta que catorcistas que entregaron su vida hayan sido olvidados por la erosión moral y social que vive República Dominicana, nación que tanto amaron.







Las figuras de Manuel Aurelio Tavárez Justo y las Hermanas Mirabal, quienes fueron perseguidas, encarceladas y pagaron con su vida la causa patriótica, son íconos de la historia revolucionaria contemporánea.







Cincuenta años de recordación del Movimiento Revolucionario 14 de Junio (1J4) no puede transcurrir en vano, en medio de la descomposición social dominicana, como escribiera el Prof. Juan Bosch: "No hay que fabular la historia por intereses políticos malsanos, debemos emular a estos héroes y recordarles siempre a los ilusos que juegan al olvido, que siempre habrá Patria".


¡Loor a nuestros héroes, que viva la Raza Inmortal,1J4 50 años!



Yanio Concepción

Paredones, Ladrillos y Leyendas

(Las Ruinas de La Vega Vieja)


Conferencia dictada por el Dr. Luís Manuel Despradel


La Historia dice....



Cuando apenas contaba trece lustros de existencias, y después de haber pasado, con apresuramiento de fantasía, del esplendor magnificante al abandono de la decadencia, un furioso movimiento sísmico convirtió en informe montón de tristes ruinas la blasonada Concepción de La Vega Real, joven enclavado en la pujante castellana en el mismo corazón del Cacicato de Magua.



Así refiere Guido Despradel Batista en su Historia de La Concepción de La Vega, la destrucción de la ciudad. Y prosigue ´´ jalón primerizo del empuje brioso de la Conquista en estas promisorias vastedades de América, la ciudad cantarina que hiciera extenderse a través del Océano el vigor y la gracia de Sevilla, después de un apogeo, y como nueva Pompeya, rodó de bruces al antro oscuro de la desolación y de la muerte.



Su hermosa Catedral, su Casa de Fundición (donde quizás en 1510 se acuñó la primera moneda de América), su extenso Monasterio de San Francisco, su imponente Fortaleza, sus ricas casas señoriales: todo rodó al suelo.. Pero ya era un pedazo de alma bizcará de España curtido en la fecundidad del seno joven de América, y su espíritu, inmortal, buscaría refugio para seguir realizando su perturbado destino´´



Cristóbal Colón en 1595. Fundó en el mismo verde corazón del Cacicazgo de Maguá la Fortaleza de la Concepción, de tapia y con amenas, apenas a diez o doce leguas de las minas de oro que con quinto al Rey daban a la corona de España más de trescientos mil (300,000) ducados al año. Alrededor de la Fortaleza, que es tal vez la primera de tapia que se fundó en América, se formó la Villa de la Concepción. Llegó a tener miles de habitantes y a ser cabeza de Obispado y fue además la principal ciudad de toda la Isla durante los primeros años



Cuentan los viejos cronicones que el Virrey Don Diego Colón acompañado de Doña María de Toledo y de su fastuosa corte dejaron la comodidad del Alcázar de Santo Domingo de Guzmán para visitar la floreciente Vega. Los virreyes apadrinaron la primera misa de Fray Bartolomé de Las Casas en la Monumental y rica Catedral Vegana, fue también la primera misa ´´ nueva´´ cantada en América, en la primada sede Episcopal de la Isla Española y del Nuevo Mundo.



Esa vez se acuñó en honor del cura una emisión de monedas que le fueron regaladas al padrino. El segundo Alcalde Mayor de la Colonia tenía su asiento en la ciudad. Aquí creció también por primera vez en América el fruto blanquidulce de la cana de azúcar



El Rey de España, a más de título de ciudad, le dio a la Concepción su escudo. El mismo que ahora luce La Vega de hoy, blasonado escudo de sangre que le dejó su muerta ciudad madre: castillo de plata y encima de él un sobreescudo azul con una cruz de la Virgen María y dos estrellas de oro en campo de gules.



El mismo Cristóbal Colón, ese ´´Quijote del Océano´´, en trance de muerte pidió que se hiciera en La Vega Real una capilla para que en ella descansaran sus huesos. Tal la impresión de agrado que le causó al Almirante La Vega de entonces.



La ciudad crecía y prosperaba, de todos los contornos isleños y de más allá de las islas venían ramerías interminables de visitantes, y la ciudad crecía, crecía y prosperaba, pero un día sonó en el oído de los conquistadores el cascabel de la codicia y de la aventura anunciando oro y riquezas nuevas en Costa Firme. La Vega, la Española toda comenzó a desplomarse y a decaer. La Colonia antes próspera se convirtió en trampolín para el salto esperanzado hacia las tierras nuevas.



O diciéndolo con las palabras gráficas del historiográfico Alberto Rincón: ´´ Fue una tentación para la aventura y la codicia. El oro lanzaba su clarinada vibrante, y hombres de todas las categorías, hombres envueltos en llamas de guerra y en humo de sacrificios humanos, vestidos de hierro pasaron estremeciendo la tierra, y desgajando selvas, sembrando la muerte. Iban, frenéticos y alucinados, tras el socavón del oro. Así comenzaron a nacer ciudades: en las cercanías de los lugares en donde se encontraba el preciado metal, se plantaba una fortaleza. Más luego venía una iglesia. Junto a la cruz, la espada. Al lado del Arcabuz que mata la fe que salva´´



Así el terremoto destruyó la ciudad de La Concepción de La Vega Real la noche del 2 de diciembre de 1562, ya eran pocos los habitantes: doce o veinte, pero talvez cuarenta personas vivían en la grade abandonada ciudad a esa fecha. Esas mismas personas fueron las que fundaron a orilla del Río Camú el villorrio de dieciséis (16) bohíos: comienzo de La Vega actual a ocho (8) kilómetros de la otra. Para ese entonces la destruida ciudad tenía triste fama de ser ´´ la más pobre y desolada que debe haber en el mundo´´, según la patética carta del franciscano Fray Nicolás Ramos a Felipe II.



El hecho de que en la ciudad destruida y bajo sus escombros no aparecieran cadáveres parece servir de apoyatura a mi tesis de que no murió casi nadie o que nadie murió en ese terremoto.



La Leyenda Cuenta.....



Las mil lenguas de la leyenda popular cuentan que el terremoto que destruyó La Vega Vieja fue un Castigo del Cielo, porque los orgullosos señores que allí vivían en la molicie y a las anchas de su riqueza llegaron a la herejía de ordenar no oficiar las misas en las horas señaladas hasta tanto ellos no terminaran su aderezamiento. Y eran crueles con sus indios esclavos. En el terremoto murieron los más pecadores, y los atemorizados que sobrevivieron a la catástrofe se reunieron alrededor del cura que les ordenó seguirles sin volver la cara hacia atrás. Pero una vieja curiosa desoyó el mandato... y se convirtió en piedra. Esa piedra de la leyenda, con una cara humana e inscripciones y una cruz en su superficies, de la piedra labradas por los indios --- estuvo mucho tiempo en el patio del Colegio San Sebastián, que funcionó en La Vega por el esfuerzo altruista y humanitario del Padre Fantino. Contaban los viejos del lugar que la tierra quedó temblando, temblando, por muchos años y años.



La Ciudad no se hundió, La Derrumbó el Terremoto...



Observando las ruinas que quedan, principalmente los recios paredones de la catedral, más que hundidos por el terremoto, los edificios se derrumbaron; igual se v130 en el resto de torre de la fortaleza, con sus almenas bajas, seis en la torre circular, típicas en las fortalezas construidas en los siglos XIV y XV. Es probable que la base de esta fortaleza estuviera hace poco tiempo un poco hundida lo mismo que otras paredes debido a la naturaleza cenagosa del terreno bajo y a las hojas podridas de los arboles y las maderas de la vieja ciudad, que con las aguas de las lluvias que bajan de las lomas y los cerros entre palmares, cocoteros, tabaco y conucos bien cuidados por los agricultores que hoy ven esa piedras, esas caritas de indios, resto de la alfarería indígena, con indiferencia, ajenos al caudal de la historia y de la cultura que ellas llevan en su abandono y en su antigüedad



La Tembladeras....



