viernes, 18 de junio de 2010

Testimonio de José Noboa Garnes

Lugar de entrevista Santo Domingo
Fecha de la entrevista 2007-02-07
Investigador: Pedro De León

Guerra de Abril de 1965/ Ascensión de cargos

Pedro de León (PDL). Con relación a su participación, usted en la misma guerra de Abril fue ascendido, nos contaba, ¿no?

José Noboa Garnes (JNG). Fuimos ascendido, en un buen día fuimos llamados, el hoy General llamado Héctor Lachapel, el hoy General Núñez Noguera, el Teniente Coronel Quiroz Pérez y quien le habla, nosotros quintábamos el rango de Capitán del Ejército y por nuestra participación fuimos ascendidos al rango de Teniente Coronel, quien te habla fui partidario de que nos asignaban dos ascensos simultáneamente, o sea, con todo el respeto le dijimos al Coronel Caamaño que nosotros no debíamos ser ascendido, darnos dos ascensos simultáneo, quiere decir que fuimos ascendido a Mayor y ellos aceptaron el ascenso a Teniente Coronel, eso aconteció en el edificio de la calle El Conde donde tenía el cuartel General la oficina del Coronel Caamaño.

P D L. ¿Usted fue el único que aceptó solamente un ascenso?

J N G. Rechazamos el doble ascenso y aceptamos un solo ascenso, porque decíamos que un oficial no debía tener más de un ascenso, éramos Capitán y aceptamos el acenso de Mayor.

PDL. ¿No tuvo inconveniente?

J N G. No tuvimos inconveniente, todo concurrió bien, recuerdo que Héctor Lachapel dijo en término jocoso ¡ay que bueno, porque ahora nos va a tener que seguir saludando militarmente!, porque él fue ascendido a Teniente Coronel y nosotros asechamos el rango de Mayor, y así transcurrimos con ese rango durante toda la Revolución, entonces yo debía militarmente rendirle respeto propia del rango a Héctor Lachapel.


Misiones

PDL. ¿Y las diferentes asignaciones durante la Guerra de Abril, los diferentes encargos, las misiones?

J N G. Bueno, inicialmente nosotros fuimos, vamos a decir soldados frontales, estuvimos en Radio Santo Domingo, la toma de Radio Santo Domingo, estuvimos buscando armas en los cuarteles, estuvimos en las actividades, vamos a decir de reasignación militar de los compañeros que estaban fuera, estuvimos en el cuerpo de ayudantes del presidente Bosch, cuando llegó, nosotros fuimos representante de la vida del Presidente Bosch, dirigimos la escuela del pueblo en el parque Eugenio María de Hostos, después se nos trasladó al campamento 27 de Febrero en Villa Duarte, ahí fuimos una especie de jefe de Estado Mayor, por qué decimos así, porque el Coronel Caamaño designó en la Marina al contralmirante Montes Arache, en el ejército a quien le habla y en la Fuerza Aérea al Coronel Nene Tejada. El General Lachapel, el Coronel Lora, ellos estaban en el Estado Mayor bajo la dirección del Coronel Caamaño, nosotros estábamos frente de los oficiales y de los soldados, esas funciones nos llevaban a estar todos los día en control de la tropa.


Sobre prisioneros/ libertad de soldados norteamericanos

P D L. Hay algunas personas que preguntan al no tener una televisión militar. ¿Por qué algunos fueron capturados, algunos militares y antes de negociaciones, vamos a decirlo así, fueron devueltos como soldados?

J N G. Eso tiene mucho que ver como estrategia fáctica del Coronel Caamaño y el Estado Mayor, se veía como una forma de demostrarle a los invasores que no había tal animadversión, enemistad, sino que nosotros éramos seres humanos común y corriente que teníamos un ideal y defendíamos una constitución, la gran oficialidad de entonces había sido egresada del ejército de los Estados Unidos a través de los cursos que se daban en Panamá, en la Zona del Canal, esa versión de los 52 comunistas era falso, y esa versión de que ellos controlaban el Movimiento Constitucionalista eso era una gran falsedad de la época. Entonces esos prisioneros que eran una forma la actitud de nosotros contra ellos era una actitud o a favor de ellos, era una demostración de que nosotros no estábamos en lo que se decía, asimismo pasó con los policía que hicimos prisionero a la Fortaleza Ozama, un trato humano, un trato respetuoso, eso ayudó en gran parte al movimiento constitucionalista porque quedaba demostrado que lo que se decía por ejemplo, los cables de 30, que se violaban las niñas, de que se violaban monjas, entonces no se podía decir que por un lado estaban soltando, liberando prisionero pero por otro lado se dice que había violaciones, etc., etc.

