sábado, 6 de noviembre de 2010

Crónica de la Constitución de San Cristóbal de 1844





LEONEL MARTÍNEZ*
*EL AUTOR es abogado y comunicador. Reside en Santo Domingo.

Era domingo 24 de septiembre de un año bisiesto, en esa fecha se celebran las festividades de la virgen de las Mercedes. El día había amanecido lluvioso en el villorrio de San Cristóbal, donde la gente apreciaba con curiosidad un acontecimiento nunca visto en el poblado, pues se escogió el lugar para la instalación del Congreso Constituyente que debía darle una Carta Sustantiva a la naciente república.

Desde el viernes 22 y el sábado 23 la comunidad recibía a los huéspedes distinguidos que arribaban de diferentes lugares del país. Es obvio pensar, que las autoridades alojaron a muchos de los legisladores en sus casas y que algunos prefirieron quedarse en residencias de personalidades locales que se ofrecieron para darle acogida. Se ignora si el gobierno dispusiera de algunas medidas para trasladar a quienes optaran por albergarse en la ciudad capital.


A las 7 de la mañana del referido domingo, el presidente de la Asamblea Manuel María Valencia, toca la campanilla y cada diputado ocupa su asiento. Inmediatamente, el secretario pasa lista, de 32 convocados habían 19 presentes: Domingo Antonio Solano (Santiago), Juan de Acosta. (El Seybo), Manuel González Bernal. (Monte Plata y Boyá) ,Domingo de la Rocha (Santo Domingo), José María Medrano (San Francisco de Macorís), Juan Rijo.



(Higüey), Manuel Urquerque (Santo Domingo) Julián de Aponte (El Seybo), José Tejera (Puerto Plata), Facundo Santana (Los Llanos), Manuel María Valencia (Santo Domingo). José Valverde (Cotuí), Manuel Abreu (Monte Cristo), Manuel Díaz (Dajabón), Juan López (San José de las Matas), Bernardo Aybar (Neyba), Juan de Jesús Fabián de Ayala (San Cristóbal), Vicente Mancebo (Azua) y Antonio Gutiérrez.(Samaná).



Se declara abierta la sesión, en un ambiente positivo fueron recibidas las autoridades civiles y militares. Luego el presidente invita a prestar juramento, el mismo se hace con la mano derecha sobre los Santos Evangelios. Concluida esta solemnidad, Manuel María Valencia lee el discurso inaugural del evento. Al terminar su disertación, Valencia dio por finalizada la sesión, e invita a participar de un Te-deum, efectuado en la iglesia próxima al cónclave.



El lunes 25 no hubo actividad, la sesión continuó el martes 26 de septiembre cuando una comisión de la Junta Central Gubernativa integrada por Manuel Jimenes, Tomás Bobadilla y Toribio López Villanueva, se entrevista con la comandancia de la plaza dirigida por Juan Nepomuceno Ravelo. Se supone que para recordarles sus responsabilidades en cuanto a la seguridad de los congresistas; de inmediato la citada comisión visita el Congreso Constituyente, donde Tomás Bobadilla pronuncia un caluroso discurso como presidente de la aludida Junta Central Gubernativa. Antes del cierre, se declara el miércoles 27 de septiembre como día de descanso.



La Asamblea prosigue el jueves 28 ante una Convocatoria Extraordinaria para conocer el empréstito de Hendrik, luego de fuertes discusiones, los trabajos del día concluyeron, declarándose 15 días libres: 29, 30 Sept.. Oct. 1, 2 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12 y 13. Se debe conjeturar que los constituyentes regresaron en ese lapso de medio mes a sus comunidades respectivas, para atender asuntos familiares y personales.



Al pasar los 15 días señalados, el sábado 14 de octubre se reinicia el Congreso Constituyente. El punto dejado en la agenda sobre la necesidad de aprobar un préstamo internacional encendió las contradicciones políticas. Uno de los más formados de los asambleístas el representante de Azua Buenaventura Báez, defiende la inviolabilidad de los diputados en un elocuente discurso. El empréstito fue rechazado. Los argumentos que justificaron tal decisión constituyen una pieza histórica en contra del endeudamiento externo.



Salvado el impasse, el Congreso se dedicó a los aspectos esenciales de la Asamblea, designando una comisión redactora del Proyecto de Constitución, la cual quedó conformada por Vicente Mancebo, Buenaventura Báez, Manuel María Valencia, Julián de Aponte y Andrés Rosón. Una semana después, el domingo 22 de octubre, dicha comisión presentó el texto de la constitución, el cual fue debatido y finalmente aprobado en la sesión del lunes 6 de noviembre. Con espíritu de regocijo y satisfacción, los constituyentes estampan su firma para dar de esa forma nacimiento a la Constitución de República Dominicana.



Sin embargo, el presidente de la República General Pedro Santana, objetó el proyecto alegando que se limitaban sus poderes. El incidente motivó incluir un artículo el 210, que se convirtió en estocada mortal y tabla de salvación a la vez. El miércoles 8 de noviembre una comisión visita a Pedro Santana para que asista a San Cristóbal a juramentarse como presidente de la República. Dos días después el sábado 11, a las 8 de la mañana, llega Santana a San Cristóbal. Ya incluido el artículo 210 en la constitución, el domingo 12 de noviembre, a las 3 de la tarde, Santana presta el juramento constitucional, invistiéndose como primer presidente de República Dominicana. Las sesiones del Congreso quedaron formalmente concluidas, con la asistencia del Presidente y las autoridades a un Te-deum en la iglesia parroquial de la villa sureña, que bien debería ser declarada como “Ciudad Constitución”.

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Voltaire

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