Las renombradas TEMBLADERAS, refiere el historiador Manuel Ubaldo Gómez, que se originaron, después de la destrucción y desaparecieron desde hace algunos años, a causa de que esos terrenos fueron desmontados y convertidos en predios agrícolas; sed cree que las tembladeras fueron originadas por la rotura del acueducto, cuyas aguas estancadas habían convertido el sitio en una verdadera ciénaga. Pero el estudioso aunque a veces fantaseador Dr., Narciso Alberty Bosch, va más lejos, y en la creencia de que hace siglos el Valles de La Vega Real estuvo cubierto por el mar, dice de las Tembladeras: ´´ lugar situado detrás del Santo Cerro, más allá del Arroyo Colorado y de donde fue fundada la antigua ciudad de La Vega Real. Parece, que al ir emergiendo la Isla y retirándose la Bahía de Samaná, quedó una ciénaga aislada, formó una laguna, que fue secándose y sobre la cual habían extendido los arboles sus raíces: haciendo los árboles una especie de piso falso encima del agua. Si una persona percutía allí, sobre de aquel piso, se movían, se cimbreaban los árboles del alrededor como sucede con los muebles de una habitación cuando se va andando sobre de un piso que no esté bien afirmado



La vegetación, el légamo, las conchas, los animales acuáticos, los detritus de todos ese mundo pequeño habitado, y la elevación del terreno, todo ha sido secado el lugar y las Tembladeras, se han convertido en tierra donde las campesinos hicieron sus conucos. Pero les ha sucedido, que al ir a darle fuego a una ´´ tumba´´, ha ardido todo el terreno a consecuencia de haberse formado una turbera (primer período del carbón de piedra) en esos terrenos pantanosos y de poco fondo, por el crecimiento y acumulación de los animales que vivieron y murieron en el lugar



Aún ahora, al uno brincar y pisar con fuerza en esos lugares de las ruinas la tierra percute y se siente como blanda y poco consistente, precisamente en los sitios más bajos y por donde pasaban las aguas del viejo acueducto.



Es poco probable que el Almirante y los notables arquitectos españoles escogieran un lugar como ese para la pesadas edificaciones que desafiaron siglos con sus piedras monumentales. Yo no he hecho estudios sobre esto; no es más que un racionamiento particular y obra de dediciones. El mar puede ser que estuviera hace siglos por ahí, pues aún hoy se encuentran rocas y vegetales petrificados propios de fondos marinos, por las Tembladera quizás se originaron como dijo Manuel Ubaldo Gómez. ( Nota, de Ubaldo Solís. Luis Ml. Despradel, hace referencia en estos a lo escrito por el Dr., Narciso Alberty Bosch, en su obra, Apuntes Para la Prehistoria de Quisqueya, obra Ilustradas, Tomo Primero, Geología y Parte Descriptiva, publicada en 1912, Imprenta El Progreso, La Vega



La Campana del Higo....



En un higo silvestre que existió, y que aún ahora renueva sus ramas afincando sus raíces sobre unos paredones caídos; parte del campanario de la catedral; había una vez una campana de bronce de más de un pie de altura y otro tanto de diámetro en el bocel. Tenía una inscripción: F-I (iníciales de los reyes católicos de de Fernando e Isabel de un lado: y del otro el arcángel San Miguel con el demonio a su pies. Esta campana la buscó inútilmente el padre Dionisio de Moya, quien hizo quemar el higo creyendo que había cubierto en su seno la campana.



Dicha campana antes de la infructuosa búsqueda del sacerdote fue regalada a Don Gregorio Riva que a su vez la regaló al escritor don Manuel de Js. Galván, el ilustre autor de ´´Enriquillo´´, para que escribiera algo acerca de la ´´ campana del higo´´. Galván a su vez se la obsequió al padre Francisco X. Billini. Después de la muerte del padre Billini sus herederos prestaron la famosa campana a Mr. Curtis, delegado del Gobierno de los Estados Unidos, para ser exhibida en una exposición de Chicago. En Chicago quedó o sabe Dios dónde, ´´ la campana del higo´´



Santos, Azulejos, Metales, Ladrillos



En la iglesia parroquial de La Vega y en la del Santo Cerro hay objeto de plata y azulejos provenientes de la antigua ciudad. En la misma iglesia de La Vega, actualmente hay dos santos pintados al óleo que provienen de la Catedral de La Vega Antigua. Uno llamado ´´ Piedad´´ y otro con una imagen de Nuestra Señora de la Antigua, patrona de las dos Vegas. En la iglesia de San Antonio está la imagen de San Sebastián en una estatuilla que perteneció al Colegio Padre Las Casas.



En 1881 ´´ el utilitarismo abatió el campanario de la catedral y sus ladrillos y azulejos fueron utilizados por ele maestro Onofre de Lora en la construcción de la actual iglesia del Santo Cerro´´.



Lorenzo Despradel (Muley) en un folleto, se lamentaba del descuido de los veganos de hace algunos años, que comían indolentemente, panes quemados en hornos construidos con los venerados ladrillos de las ruinas de la primera Vega



De aquella ciudad ya sólo queda...



De la Catedral queda un paredón con el comienzo de un arco de una puerta en su parte superior. De lo que fue el campanario hay un gran muro derribado con u n higo parásito en sus ladrillos junto a un sembradío de tabaco, tabaco que cuando la conquista, quizás, en esas mismas tierras de Maguá asombró la vista de los españoles al ver fumar los indios por primera vez. Fumar: el primer aporte del indígena quisqueyano a la civilización. Más al norte, en un pequeño cuadro de terreno cercado de mayas, está la base circular de una de las cuatro torres de la Fortaleza la Concepción, con sus seis aberturas en forma de cruz abiertas por dentro en una bóveda abocinada, en la pared de la torre como ocho pies de espesor, desde donde los soldados disparaban sus arcabuces a los indios cuando la desesperación y el mal trato los hicieron rebelarse, en raros momentos de belicosidad.



Hay muros hundidos, y paredes dispersas entres conucos y entres montes de dadillos. Por ahí mismo siguiendo el camino desde la torre del fuerte está al oeste de la catedral en ruinas un aljibe: depósito del acueducto que llevaba por canales de piedra el agua abastecedora de la gran ciudad. Hasta hace poco, los campesinos simples, de ahí tomaban el agua, de allí regaban la tranquilidad próspera de sus conucos. Aún hoy cerca estuvo edificada la ciudad de los orgullos, del oro y de los blasones españoles! El sitio así se llama hoy: El Aljibe.( nota es bueno señalar que este el Dr. Luís Manuel Despradel, escribió este trabajo, en abril del 1952, y desde esta hecha hasta el día de hoy las cosas con relación a las ruinas de la Vega Vieja, han cambiando mucho, la depredación, la falta de conciencia de los ciudadanos, el menosprecios de las autoridades veganas pasadas y presentes por la preservación de estos legado historio único en América con estas características, por ser la primera educaciones hecha por los colonizadores españoles, hacen que las descripciones hecha por el historiador vegano, sean hoy diferentes, pero una diferencia en sentido contrario de retraso que dicen mucho de nuestro apego a las tradiciones y a nuestro legado histórico, U. Solís)



I por otros estrechos caminos, ahora al este, se llega a una hondonada, cruce de caminos reales, donde hay miles de ladrillos enteros y en fragmentos: ahí estaban los tejares, los hornos que suministraban los ladrillos de las altivas construcciones veganas. El sitio por amor a la tradición aún se llama: Los Hornos ( nota, sobre los ladrillos, la manos destructoras e ignorantes arrasaron con todos, nada queda hoy día solo pequeños escombros, todo los destruyeron, U. Solís



I eso es todo. Las buenas gentes dicen que entre todas esas ruinas hay muchas riquezas enterradas. Puede ser que haya riqueza, pero no en la cantidad que cree la imaginación popular si se recuerda que cuando el terremoto destruyo La Vega ésta era una ciudad simi abandonada y apuradamente pobre.,( nota. Hay riqueza pero no la riqueza que se imagina la gente, es la riqueza de nuestra historia, de lo que fueron nuestros ancestro, la lucha del aborigen explotado, los signos de opresión y crueldad de nuestra razas, es la riquezas que puede ser encontrada en las ruinas de la ciudad de la Concepción de La Vega. U. Solís)



