sábado, 13 de noviembre de 2010

Testimonio de Manuel Llanes Delgado

Testimonio de Manuel Llanes Delgado
Lugar de entrevista Santo Domingo
Fecha de la entrevista 12/06/2008
Investigador: Pedro De León C.
Transcripción: Esmirnalee Santana
Proyecto: Refugiados Españoles


Presentación. Nace el 28/05/1930 en la provincia de León, España. Datos familiares

Pedro De León C. (PDL). Hoy es jueves de junio del año 2008, siendo las 10:33 minutos de la mañana, nos encontramos en el Distrito Nacional, específicamente en la calle Ramón Cáceres, No. 1, del Ensanche la Fe; donde estaremos conversando con el señor Manuel Llanes Delgado, del proyecto de Refugiados Españoles que lleva a cabo el Archivo General de la Nación a través de su área de Producción de Fuentes Orales.

En la asistencia técnica, en la filmación, Yoselyn Espinal, Pedro De León, encargado del área de Producción de Fuentes Orales, dirigiendo esta entrevista.

Buenos días señor, gracias por recibirnos en su hogar y en su negocio.

Manuel Llanes Delgado (MLD). Buenos días.

PDL. Para que quede grabado a viva voz, por favor, repita su nombre.

MLD. Manuel Llanes Delgado.

PDL. La fecha de su nacimiento.

MLD. 28 de mayo, de 1930.

PDL. ¿Dónde nace?

MLD. En Puente de Domingo Flórez, provincia de León, España.

PDL. ¿Qué recuerda de su infancia?

MLD. Bueno, trabajar mucho, yo era agricultor; trabajar, trabajar, nada más.

PDL. El nombre de sus padres.

MLD. Andrés Llanes y Lucinda Delgado.

PDL. ¿Cuántos hermanos?

MLD. Éramos siete.

PDL. Siete. ¿Cuántos varones y hembras?

MLD. Seis varones y una hembra.

PDL. Don Manuel, cuéntenos sobre esos trabajos arduos de agricultura. Qué sembraban.

MLD. Bueno, papa, trigo, cebolla, ajo, ají, pimiento, y toda esa cosa.

PDL. Mucha variedad.

MLD. Sí, varias cosas: garbanzos, había su vaquita, teníamos hierba, prados, le decimos allá, que la segábamos en el verano pa´ guardar pa´l invierno, pa´ que pudieran comer, los animales, claro. Así era todo allá, porque en el invierno es muy crudo allá, no se puede trabajar, por el frío; entonces había que trabajar mucho en el verano para guardar pa´l invierno, y eso era lo que había que hacer, y todos los años los mismo.

PDL. Sobre la ubicación geográfica de su lugar de nacimiento, para los jóvenes que no conocen, para ubicarnos en el mapa, más o menos, a qué distancia está

MLD. ¿De dónde?

PDL. De la capital, por ejemplo.

MLD. ¿De Madrid?

PDL. Sí.

MLD. Más de 300 kilómetros, queda rayando con Galicia; después, de ahí pa´rriba ya es Castilla, León, arriba, Madrid, Valladolid, muchas ciudades quedan en el medio para llegar a la capital, a Madrid.

PDL. Entonces, usted me explica que las estaciones del año eran muy marcadas, son muy marcadas, y el invierno muy frío.

MLD. Mucho frío; en el verano, calor, pero había que trabajar mucho para guardar para el invierno, tener comida para todos.

PDL. Año tras año.

MLD. Toda la vida es lo mismo.

PDL. Esas vivencias, ¿cómo usted las recuerda? Jovencito, usted trabajando arduamente.

MLD. Trabajando desde chiquitito, hasta que vine pa´ca dizque buscando cosa mejor. Trabajé con un primo mío, en Azua, que vine como agricultor.


Habla del apoyo que Trujillo les dio a los Refugiados Españoles

PDL. ¿Cómo fue eso? ¿Cómo usted se entera de que va a dejar su tierra?