P D L. Sobre la participación suya en las Aduanas, algo muy… diríamos espinoso, el fuego a las Aduanas, algunas acusaciones incluso de robo en las Aduanas. ¿Qué usted tiene que aportar sobre eso?

J N G. Bueno, Vamos a empezar respondiéndolo que nosotros estábamos en ese entonces acompañados del Coronel Peña Taveras y la tropa de él principalmente, nuestra participación se remitía a la preservación física de esas instalaciones, lo mismo que otro sector militar se ocupaba de la protección y la integridad de los bancos, principalmente a la Isabel la Católica, Scottia Bank, Banco de Reservas, etc., nosotros ahí lo que hacíamos era tratar de mantener la Aduana lo mejor posible dentro de lo que se pudiera llamar alguna seguridad, porque los mismos bombardeos, los mismos combates fueron destruyendo las instalaciones y la gente se metía a robar, nosotros podíamos estar en un extremo y allá iban corriendo a decirnos que habían hecho un hoyo en uno de los almacenes y que estaban sacando mercancías y cuando nosotros íbamos salían corriendo, nosotros no podíamos caerle a tiro, o sea, lo mejor que se podía hacer para preservar, hubo muchas bajas en los alrededores de la Aduana, por qué, porque había soldados apostados en los altos de los llamados Molinos Dominicano, entonces la Aduana estaba bastante cerca, los movimientos estaban controlados por ellos, yo creo que ellos pudieron haber matado más gente de lo que lo hicieron, tengo vivo en mi mente, o recuerdo de un cadáver que yo, cuando iba a pasar para mis responsabilidades tenía que pasa por donde estaba ese soldado muerto, ese hombre, a menudo pasaba en un carrito, cepillito que yo andaba, llegó un momento tal que detuve el vehículo y busqué gasolina y preferí quemarlo porque ya el estado de descomposición y el hedor ya era demasiado fuerte, y eso provocó que me tiraran una ráfaga bastante fuerte, pero ahí había un terraplén y por eso pudimos salir vivo de eso, a mi juicio, quemar un cadáver en esa condición para mí era un acto humanitario, porque ¡caramba!, era preferible que ese ser humano ya se convirtiera en ceniza y no que se fuese describiendo con toda esa secuela de hedor, en fin, muy feo espectáculo, decidimos quemarlo y nos respondieron con una ráfaga de tiros ahí, que nos salvamos milagrosamente.

P D L. ¿Cómo se solucionó ese apostamiento de esos militares?, me informan que tuvo que ver incluso el español Martín López Carro, que tentativamente hizo un simulacro de algo, de un apostamiento de un arma, para que los militares tuvieran por lo menos si no retirarse, tener el temor de que del lado constitucionalista se le iba a responder, hasta ahora esa es la versión que tengo, que dejaron entonces de atosigar a la zona de las Aduanas.

J N G. Yo me imagino que tuvo mucho que ver con la seguridad de eso francotiradores, la seguridad misma, porque había respuesta del lado nuestro, uno no puede conocer la intriga de cómo el mando en ello se generaba, pero yo creo que tuvo mucho que ver con la respuesta de los combatientes dominicanos, porque ellos estaban al alcance y a la vista de nosotros, lo que pasa es que ellos pusieron unos obstáculos muy fuertes, unos sacos de arena que estaban bien protegido, pero esas gentes mataron muchos combatientes, no hicieron mucha baja y llegó un momento que cesaron, tiene que haber sido un política producto de las denuncias que se estaban dando a través de los representantes de la ONU la OEA, la misma prensa internacional que estaba muy activa en ese tiempo, por ahí debe andar la cosa, pero ellos nos hicieron mucha baja a nosotros y tú tenía que vivir constantemente protegiendo, a cada movimiento que tú va a dar, cruzar una calle, lo que sea que tú no tuviera protegido por una pared, por un edificio porque te disparaban a menudo.

P D L. ¿Cuando usted dice muchas bajas, hablamos de un promedio?, por lo menos de los que estaban en Los Molinos, fueron causantes de un promedio más o menos cuánto.

J N G. No te puedo dar un número exacto, pero nosotros estimamos que tuvimos más de 3,500 bajas en total, yo no puedo en término porcentual decirte una cantidad, pero dejémoslo en muchas bajas, porque en realidad fueron incontables, uno no andaba diciendo era tanto.

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Voltaire

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