En colecciones particulares se ha visto monedas de cobre, de oro, de plata, alhajas, utensilios de uso común y un estribo que he visto de plata en las manos, hecho de plata, con una inscripción que parece haber sido del Almirante Cristóbal Colón, o, al menos fabricado para él. En la Iglesia de La Vega, hay muchos objetos de plata provenientes de la antigua catedral (nota. Luis Ml. Despradel, apunta de manera sutil el saqueo de las riquezas de la antigua ciudad de La Vega, es realmente cierto, coleccionista nativos y extranjeros tienen en su poder más del 70% de los tesoros arqueológicos del este pueblo dominicano, pero lamentablemente los veganos nos tenemos historia, la hemos hachado por la borda, la hemos despreciado, no le interesas a las autoridades pasadas y presentes porque esto no es materia de la politiquería barata, ya que n o producen voto, así estamos culturalmente con una clase política ignorante, sin ningún sentido de su responsabilidad histórica, y una clase intelectual que vive en el aire, solo le interesa las lisonjas del poder, mendigo de su intelecto, salvo algunos figura que como el quijote pelean con los molino de la monstruosidad de la ignorancia, La Catedral de La Concepción de La Vega, alberga muy poco conocido por la generalidad de las personas, una gran riquezas de piezas, objetos y otros cosas de la Vega Vieja, pero éstos objetos valiosísimos no se pueden mostrar, donde, no hay un lugar en la ciudad para que ellos puedan estar y ser objeto de la contemplación y la admiración de los visitantes nacionales y extranjeros, por la incapacidad, la desidia, la falta de conciencia del valor histórico de este pueblo, de sus autoridades n propiciar la instalación de un archivo y museo histórico de La Vega. U. Solís)



Piedras: escondidas en la alfombra de hojas de cacaotal adentro, piedra: junto al tabaco verde y bien cuidado; paredones y soledad entre las cercas agresivas de las mayas punzantes.



Verdor, sombras piedra y leyendas; es todo lo que queda. I en la noche silente que se duerme en las ruinas; vuelos de luciérnagas, granizada de oro en las alas, remedos del viejo oro que creció en las entrañas de esa mismas tierra, del viejo oro de La Vega antigua, del oro que volé en las alas de la Ambición y del tiempo.



Es en éste último párrafo del autor de este magnifico trabajo del Dr. Luis Ml. Despradel, que hace un llamado a la redención, de la historia de La Vega, que aún escrito en 1952, permanece con actual vigencia , diremos hoy más que nunca. Cuando dice ´´ aquí reunidos pidamos al Ayuntamiento Vegano que en las ruinas se haga un local en cual se aloje un museo que recoja las piezas de La Vega, que andan dispersas (monedas, alhajas, documentos, metales, objetos de ladrillos, cuadros etc.), para que puedan decir como era, cual era la historia, y la cultura de la vieja grande ciudad destruida. Donde haya un personal especializado encargado de practicar excavaciones y reconstruir la ciudad. Que se consigne planos, mapas, etc. Y todas las bibliografías para que el visitante, el estudioso y el turista puedan tener idea cabal del significado de esas piedras. Para tal petición la época se propicia pues existe en nuestro país. .



La Vega, abril de 1952

Einstein explica E=mc² con sus propias palabras

Entrevista a Albert Einstein

Historias y leyendas para contar

Listín Diario
Lecturas de Domingo
Domingo 3 de Agosto de 2008
POR YANIRIS LÓPEZ
Desde la casa de Mirtha Guevara Melo, en el número 103-A de la calle José Gabriel García de la Zona Colonial, se alcanza a ver un pedazo del mar Caribe y la cabeza de Fray Antón de Montesinos, entre los almendros, pegando su grito al aire. Aunque se encuentra a más de 50 metros del puerto, Mirtha dice que a veces escucha el rumor de las olas, clarito, en la cocina de su casa, como si estuviera pegadita al mar.


Está segura que la casa tiene algo especial porque ahí vivió el dirigente de izquierda Amín Abel y porque es una fiel seguidora de las historias que se cuentan en los 15 barrios que conforman la Ciudad Colonial de Santo Domingo.


La suya es, quizá, la más ingenua de las historias que hacen de la Zona Colonial un espacio legendario en el que los mitos nacieron a la par de sus casas centenarias, allá por 1502, en la margen occidental del río Ozama. Tan fuertes como las construcciones de piedra que le merecieron el título de Patrimonio de la Humanidad en 1992, son leyendas que los recién llegados se resisten a creer pero que apasiona, las pongan en dudas o no, a los que llevan toda una vida residiendo entre sus paredes y callejones.



Algunas son crueles. Tan crueles y espeluznantes que alguno puede alarmarse al escucharlas. Otras son tiernas y jocosas y algunas hacen reflexionar.



Como no todos son tan abiertos como doña Mirtha, fundadora de la Unión de Juntas de Vecinos de La Zona, el que quiera escuchar las historias por boca de los moradores debe esforzarse en buscarlas y, en ocasiones, rogar. El pasado jueves, como si el cielo se confabulara con nosotros, un largo aguacero obligó a unas 10 personas a buscar refugio, a intervalos, en el colmado Galarza, en la Arzobispo Portes con Meriño. El lugar no pudo ser más atinado.



Tras varios intentos y ruegos, Pablo César Ramírez, que va por unos 40 años residiendo en la zona, se anima y comienza:



“Yo te diré algo, pero son historias que me han contado a mí, dizque que en ese tiempo (casi siempre aluden a los años que siguieron a la fundación de Santo Domingo) un papá embarazó a su hija y como en ese tiempo no se usaban vehículos, sino coches, hizo buscar a la partera pero con los ojos vendados para que no supiera a dónde la llevaban y luego que le extrajo el muchachito a la joven el papá lo cogió y lo tiró por donde está ahora el hostal Nicolás de Ovando, por un sitio donde todavía llegaba el río”.



¿Y usted lo cree? “Pero es posible que sí, mi hija, porque el otro día tiraron una muchachita del puente de la 17”, contesta si alguien pone en duda la historia.



Animado por el interés, se atreve a contar su propia leyenda. “Una vez, viviendo en la calle Las Damas, antes del ciclón David, estaba acostado en mi cama y entró una luz pequeña por una ventana y se devolvió de una vez. Pensé que era una alucinación mía y al poquito rato entró de nuevo por la misma ventana, pero dio la vuelta, así, cosa rara, y se asomó por la ventana. Entonces yo me tiré de la cama y digo ‘eso tiene que ser algún guardia que quiere acechar a las mujeres, brecharlas’, pero no eran focos de linternas. Cuando enciendo el bombillo me llega la idea de que no debí prender el bombillo porque todavía yo no me había adaptado a la cadenita y hasta que uno no la suelta no se dispara, no se enciende el bombillo. Entonces me pongo a brechar, estaba todavía la fortaleza funcionando con los militares (se refiere a la Fortaleza Ozama) y veo que eso está limpio. Volví a mi cama y al poquito rato volvió la luz y se metió, camino y volví a tirarme de la cama pero no encendí la luz y no veo a nadie, compai, ni en la casa del frente ni en ningún lado. Al otro día voy al mercado a comprar la comida, pero no me atrevía a decirle a nadie en la casa. Cuando puse la comida en la mesa oigo a mamá que le dice a mi tía: Mercedes, yo te llamé para contarte una cosa y le dice que vio la luz flotando en el aire, flotando en el aire, y que no le dio nada de miedo. Al tiempo, cuando Balaguer declaró todo eso de utilidad pública, en las excavaciones que se hicieron aparecieron dos cuerpos de muchachitos, uno tenia nueve años y otro como seis”.



Otro señor, Juan José Ortiz, también se anima y comenta:



“Me contó un señor que atendía el restaurante La Briciola que un día eran como las tres de la madrugada y vio una muchacha joven y sola caminando en la calle. Él le dice que esas no eran horas para andar de noche y ella le contestó: ‘ Yo, en otra época, caminé más tarde que ahora”, y dobló la Padre Billini para tomar la Meriño. Cuando él quiso llamarle la atención y le siguió los pasos, no había nadie”.