MLD. Ah, sí, fueron allá representantes de aquí, de Trujillo, y habló –claro- con Franco para hacer el intercambio de emigrantes, se nos dijo que nos iban a dar terreno, dinero, mantenernos hasta que diera la cosecha; pero las cosechas nunca nos dieron más que una casita para seis o siete. Nos daba 60 centavos diario, pa´la comida, claro, pa´ mantenernos. Pero uno –tratando de mejorar- viene después, me puse a trabajar en una bomba de gasolina, de empleado, después en otra; después, un primo mío, que se fue pa´ España, me dejó en un colmado, a que yo lo atendieran, porque él se la encontraba mala, a la señora; estuve tres años y pico, y entonces le dije que viniera pa´ que se hiciera cargo de su colmado.

PDL. Tres años y algo trabajando en el colmado.

MLD. En el colmado, entonces vino el dueño, porque era el verdadero dueño, Antonio Franco –que era familia mía- y se hizo cargo del colmado. Yo me puse a trabajar en la Hermanos Pinzón, negociando hierro, chatarra, tuve como varios años, cinco o seis años, y ya. Después de eso gané para hacer mi casita, la hice y aquí estoy.

PDL. Don Manuel, volviendo un poquito atrás. ¿En qué año usted emigra?

MLD. Oh, fue en el 52, 1952, se estaba haciendo la Feria de la Paz, terminando ya.

PDL. Explíquenos esos detalles, por favor: va un grupo de dominicanos, hace una oferta. ¿Dónde se reúnen? ¿Cómo usted escucha por primera vez esa oferta?

MLD. Sí, porque eso parece que corrió la voz en España, de que todo el emigrante que quisiera, que tuviera cumplido el servicio militar, podía venir para acá, que nos lo ofrecieron, ya le dije, que de tractores, semilla, tierra y 60 centavos diario para poderse mantener.

PDL. La oferta era buena, era llamativa.

MLD. Era llamativa, porque nos iban a dar semilla, terreno, tractor, eso era producir, claro, mucho, porque uno agricultor, uno dice, bueno, eso es mejor que aquí.

PDL. ¿Cuántos años usted tenía?

MLD. 25.

PDL. ¿Estaba soltero, casado?

MLD. Soltero.

PDL. Y la familia suya, ¿qué opinó sobre eso?

MLD. ¿Los de allá, de España?

PDL. Sí, sí, la suya, allá, antes de usted venir para acá.

MLD. Bueno, 08-02 ____ opinar, pero yo le explicaba, digo: “aquí no voy a salir nunca de esto, yo voy a buscar mejor; si me va bien, y si no me va bien, yo en dos años vuelvo”. Porque teníamos el viaje pago y todavía lo tengo pago, porque yo no lo busqué nunca, el viaje de regreso a España, eso lo dejó Trujillo para 08-26 ______ siempre, pero yo nunca le busqué.

PDL. Hay una constancia, usted tenía eso en la mano, una constancia.

MLD. Sí, claro, y tiene que estar, seguramente, porque todo el que quería devolverse, podía volver pa´llá. 08-42 No, y vinieron muchos, claro, muchos quedamos pero otros se fueron, y tenían su viaje pago.

PDL. ¿De la familia suya usted fue el único que vino?

MLD. Sí, el único.

PDL. ¿Y por qué no se motivaron otros hermanos suyos?

MLD. No, yo fui el último, el más chiquito de todos, los otros ya tenían su trabajo bien, en Madrid.

PDL. Ah, se habían trasladado ya al centro.

MLD. Sí, 09-16 _____ la tierra de los pueblos, un pueblo pequeño, ahí lo que había era lo que le estaba diciendo, trabajar pa´ comer.

PDL. Que ni siquiera era para suplir un comercio interno.

MLD. No, pa´ eso, nada más; entonces, claro, mis hermanos se fueron, todos fueron cogiendo su camino. Y yo digo: “bueno, ¿qué hago yo aquí?”. Yo, pa´ verme que mejoraba, claro, he tenido que trabajar duro, porque todavía tengo que estar moviéndome, porque el que no tiene, tiene que seguir moviéndose.


Recuerda que muchos españoles volvieron a su país

PDL. ¿Primos, amigos, vinieron con usted?

MLD. No, vinieron amigos, pero se fueron.

PDL. El nombre de sus amigos, por favor.

MLD. Antonio.

PDL. Antonio.

MLD. Eran dos Antonio, y otro, no me acuerdo cómo era que se llamaba, Toribio.

PDL. Los apellidos, ¿se recuerda?

MLD. No.