Mirtha se emociona hablando de las leyendas de los tiempos coloniales pero sus preferidas son las culturales y sociales más recientes, de cuando el mar se retiró un buen trecho y dejó formada la cueva de “Las golondrinas” debajo de la plaza San José, frente a su casa. A esta cueva, recuerda, llegaban a estudiar y recrearse los estudiantes de la Universidad de Gorjón, que funcionaba donde ahora se encuentra el Centro Cultural de España. O de cuando, siendo una adolescente, superaba las trincheras de alambres y sacos de arena que había en el frente de su casa, en San Carlos, para llevarle comida a los “rebeldes” constitucionalistas, cuyo comando principal, dirigido por Francisco Alberto Caamaño, se encontraba en el edificio Copello.



Pero resulta que, de todos los edificios de la Zona Colonial, el Copello, en la calle El Conde, registra una de las historias más recordadas y codiciadas hoy día, porque fue uno de los lugares favoritos para esconder tesoros. Cuenta la leyenda que en el lugar, en una humilde casita, vivían a principios del siglo XX dos ancianas que se dedicaban a vender dulces y que nunca aceptaron vender el terreno pese a las muchas ofertas que recibían. Un día alguien tocó a la puerta y con voz amenazante les dijo que en el lugar había un tesoro escondido y que si no se iban sufrirían las consecuencias, por lo que tuvieron que abandonarla. Cuando años más tarde Leonidas Trujillo ordenó construir el edificio, los obreros encontraron botijas repletas de oro y huyeron con el botín, pero fueron localizados y ya se imaginan el final.



La historia reciente del edificio la confirma el escurridizo pero perspicaz “Mello”, un señor de 86 años que vive en la Arzobispo Portes al que Mirtha considera uno de los “historiadores” de la Zona Colonial. Aprovechando que el aguacero amainó, El Mello sale disparado del colmado al tiempo que alguien vocea “ése te puede decir lo del Copello” y él, olvidando que ya se sabía negado a hablar dos veces se devuelve y dice: “Ah, sí. Yo vi cuando sacaban las morocotas junto con la basura, cuando Trujillo mandó a construir ese edificio”, y se embala hacia su casa.



Otro “historiador” de la Zona, José Ramón Báez, que nació en el hospital Padre Billini en 1946 cuando aún era una clínica- y ha vivido en la zona desde entonces, no cree que haya fantasmas por los alrededores. “Hay gente que los han sentido pero nunca los han visto. Me han dicho que hay cosas que se caen de noche y que al otro día todo está igualito, pero no puedo dar testimonio de eso”.



Lo que sí recuerda es que, de pequeño, los mayores les metían miedo con una historia que aún duda: si a las nueve de la noche estaban en las calles, les saldría el padre sin cabeza que solía habitar en el Convento de los Dominicos. “Eso era, digo yo ahora, para que uno no saliera, pero siempre lo dudé”.



“Ramón no cree pero las sostiene, las defiende”, dice Mirtha. “Ahora sigue José Ramón-, donde sí encontraron una botija llena de oro fue cuando estaban haciendo el hotel Comercial, cuando desbarataron la casita vieja que había ahí”.



Una leyenda reciente y digna de investigación, dice Mirtha, es lo que ocurrió en una casa ubicada entre la Portes y la Macorís la Duarte de ahora-. “La estaban reparando hace unos años y aparecieron unos cadáveres; estaban enteros, llamé a Nuria y a la Policía, porque pensé que podían ser de las personas que desaparecieron en la era de Trujillo y en los doce años de Balaguer y a lo mejor podían identificarlas. Cuando averiguaron, Patrimonio dijo que esa parte de la ciudad había sido un cementerio”.



La historia de Juan Estanislao, comerciante de perfumes de La Zona, da hasta risa. Cuenta que vivía en una pensión en El Conde esquina 19 de Marzo en los años 2004-2005 y que una noche de brujas, a las 12:00 de la noche, su amigo “El Peje”, buhonero y medio supersticioso que también vivía allí, decidió buscar las monedas del edificio Copello. Advertido por otro amigo de que estas monedas estaban malditas y que si seguía la búsqueda el edificio se quemaría, “El peje” se olvidó del asunto, pero a los tres meses, cuando se le acabó el dinero mientras tomaba con unos amigos, se levantó borracho y dijo que él tenía dinero. Se fue hasta la habitación, martilló en la pared pero no encontró nada. “El Peje” -según Estanislao- dijo que algo lo tumbó, que entre sueños miró tres monedas de morocota y que algo lo tumbó. Cuando despertó estaba en una cama del hospital Padre Billini, con tres cheles en la mano, y ahí recibió la noticia de que su habitación había cogido fuego. Lo curioso de la historia de Estanislao es que el edificio de la 19 de Marzo con Conde no es el Copello.



Recorrido



Referencias actuales sobre las leyendas de la ZC



Muchas de las leyendas de la Zona Colonial forman parte del legado literario local. En el año 2005, en El Leoncito, la revista corporativa del Grupo León Jimenes, Miguel Piccini (texto) y Kilia Llano (ilustraciones) elaboraron “La ruta añeja”, en la que recrean las historias coloniales que aparecen en el libro “Cosas Añejas”, del escritor dominicano César Nicolás Penson.



Aquí aparecen historias famosas como “La muerte del padre Canales”, “Las Vírgenes de Galindo”, “Los tres que echaron a Pedro entre el Pozo”, “Barriga Verde”, “Profanación”, “Bajo Cabello” y “El martirio por la honra”. El trabajo incluyó una guía práctica con los lugares donde ocurrieron los crímenes y pasiones de una de las obras maestras de la literatura dominicana. El objetivo de “La ruta añeja” es que turistas y residentes rastreen las tradiciones orales de historias ocurridas desde finales del siglo XVIII hasta mediados del XIX visitando parte de los monumentos, calles y plazas mencionados por Penson.



Noches de Leyenda Un año después, en 2006, el Museo de la Familia Dominicana iniciaba un proyecto que, con el título “Noches de leyenda”, buscaba recopilar y promover las historias coloniales y convertirlas en un atractivo cultural tanto para los residentes como para todos los citadinos. Lo hicieron de forma dramatizada el último martes de cada mes, durante un año. Recopiladas por la directora del Museo, Eva Camilo, con la colaboración de historiadores dominicanos y de los mismos residentes de la Zona Colonial, las leyendas fueron resumidas en un libro que está disponible en la sede del Museo ubicado en La Casa de Tostado, justo el lugar donde tuvo lugar una de las leyendas: “El Aljibe”.



Aunque los jóvenes y recién mudados escuchan con cierta aprehensión estas historias, las juntas de vecinos e intelectuales de La Zona procuran mantener vivas estas tradiciones orales. Muestra de ello es la reunión que realizan el segundo viernes de diciembre de cada año en la Plaza Pellerano Castro residentes y ex residentes de la primera ciudad urbanizada del nuevo mundo en la que comparten y reviven sus mitos y antiguas glorias.

Paradigmas

El mito caído o de los paradigmas.

Más tarde? Luego?...Mañana?

Falta de respeto

Elegido el mejor video del año

"El Viaje de Said" Goya 2007 Mejor Cortometraje de Animacion

sábado, 30 de octubre de 2010

Fotografías de viajes de campo

Fotografías tomadas por Pedro De León C. en viajes de investigación histórica


Busto de Francisco Bueno Zapata guerrillero del 1J4 (1963) en Santiago Rodríguez


Zona donde entrenaba Orlando Mazara -1J4-/ Lomas de San José de Ocoa


Zona norte de la República de Haití/ Proyecto "Relación Dominico - Haitiana"
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Caricaturas sociales

En las Caricaturas sociales encontramos los comentarios (historia oral) de las comunicdades


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Robot Asimo, pionero de los humanoides, cumple 10 años

Robot Asimo, pionero de los humanoides, cumple 10 años

AGN EN EL CONSA

AGN EN EL CONSA

El Departamento de Materiales Especiales del Archivo General de la Nación, mediante el Área de Exposiciones y Catálogos lleva a los centros educativos, a petición, las muestras preparadas por historiadores con los recursos de la institución: Fotografías, videos, afiches, carteles... En este caso, el docente Pedro De León, profesor de sociales del Colegio Nuestra Señora de la Altagracia CONSA, solicitó la muestra gráfica sobre la guerra de Abril de 1965 e invitó, por otro lado, a la profesora Teresa Espaillat para hablar a los estudiantes sobre la contienda que dividió a nuestro pueblo entre constitucionalistas y golpistas.




Publicado por LNG  http://agncolegas.blogspot.com/


Nota de agradecimientos: a la destacada profesora Teresa Espaillat (ex-combatiente Guerra de Abril de 1965), al Archivo General de la Nación  http://www.agm.gov.do/  bajo la dirección del Dr.Roberto Cassá,  al distinguido Aldriano Pérez (Director Departamento de Materiales Especiales), a la siempre activa Leibi NG (Encargada área de Exposiciones AGN), al ilustre Gadiel Acosta (Encargado área de Fotografía del AGN), el exito de estas dos actividades se debe a ustedes !Gracias!

SON - actividad Archivo General de la Nación


Enmarcado en el proyecto de Historia Oral "Son y Soneros en Santo Domingo" dirigido por el sociologo Manuel Arias, investigador del Area de Producción de Fuentes Orales/ Departamento de Investigación del Archivo General de la Nación.

Montecristi, Manolo, 1J4, Máximo Gómez, Patria, Héroes














La abstracción y los límites de la imaginación paradigmática

La abstracción y los límites de la imaginación paradigmática
Claudio Gutierrez

Llamaremos paradigmas científicos, siguiendo aproximadamente a T.S. Kuhn (KUHN 62), a los marcos de interpretación dentro de los cuales y a partir de los cuales el material de experiencia adquiere su significación e importancia. Sostendremos, como premisa que no intentaremos probar, que dichos paradigmas dependen, en análisis final, de la subjetividad o poder de imaginación creadora del científico. Veremos cómo esta premisa es capaz de iluminar muchos problemas epistemológicos. Creemos que su verosimilitud aumentará gracias a la capacidad de dar coherencia a intentos de explicación en un amplio campo de investigación filosófica.

INTRODUCCIÓN

DOS CONCEPTOS DE SUBJETIVIDAD

El primer paso en nuestra exposición consiste en distinguir entre dos tipos de subjetividad, que identificaremos como subjetividad1 y subjetividad2. Subjetividad1 es una dimensión de la explicación, y corresponde a los propósitos del investigador, sus cánones y motivos, su pasión creadora. Subjetividad2, en cambio, es una dimensión de lo explicado; corresponde al hecho de que, específicamente en las ciencias sociales, el objeto de investigación es gente, que tiene propósitos, conocimiento, deseos, pasiones, al igual que la persona del científico. Para estudiar dicho objeto el investigador tiene que postular la existencia de subjetividad (subjetividad2) en la materia de estudio para hacer inteligibles las relaciones observadas. A causa de la presencia de subjetividad2, palabras como "propósito", "creencia", "deseo", "pasión", etcétera, deben figurar en el vocabulario del científico social; esas palabras son indispensables para construir las hipótesis y teorías correspondientes. Podemos considerar esos términos como términos teóricos, de la misma manera como el término "fuerza" es considerado en las ciencias físicas: "propósito" y "fuerza" tienen en común que ninguno de los dos términos es una descripción directa de datos sensoriales: ambos son más bien una parte integral de los paradigmas interpretativos, relacionados con datos sensoriales solamente por medio de reglas de correspondencia. Esta reducción del elemento subjetivo propio de las ciencias sociales a la terminología teórica, puede emprenderse con un propósito fisicalista; de hecho, autores positivistas suelen hacer la reducción con tal intención. No obstante, es tesis del presente autor que la reducción podría alternativamente intentarse en la otra dirección, aunque simplemente con un propósito dialéctico: mostrar cómo el recursos de introducir términos teóricos es neutro con respecto a la polémica entre fisicalistas y norreduccionistas.



Si tomamos subjetividad2 como un caso de introducción de vocabulario teórico en nuestros enunciados científicos, es cierto, como lo pretende el fisicalista, que la diferencia entre las ciencias sociales y las ciencias físicas aparece menos dramática. Ambos tipos de disciplinas tienen entonces que lidiar con un contenido -recogido en los términos teóricos- que la intuición empírica no percibe, que no es, por así decir, empíricamente transparente. Ambos tipos de disciplinas tratan ese contenido, que no perciben empíricamente, aproximadamente de la misma manera: mediante los procedimientos de reglas de correspondencia, deducción y verificación, aplicados con rigor formal idéntico para los términos teóricos que para los términos empíricos.



Pero precisamente esa identificación de, digamos, "propósito" y "fuerza" en los predios de la terminología teórica, nos permite suponer que si "propósito" es una formalización de subjetividad2, "fuerza" lo pueda ser igualmente. Ya Maine de Biran nos decía que el sentimiento íntimo de la causa o fuerza productora del movimiento se puede percibir como un "yo" que se identifica con su esfuerzo, por ejemplo, en la contracción muscular (DREVET 66). Así pues, siendo los procedimientos ligados al uso de esos términos formalmente homólogos, ellos podrán diferir únicamente desde el punto de vista material; más concretamente, desde el punto de vista de su empleo heurístico. Pero incluso en este campo podemos mostrar que "fuerza" y "propósito" son también homólogos. Esto nos lleva a otro paso de nuestro argumento.



DOS MÉTODOS DEL PENSAMIENTO: HEURÍSTICO Y ANALÍTICO



El metodólogo puede tomar una de dos distintas vías para atacar el problema de los términos teóricos. Estos dos enfoques quedan bien ejemplificados con las siguientes citas:



* We never succeed entirely in eliminating consciousness from our ideas of material things... We interpret the behavior of the most material thing by to some degree putting ourselves in its place... (KNIGHT 51)



To say that it is often convenient to use the term "purpose" in social science means no more and no less than to say that it is often convenient to use the term "force" in plysics...



Propositions about "purposes" and "desires" do permit ... predictions and tests, and hence are not different from propositions in the natural sciences. (SIMON 50)





Podríamos decir que el último texto explica "propósito" como una especie de "fuerza", mientras que el primero explica "fuerza" como una especie de "propósito". Así, creemos, los autores expresan dos actitudes metodológicas distintas pero complementarias. La primera actitud podría formularse así: Nos hacemos términos teóricos para asegurarnos de permanecer fuera del objeto estudiado y garantizar la objetividad de los procedimientos formales. La segunda actitud parece decirnos: Nos ponemos en el lugar del objeto para poder entenderlo, y ello incluso en el caso de que el objeto sea una cosa inanimada. La primera actitud ejemplifica el predominio de un deseo de formalización; la segunda, el predominio de un "pathos" heurístico. El primer enfoque es positivo o analítico, en tanto que el segundo es dialéctico o sintético, en el sentido de búsqueda de unidad y generalidad. Como absolutización de dos principios epistemológicos complementarios se presentan como inadecuados, incluso como intelectualmente estériles: el positivo, por autoeliminación del sujeto del conocimiento; el dialéctico, por su "prima facie" vaciedad tautológica.



No obstante, cabe hacer una diferencia importante entre los dos. El enfoque dialéctico es, en análisis final, autojustificante, por su reconocido circularismo. El enfoque positivo, en cambio, es en análisis final contradictorio, puesto que la objetividad total a que aspira idealmente es imposible de obtener. Esta asimetría fundamental puede representarse esquemáticamente como una proposición de razón inversa, así: a mayor valor como instrumento de análisis de largo alcance menor valor como instrumento de análisis para problemas delimitados, y viceversa.



El enfoque dialéctico o sintético es un intento de entender los problemas científicos desde subjetividad1. No es muy fecundo a corto plazo pues el discurso tautológico por sí mismo es insuficnete para la solución de las incógnitas. Pero es autojustificante e inevitable a largo alcance, por el carácter último circular de todos los paradigmas.



El enfoque positivo o analítico es un intento de enmarcar toda participación de sujetos en la forma de subjetividad. Es contradictorio y no puede mantenerse a largo plazo, pero es muy útil a corto alcance y para propósitos limitados. Es contradictorio a la larga porque nadie puede esperar conocer algo sin estar presente para conocerlo, como sujeto. Y es útil a la corta porque la inferencia lógica necesita hacer uso esencial aunque pasajero de incongruencias. El mejor ejemplo de este uso de incongruencias es la reducción al absurdo, pero es posible mostrar que la prueba directa también hace uso de contradicciones. Por ejemplo, el silogismo hipotético



pv q



¬p



----



q



puede interpretarse que se soluciona mediante la formación de la contradicción "p.¬p" dentro del primer miembro de la disyunción, a efecto de poder separar su segundo miembro, a saber "q".