PDL. Antonio y Toribio, amigos de la misma comunidad, diríamos.

MLD. Sí.

PDL. Que vinieron con usted.

MLD. Y se fueron.

PDL. ¿A qué tiempo usted recuerda que ellos retornaron otra vez a España?

MLD. Oh, a los dos meses.

PDL. No les gustó, no se adaptaron.

MLD. Les daba hasta paludismo, con los mosquitos, en Azua, porque nos mandaron pa´ Azua, eso es muy seco, pero había muchos mosquitos. Uno se fue porque le dio paludismo, el otro se fue también.

PDL. ¿A cuál le dio paludismo? ¿A Antonio?

MLD. A Toribio.

PDL. A Toribio.


De su llegada a Santo Domingo. Expresa que recibían 60 centavos diario para su comida

PDL. Don Manuel, la llegada. Usted dice que lo mandaron a Azua, o llegaron a qué puerto.

MLD. Santo Domingo.

PDL. Santo Domingo y de ahí lo mandaron a Azua. ¿Cómo fue? ¿En velero o en vehículo?

MLD. No, en el mes fue en octubre, el 13 de octubre.

PDL. El 13 de octubre usted llega, en el 1952.

MLD. Debe ser en el 52.

PDL. Más o menos.

MLD. Sí.

PDL. Entonces llega al puerto de Santo Domingo. ¿De ahí mismo lo trasladan, o dura un tiempo acá?

MLD. En guagua, nos mandaron pa´ Azua.

PDL. ¿El mismo día?

MLD. Al otro día, el mismo día, porque llegamos de noche; o tarde en la noche vinieron las guaguas y nos llevaron.

PDL. Un viaje tedioso (risas). Directamente hacia Azua.

MLD. Azua; allá nos tenían preparada unas casitas prefabricadas, de esas de 11-56 ____, de ____ no, planchas de cemento. Ahí vivíamos seis, éramos seis en cada casita; estábamos solos, solo tenían ahí los solteros, el que tenía su mujer, ya le daban su casita aparte, pero nosotros estábamos solos, vinimos solos, pues nos metíamos seis juntos, en una casita.

PDL. Usted estaba en esa casita junto con Antonio, Toribio y otros más.

MLD. Sí.

PDL. Seis.

MLD. Seis.

PDL. ¿Y cómo era? ¿Había condiciones cómodas o apropiadas, a su manera?

MLD. Bueno, cómoda. De los 60 centavos siempre todos teníamos que poner para hacer un chao chao, un cocido de arroz con papa y salchichón, y eso era lo que comíamos.

PDL. ¿Y qué tiempo duró esa situación así, que usted recuerde?

MLD. Tres meses, más o menos. ¿Qué condiciones había?, ahí no había, nada más 13-10____, porque si no nos dieron terreno, no nos daba nada más que 60 centavos diario.

PDL. Diario.

MLD. Sí, eso lo daban cada quince días, pero eran 60 centavos diarios.

PDL. Para repartirlo por día a 60 centavos.

MLD. Claro.

PDL. ¿Iban allá o ustedes tenían que ir a una oficina para recibir ese dinero?

MLD. No, ir a una oficina allá, cerquita, en la misma colonia, en Azua; nada más iba uno allá y le pagaban.

PDL. ¿Y cómo era esa especie de organización? ¿Había presencia militar, o no?

MLD. Bueno, lo único que teníamos era buen médico, médicos que atendían a uno; cuando le pasaba algo, íbamos seguido y nos atendían, hasta dentista, eso sí me acuerdo yo.

PDL. Pero usted no recuerda presencia militar en la zona.

MLD. No, ahí no había militares; claro, cuando había algún tumulto de algunos, pues yo nunca me metía en nada, porque protestaban.

PDL. Ah, hubo protestas.

MLD. Protestaban porque no le daban la…

PDL. Las tierras.

MLD. Claro.

PDL. Dónde están las tierras.

MLD. Dónde está la tierra y dónde está esto, y no hay na´, por eso es que muchos se fueron, porque si no había nada; tenían que protestar, y claro, calmaban. Yo nunca fui a eso, a ninguna protesta, ni cosa de eso. ¿Pa´qué?

PDL. ¿Y supo usted lo que respondían las autoridades: cómo los calmaban, qué les prometían, qué justificaban?