EN "REALISMO ANALÍTICO" Y LAS CATEGORÍAS RESIDUALES



La absolutización del enfoque dialéctico o sintético se asocia comúnmente con el idealismo. La absolutización del enfoque objetivo o positivo se asocia con el positivismo. Pueden encontrarse muy diversos intentos de reconciliar estas dos tendencias. Recientemente el que esto escribe se ha ocupado con algún detenimiento del ensayo de conciliación presente en la obra de Talcott Parsons y que él califica como "realismo analítico".



Parsons presenta su sistema metodológico, contra el carácter unidimensional de la interpretación positivista de la realidad, como un enfoque multidimensional capaz de dar cuenta de la riqueza de lo concreto por "aproximación sucesiva". Para él cada sistema científico "puede imaginase como una zona iluminada envuelta por tinieblas. El nombre lógico de las tinieblas es, en general, 'categorías residuales'. Su papel depende de la necesidad inherente a todo sistema de culminar en un todo lógicamente cerrado...". La meta de la ciencia, a la cual podemos aproximarnos sólo asintóticamente, es la eliminación de las categorías residuales. Pero, "por cada sistema habrá siempre con seguridad categorías residuales de uno o más otros sistemas..." (PARSONS 37).



Ahora bien, hay aquí una ambivalencia fundamental con respecto a lo que debemos entender por "realismo analítico". En particular, cuando Parsons dice que por cada sistema habrá siempre categorías residuales de algún otro sistema, no está claro si lo que quiere decir es que el otro sistema es complementario del primero o más bien incongruente con él. ¿Es el realismo análitico una concepción epistemológica gödeliana o es nada más que una de tantas maneras de expresar el concepto optimista de que una ciencia universal, congruente y completa, es posible? Hay base suficiente para pensar que Parsons quiere decir lo segundo. El presente autor considera que la verdad corresponde más bien a lo primero.



LA IMPORTANCIA DE LAS CATEGORÍAS RESIDUALES COMO ANCLAJE DE LA ABSTRACCIÓN EN LA REALIDAD



Tratemos de aclarar esa ambivalencia del realismo analítico. Para ello debemos tomar las categorías residuales de un sistema particular no como fichas representativas del campo de otra ciencia, sino más bien como fichas representativas del mismo carácter inexhaustible de la realidad en sí misma.



A nuestro juicio, el enfoque parsonsiano no supera el positivismo porque le presta demasiada atención a las categorías "positivas" en detrimento de las "residuales". Un enfoque verdaderamente multidimensional deberá conceder a las categorías residuales por lo menos tanta importancia como a las positivas, analizándolas a fondo. Las categorías residuales representan los supuestos no formales del pensamiento formal, o sea, el cimiento subjetivo mismo sobre el cual se construye el edificio de la ciencia.



Parsons acusa al positivismo de postular una clausura empírica del sistema científico, aparte y por añadidura a la necesaria clausura lógica del mismo. Pero una simple conjunción de paradigmas complementarios, por ejemplo de los sistemas de pensamiento económico y de pensamiento político, sería igualmente una clausura empírica en que ninguna incógnita quedaría sin despejar. "Multidimensionalidad" en ese contexto significaría simplemente una conjunción de dimensiones, o sea, una sola, aunque compuesta, dimensión única.



Para asegurar una auténtica dimensión múltiple, una "apertura empírica" a pesar de la necesaria clausura lógica, tenemos que tomar las categorías residuales como signo y cifra de nuestra ignorancia frente a la realidad misma, no de nuestra ignorancia en relación con otra ciencia complementaria. La complementaridad de paradigmas no debe darse por medio de la conjunción, sino solamente por medio de la disyunción: uno de ellos, por lo menos, debe ser verdadero en cada caso. La clausura lógica es indispensable porque toda teoría debe ser autojustificante para que sea teoría en absoluto. Pero deberíamos decir, en una suerte de generalización filosófica de los hallazgos de Gödel, que ninguna teoría puede ser congruente excepto la que deja sitio para ulterior y continuo logro heurístico y para la consiguiente operación de paradigmas alternativos.



A propósito de la necesidad de estas categorías residuales se nos ocurre pensar que la ambigüedad es esencial en todo conocimiento que traba en la realidad. Si nos libramos completamente de ella terminamos por destruir todo conocimiento. Se dibujan con precisión y sin ambigüedad sólo aquellos argumentos que uno se prepara a refutar. Por el contrario, tanto más segura está una tesis cuanto más cualificada, hasta llegar al extremo morboso del soporte predominantemente epiciclar. La exposición más clara de una teoría será siempre la que emprende como trabajo preliminar su adversario de genio. Pero desafortunadamente es esa la exposición que exhibe al desnudo las incongruencias internas de la teoría. ¿Será por casualidad que el único argumento filosófico verdaderamente efectivo es la reducción al absurdo? ¿No será más bien porque toda teoría sostenible es congruente sólo hasta cierto punto, precisamente porque ninguna teoría puede ser congruente y completa a la vez?



LA CUESTIÓN DEL RELATIVISMO



Una reflexión nos sale en este momento al paso: ¿habremos caído así en el relativismo? Se ha argumentado que el criterio de congruencia por sí mismo, independientemente del compromiso subjetivo de la creencia, no debe ser tomado como criterio de verdad, sino solamente como criterio de estabilidad de la creencia. La congruencia puede igualmente bien estabilizar una opinión errónea o una creencia verdadera (POLANYI 64). No tenemos objeción contra quienes subrayan las supremas implicaciones de la subjetividad. No obstante, la observación que comentamos nos parece un caso de análisis insuficiente, que puede corregirse y completarse. Si tomamos seriamente las raíces no formales de todo conocimiento, tendremos que admitir que la imaginación humana es radicalmetne limitada y exhaustible en sus poderes de creación; esto tendrá que reflejarse necesariamente en el conocimiento.



Podemos reconocer por lo menos estas dos debilidades fundamentales, las cuales pueden paradójicamente resultar nuestra única fuerza contra el fantasma del relativismo: una es cuantitativa y la otra cualitativa. La primera debilidad va implícita en el agotamiento cuantitativo de los paradigmas (disponibles) para explicar los hechos; debemos contentarnos a veces con supuestos "necesarios porque únicos". La segunda es la limitación implícita en el agotamiento cualitativo de un paradigma dado, cuya capacidad para defenderse contra evidencia adversa por medio de maniobra teórica puede de hecho acabarse. Si la presencia de estas dos debilidades puede demostrarse, entonces lo que sería únicamente "criterio de estabilidad de creencia" puede más bien ofrecerse efectivamente como "criterio de verdad". En efecto, si el alcance de las creencias que uno puede sostener razonablemente es reducido de alguna manera, entonces una creencia sanamente estabilizada podría muy bien ser aceptada como la (humanamente alcanzable) verdad sobre la materia.



EL AGOTAMIENTO CUANTITATIVO Y CUALITATIVO DE LOS PARADIGMAS Es en efecto sumamente plausible que toda creencia sea en el fondo circular y autojustificante y que tienda a estabilizarse mediante mecanismos de defensa basados en la congruencia lógica. Pero la limitación de nuestros poderes imaginativos nos libra de descansar por ello absolutamente en un puro compromiso subjetivo. La fuerza de integración de una explicación puede ser tan amplia, o tan próxima a nuestro ser, o tan íntimamente sugestiva para nuestro sentido estético o pragmático, que la posibilidad de encontrar un paradigma rival quede agotada para todo efecto práctico.



Esta es la extenuación cuantitativa de los paradigmas, la cual apunta hacia el extremo racional del conocimiento, el polo ideal, la circularidad o autojustificación de las teorías. Consiste en el hecho de que nuestra imaginación no es suficientemente poderosa como para conjurar del puro aire suficientes paradigmas entre los cuales escoger en toda circunstancia. Puede ser necesario aceptar el único paradigma que resultemos capaces de producir en determinadas condiciones. Esta configuración paradigmática que se fuerza sobre nosotros no es preciso que sea singular y omnicomprensiva; puede muy bien suceder que necesitemos dos marcos complementarios, como el económico y el político que mencionábamos arriba, o el relativístico-cuántico de las ciencias físicas. Lo importante es que no tengamos alternativa, por ejemplo que no esté disponible un paradigma relativístico para explicar todos los fenómenos físicos, o uno puramente económico apra explicar todos los fenómenos sociales.



Este autor acepta la teoría congruencial de la verdad, por ejemplo la que está implícita en la posición epistemológica de W.V.O. Quine (QUINE 60). Toda experiencia es sistemática, en el sentido de que la refutación de elementos particulares de un sistema de creencias por evidencia adversa puede ser absorbida por el paradigma mediante cambios en alguna parte del sistema. De esta manera, el sistema es capaz de mantener todavía el elemento o hipótesis "refutado". No obstante, no parece forzoso llegar al extremo de mantener que cualquier hipótesis puede ser salvada de la refutación con tal de que hagamos cambios sistemáticos suficientemente drásticos. Más bien la verdad parece ser que hay, paralelo al punto de agotamiento cuantitativo de los paradigmas, su punto de agotamiento cualitativo. Este sería el límite o cul de sac que el paradigma alcanza siempre que se encuentra en la situación de no poder salvar una hipótesis de falsificación empírica. El paradigma alcanzaría ese punto cuando el resto del sistema pierde su fluidez y llega a ser prácticamente inmodificable para el propósito de defender la hipótesis en cuestión. El cambio teórico para mantener la congruencia se fuerza a ser aquí, no allá o en aquel otro lugar.



Alternativamente podríamos decir que la existencia de este punto de agotamiento cualitativo significa que ciertas interpertaciones de las apariencias de bajo nivel no pueden dejar de aparecer en ninguna de las diversas versiones del paradigma o distintas articulaciones del cuerpo teórico. Estas interpretaciones tienden, por así decirlo, a separarse del paradigma, afirmándose como independientemente verificables, según el ideal positivista, y no en contexto, como lo querría el antipositivismo. Tocamos aquí una limitación fundamental o debilidad de nuestra imaginación creadora: la imposibilidad en que nos encontramos de ignorar los datos normales de los sentidos o los resultados de las operaciones lógicas básicas, a pesar de cualquier razonamiento en contrario.



CONCLUSIÓN



Este análisis podría quizá continuarse, para llevarlo a un nivel más alto. Podríamos muy bien decir que los dos puntos de agotamiento de los paradigmas científicos corresponden ellos mismos a dos paradigmas complementarios en el campo de la metodología de la ciencia. Podríamos así considerar los dos puntos de agotamiento como distintas dimensiones de nuestro conocimiento de la realidad. Uno de los paradigmas correspondería al método heurístico; el otro, al método positivo. Los dos paradigmas, complementarios en el sentido de la disyunción, no en el de la conjunción, serían dos vías alternativas hacia el conocimiento de la realidad.



Los dos enfoque serían importantes y necesarios. Habría que usar los dos, especialmente por la capacidad de cada uno de contrarrestar los posibles excesos de otro: el peligro de inflación verbal o de la especulación sin garantía, por un lado; el peligro de depresión intelectual, anulación del impulso heurístico, por el otro. Sería bueno que todos tratáramos de cultivar ambos enfoques simultáneamente ya que, como el economista político diría, aunque la inflación es siempre preferible a la depresión, lo esencial es que tratemos de evitar ambas.



Sobre el documento
Este trabajo apareció originalmente en Crítica (México: 1968). Se publicó de nuevo en Nueve ensayos epistemológicos (San José: 1982). Esta tercera versión ha sido revisada por mí en enero de 1997.


Sobre el autor
Filósofo e informático costarricense, Claudio Gutiérrez es doctor en filosofía de la ciencia por la Universidad de Chicago, también licenciado en leyes y en historia por la Universidad de Costa Rica. Fue coactor en el proceso de la Reforma Universitaria de 1955 a 57, en asocio con Rodrigo Facio, Enrique Macaya y José Joaquín Trejos. Más tarde fue Decano, Vicerrector y Rector de la Universidad de Costa Rica, donde también trabajó muchos años como catedrático de filosofía y de informática. De 1981 a 1995 fue profesor, invitado y de planta, en varias universidades norteamericanas, donde ocupó también la dirección del departamento de Computer and Information Sciences en la Universidad de Delaware. Es Fellow de la Fundación Guggenheim, Estados Unidos de América. Su labor de enseñanza e investigación la ha realizado en los campos de la historia, la filosofía general, la lógica, la informática, la inteligencia artificial y, más recientemente, la neurofilosofía.

© Copyright 1968, 1982, 1997 Claudio Gutierrez.

© Copyright 1968, 1982, 1997 REDcientífica.

TRADICIÓN ORAL - BIBLIOGRÁFICA

BIBLIOGRÁFICA - TRADICIÓN ORAL

Bibliografía selectiva
"Considera que el aporte de la literatura oral y la historia folklórica, ambos géneros de capital significación para la historia del pasado, son las fuentes por antonomasia que resguardan la tradición oral, las fuentes no escritas de la historia del pueblo".

Celso A. Lara *
Publicamos una primera bibliografía de libros, artículos de revistas y documentos, que de forma total o parcial tratan aspectos relacionados con la literatura oral y/o la historia oral en la América- Latina y el Caribe, publicados por la UNESCO u otras editoriales, localizados en el Centro de Documentación de la Oficina Regional de Cultura de la UNESCO para América Latina y el Caribe.
Dentro de cada grupo, los asientos se han ordenado alfabéticamente, por título. A fin de facilitar la búsqueda por los autores correspondientes, incluimos un índice de autores seguido de un número que remite al asiento en cuestión.
I. LIBROS
1. Artefacts and oral tradition. Paris, UNESCO, 1975. 91 P. (Cultural development, documentary dossier, 5).
2. Cahier de folklore et des traditions orales d'Haiti. Port-au-Prince, 1979. 176 p.
3. La civilization du bossale: réflexions sur la literature orale de la Guadeloupe et de la Martinique. Condé, Maryse. Paris, L'Harmattan, 1978. 70 p.
4. La conservación y el desarrollo de los valores culturales en la región del Caribe. Romain Jean Baptiste. En: Las culturas del Caribe. París, UNESCO, 1981. pp. 255-281.
5. Contribución del folklore al estudio de la historia. Lara Figueroa, Celso A. Guatemala, Editorial Universitaria, 1977. 254 p. (Colección Problemas y Documentos, 7).
6. La estructura escolar y la cultura oral tradicional: cuadro de situación. Passafari, Clara. En: El patrimonio folklórico y su aplicación educativa: Temas de folklore aplicado. Rosario, Argentina, Génesis, 1982, pp. 21-26.
7. Folk Literature of the Yamana indians: Martin Gusinde's collection of Yamana narratives. Ed. by Johannes Wilbert. Berkeley, University of California Press. 1977. 308 p. (Latin American Studies Series, 40).
8. El folklore de las luchas sociales: un ensayo de folklore y marxismo. Carvalho-Neto, Paulo de. México, Siglo XXI, 1973. 217 p. (Colección Mínima, 64).
9. El folklore y la investigación de campo, metodología. Ramón y Rivera, Luis Felipe. Caracas, CONAC. 1977, 54 p. (Cuadernos INIDEF, 2).
10. Gregorio Condori Mamani: autobiografía. Valderrama Fernández, Ricardo y Carmen Escalante Gutiérrez. Lima, Centro de Estudios Rurales Andinos Bartolomé de las Casas, 1977, 123 p. (Biblioteca de la tradición oral andina, 2).
11. Influencia africana en Latinoamérica: literatura oral y escrita. Feijóo, Samuel. En: África en América Latina. París, UNESCO; México, Siglo XXI, 1977, pp. 129-151.
-------------------------------------------------------

12. Kay Pacha: tradición oral andina. Gow, Rosalind. Cusco, Centro de Estudios Rurales Andinos, 1976. 99 p.



13. Leyendas y casos de la tradición oral de la ciudad de Guatemala. 3a. ed. Lara Figueroa, Celso A. Guatemala, Editorial Universitaria, 1984, 334 p.



14. Mitos y leyendas de Las Villas. Feijóo, Samuel. Santa Clara, Cuba, Universidad Central de Las Villas, 1965. 252 p.



15. Muestras de relatos orales indígenas panameños. Panamá, Universidad de Panamá, ICASE, 1985. 4 v. Contiene: 1.-Introducción y metodología. 2.-Relatos guaymíes (ngabere). 3.-Relatos kunas (dules). 4.-Relatos emberá.