MLD. Decían que sí, que ya estaban, que ya iban a dar: “sí, sí, espérense, que ya, mira el terreno”. Y por cierto, había tractores arreglando después de Azua, pa´lla, antes de llegar a Estebanía, a Estebanía no, a los 14-52 _____. Pero de un día pa´otro plantaron (risas), plantaron plátanos, no sé quién, una compañía buena, llenaron eso de plátano, entonces dijo: “¿Y ahora, y lo de nosotros?”. Cada uno fue buscando su sitio.

PDL. Ah, pero la tierra que los tractores trabajaron, de repente alguien plantó plátanos.

MLD. Platanal, caramba, que Dios lo bendiga, esos eran muy bonitos



De sus primeros empleos en Azua (trabajó en una bomba, luego en un colmado).

PDL. Y la vida de don Manuel ahí, en esa circunstancia, ¿qué usted pensaba, qué decidía?

MLD. Ya le dije, vine a trabajar fue a una bomba de gasolina, después que un primo mío me dejó un colmado, porque estaba enferma la mujer, se fue pa´ España y me lo dejó a mí, el colmado. Estuve tres años y pico, y yo solo no podía atender, había otro conmigo; pero entonces, claro, uno como que no nos llevábamos bien: yo cerrado y él más cerrado que yo, no nos comunicábamos bien. Yo le mandé a decir al primo mío que viniera, que se hiciera cargo de su colmado, que no quería más colmado. Se hizo cargo de su colmado y yo puse después pa´ comprar chatarra, en la Hermanos Pinzón con la (16-32) 20, y me iba bien, me fue bien, porque llegué a conseguir mi casita, de ahí, y eso.


Su traslado a la Capital. De su comunicación con sus familiares

PDL. Don Manuel, volviendo un poquititito atrás, ahí. ¿Cómo decide usted y qué hizo al decir “dejo esto y me voy a otra parte”? ¿Tuvo que notificarlo, o sencillamente tomó la decisión y se fue?

MLD. ¿En España?

PDL. No, aquí mismo, cuando ya deja Azua y va a trabajar a la bomba.

MLD. Ah, no, sí, claro; busqué, vine pa´ la Capital.

PDL. No tuvo que llenar nada, ni nada.

MLD. No, no.

PDL. Salió y dejó eso ya.

MLD. Claro, ¿qué había ahí? La ropa y un ranchito de que vivíamos tantos, pero quedan los otros, se quedaba otro, eso se fue esfumando, no sé qué pasaría después de eso, porque quedaban pocos.

PDL. Ah, cuando usted salió ya quedaban pocas personas allá.

MLD. Sí, quedaban 17-31 ________, pero quedaban menos de la mitad, por ejemplo.

PDL. Para tener una idea numérica; al usted llegar a Azua, usted y los demás españoles, ¿cuántos sumaban, más o menos? ¿Docenas, cientos?

MLD. Como sesenta o setenta, así, porque los otros los mandaban 18-00 pa´ Juanito, otros pa´ otras partes. Ya había antes, ya vivían ahí los que vinieron antes, que los fueron repartiendo pa´ varias partes, entonces los repartieron, después cada uno fue cogiendo su camino.

PDL. En esa estadía, en eso, ¿mantuvo usted comunicación con sus familiares?

MLD. Sí, sí.

PDL. ¿Cómo, cómo era?

MLD. Por carta.

PDL. ¿Era muy fluida? ¿Era fácil?

MLD. Sí, yo mandaba la carta: vivo aquí, estoy aquí, la dirección, y ellos mandaban seguido, siempre.

PDL. Don Manuel, ¿y qué usted le decía a su familia?

MLD. Bueno, que yo estaba bien, después el de aquí le dijo que estaba mal, y claro, me contestaban que qué hacía yo aquí, porque el otro le dio paludismo, pero 18-57 ______ era del mismo pueblo, como le dio paludismo, le dijo que aquí estaba muy mal, que nos estábamos muriendo. Y yo le dije: “No, eso es él, diciendo así porque no le gusta trabajar”, fue lo que le contesté a la familia mía; después me quedé ahí. Ya después me puse en una bomba de gasolina, de empleado, y después ahí, en otra, después de ahí, le digo, el colmado que me dejó el primo mío, fue todo.