16. El mundo indígena y la literatura latinoamericana contemporánea. Bareiro Saguier, Rubén. En: Cultura y sociedad en América Latina y el Caribe. París, UNESCO, 1981. pp. 81-97.



17. The oral tradition. En: Participation in cultural activities: three case studies. Paris, UNESCO, 1986, pp. 29-31.



18. La Organización de los Estados Americanos y sus programas por la preservación del folklore: su aplicación educacional. Passafari, Clara. En: El patrimonio folklórico y su aplicación educativa: temas de folklore aplicado. Rosario, Argentina, Génesis, 1982, pp. 70-77.



19. Qué es el folklore. Aretz, Isabel. Caracas, CONAC, 1977. 67 p. (Cuadernos INIDEF, 1).



20. Relatos tradicionales de la cultura catía. Vélez Vélez, Luis F. Medellín, Secretaría de Desarrollo de la Comunidad, 1982. 294 p.



21. Tradición oral, experiencias nuevas, papel de la UNESCO, cooperación internacional. N'Diaye, Papa Gueye. En: El desarrollo cultural: experiencias regionales. París, UNESCO. 1982, pp. 69-75.



22. La tradición oral y su metodología. Vansina, J. En: Historia General de África, v. 1. París, UNESCO, 1982, pp. 161-184.



23. La tradición oral y su valor para la historia de países como México. Meyer, Jean. En Historia y diversidad de las culturas. París, UNESCO; Barcelona, Serbal, 1984, pp. 78-82.



24. La tradición viviente. Hampaté Ba, A. En: Historia General de África, v. 1. París, UNESCO, 1982, pp. 185-222.



II. ARTÍCULOS DE REVISTAS



25. Aportes indígenas a la cultura del pueblo venezolano. Pollak-Eltz, Angelina. Montalbán (Caracas) (6) :15-181, 1977. Ver fundamentalmente pp. 145-169.



26. Asante Kotoko: the maroons of Jamaica. Hall-Alleyne, Beverly. ACIJ'S Newsletter. (Kingston, Jamaica) (7) :340, 1982.



27. Cinco cuentos de los Pemontan. Armellada, Cesáreo de. Araisa (Caracas) (76-82) :233-242, 1982.



28. Cuentos folklóricos de la Argentina. Chertudi, Susana. Folklore Americano (México) (32) :7-92, 1981.



29. Cuentos populares de la Cordillera de Neuquén, Argentina. Chertudi, Susana. Folklore Americano (México) (26) :26-36, 1978.



30. Los cuentos populares españoles entre los indígenas de Guatemala y Honduras. Pino Saavedra, Yolando. Folklore Americano (México) (25) :73-78, 1978.



31. De viva voz y de boca en boca: la palabra hablada, principal medio de comunicación entre los hombres. Abdulaziz, Mohamed H. El Correo de la UNESCO, (París) (8-9) :63-65, 1982.



32. El destino en los cuentos populares de Guatemala. Lara Figueroa, Celso A. Tradiciones de Guatemala (Guatemala) (21-22) :9-31, 1984.



33. El estudio de las tradiciones orales y musicales de los afromestizos de México. Moedano, Gabriel. Antropología e Historia (México) (31) :19-29, 1980.



34. La figura de Eusebio Ibarra (Don Chebo) en la historia y en la tradición oral de Guatemala. Dary Fuentes, Claudia. La Tradición Popular (Guatemala) (48-50) :1-16, 1984.



35. Folklore y cultura en los pueblos negros de Yaracuy. Pollak-Eltz, Angelina. Montalbán (Caracas) (15) :23-125, 1984.



36. La forma narrativa de dos cuentos folklóricos venezolanos. Salas de Lecuna, Yolanda. Revista INIDEF (Caracas) (5) :52-61, 1982.



37. Historias de tramposos. Carvalho-Neto, Paulo de. Folklore Americano (México) (26) :105-148, 1978.



38. An introduction to oral literature: Africa and Jamaica. ACIJ'S Newsletter (Kingston, Jamaica) (4) :12-16, 1980.



39. La invención en la literatura oral. Maalu-Bungi, Lugenyi-Lumwe. Culturas (París) (2) :101-115, 1980.



40. Jamaica Anansi stories and West African oral literature: a comparative introduction. Stewart, Marian. ACIJ‘S Newsletter (Kingston, Jamaica) (8) :1-36, 1983.



41. La literatura en haitiano. Laroche, Maximilien. Anales del Caribe (La Habana) (269-281), 1981.



42. La muerte en los cuentos populares de Guatemala, genio y figura. Lara Figueroa, Celso A. Tradiciones de Guatemala (Guatemala) (19-20) :7-50. 1983.



43. "Once upon a time…”, oral tradition and modern literature. Rytkheou, Yuri. Cultures (París) (4) :37-52, 1975.



44. Permanencia de la voz. Zumthor, Paul. El Correo de la UNESCO (París) (8) :4-8, 1985.



45. Poesía popular: canción de un pueblo. Rivas, Ivonne. Revista INIDEF (Caracas) (3) :81-97, 1978.



46. Sobre el problema del estudio del cuento popular en el Ecuador. Ubidia, Abdón. Folklore Americano (México) (26) :149-176, 1978.



47. La tradición oral en Surinam. Guda, Trudi. Anales del Caribe (La Habana) (1) :282-290, 1981.



48. Tradición oral y tradición escrita. Heath, S. B. Revista Internacional de Ciencias Sociales (París) (99) :41-59, 1984.



49. La vida es una historia. Sánchez, Cristóbal. Araisa (Caracas) (76-82) :243-265. 1982.



50. Yasi Yateré: un personaje contradictorio. Blache. M. Etnia (Olavarría, Argentina) (29-30) :1-10. 1979.







III. DOCUMENTOS



51. Consultation of experts to define the non-physical heritage. Paris, 1984. The world's non-physical heritage. Dunaway, David K. Paris, UNESCO. 1984. 54 p. (CLT.84/ CONF. 603).



52. Meeting of experts to draw up a future programme concerning the non-physical heritage, Paris, 1984. Final report. Paris, UNESCO, 1984. 37 p. (CLT. 84/CONF. 603).



53. Segundo Comité de Expertos Gubernamentales sobre la Salvaguardia del Folklor. Informe. París, UNESCO, 1985. 12 p. (UNESCO/PRS/CLT/TPC/II/5).







I N D I C E D E A U T O R E S



Abdulaziz, M. H. 31

Aretz, Isabel 19

Armellada, F. C. 27

Bareiro Saguier, R. 16

Blache, M. 50

Carvalho-Neto. P. de 8, 37

Condé, Maryse 3

Chertudi, Susana 28, 29

Dary Fuentes, Claudia 34

Dunaway, David K. 51

Escalante Gutiérrez, C. 10

Feijóo, Samuel 11, 14

Gow, Rosalind 12

Guda, Trudi 47

Hall-Alleyne, B. 26

Hampaté Ba, A. 24

Health, S. B. 48

Lara Figueroa, Celso 5, 13, 32, 42

Laroche, Maximilien 41

Maalu-Bungl, L. L. 39

Meyer, Jean 23

Moedano, Gabriel 33

N'Diave, Papa Gueye 21

Passafari, Clara 6, 18

Pino Saavedra, Y. 30

Pollak-Eltz, Angelina 25, 35

Ramón y Rivera, L. F. 9

Rivas, Ivonne 45

Romain, Jean Baptiste 4

Rytkheou, Yuri 43

Salas de Lecuna, Yolanda 36

Sánchez, Cristóbal 49

Stewart, Marian 40

Ubidia, Abdón 46

Valderrama, R. 10

Vansina, Jan 22

Vélez Vélez, L. F. 20

Wilbert, Johannes 7

Zumthor, Paul 44


* Contribución del folklore al estudio de la historia. Lara Figueredo, Celso A. Guatemala, Editorial Universitaria, 1977 p. 214
Compilada por: Yolanda Arencibia Huidobro, Directora del Centro de Documentación de la Oficina Regional de Cultura de la UNESCO para América Latina y el Caribe.

No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlo.

Voltaire

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