PDL. Y de esas cartas, ¿usted guarda algunas? De las que usted recibió, por ejemplo, diciéndole, preguntándole.

MLD. Imagínate, tantos 19-40 años, va a guardar carta de 50 años; y ya ni los viejos, ni nadie, el único que queda soy yo, porque si todos eran más viejos.

PDL. Mientras usted estaba en Azua, porque son detalles muy interesantes, ahí, ¿sabían ustedes, comentaban ustedes de otros lugares, aquí, en la República Dominicana, donde había presencia española? ¿Sabían ustedes, dominaban esa información?

MLD. Sí, en Juanito, eso, en San Juan, para allá había, pero yo nunca llegué a ir allí, pero aquí en la Capital habían, se fueron repartiendo y buscando cada cual lo suyo, a tratar de mejorar. El que no estaba en una cosa, estaba en la otra, los otros se empleaban en tienda, porque sabían más que yo, porque yo lo que hacía era agricultor, no iba a ir a una tienda; claro, poco a poco uno entiende.


Algunas de las familias que llegaron desde España

PDL. Presencia de la mujer, ¿usted recuerda?

MLD. 21-00 ______

PDL. ¿Vinieron con ustedes, o solamente venían hombres, a parte de los de familia?

MLD. Yo me casé aquí con una dominicana.

PDL. Usted se casó aquí con una dominicana. Pero españolas, ¿no vinieron en esas oleadas?

MLD. Españolas no, vinieron españolas con sus esposos, habían algunas.

PDL. Solamente.

MLD. Yo conocí dos o tres, o cuatro, con sus esposas, que ya las tenían allá; pero yo no, yo vine soltero, y otros más.

PDL. ¿Conoció caso de familias completas, de tres o cuatro integrantes, venir?

MLD. Sí, conocí, por ejemplo, Antonio Franco, Caridad Yebra, que vinieron con una hija.

PDL. Antonio Franco, es familia suya, ¿verdad?

MLD. Era, porque ya se murió también.

PDL. ¿Qué era de usted?

MLD. Primos hermanos 21-54 ______.

PDL. Vino con una niña.

MLD. Con una niña y su señora, Caridad Yebra.

PDL. ¿Allá en Azua habían familias, más, dos o tres familias así, con dos o tres niños?

MLD. Había otra, sí, pero no me acuerdo, yo sé que la mujer se llamaba Rosa; pero ya no están aquí; unos se mueren, yo no sé si están vivos ya, hace años que no nos comunicamos.

PDL. ¿La Legación diplomática española hizo presencia, mantuvo lazo con ustedes?

MLD. Bueno, eso había que ir allá, a la Embajada, pero casi nunca fui, tenía que haber declarado luego los hijos, y cosa, y no lo hice, lo hice tarde, después de eso; es un lío grande, por el apellido. Por ejemplo, la mujer mía la declararon cuando ya habían nacido los hijos, le cambiaron el nombre, porque el papá la reconoció.

PDL. Eso le trajo muchos inconvenientes.

MLD. Uuuuj, chele que tenía pa´l abogado, estar arreglando, y no se han arreglado, porque ellos no me han hecho el libro de familia, allá lo saben, dicen: “sí, sí, todo lo sabemos, pero tiene que…”. Abogado y abogados, y abogado, y na´, no tenemos libro de familia.

PDL. Conoció a su señora ¿dónde? ¿En Azua?

MLD. Aquí, en la Capital.

PDL. Ella es de aquí, de la Capital.

MLD. Sí, de Ocoa.

PDL. Ah, de Ocoa.


De la actitud de los dominicanos ante los Refugiados Españoles

PDL. La actitud y el trato de los dominicanos hacia ustedes, ¿cómo fue?

MLD. Fue bueno, porque yo me acuerdo cuando Trujillo, parece que algo le dijo que mucho cuidado, nos trataban bien; sí, porque pa´ mí fue eso, que le dijo: “Ah, cuidao´ con meterse con ninguno de ellos”, porque usted sabe cómo era Trujillo. Yo no me quejo, nos trataron bien, que yo sepa no había queja, muy bien.

PDL. Y un contacto, allá, los primeros meses, allá, en Azua, ¿un contacto directo?

MLD. Sí, estaba bien, todo, estaba muy bien.


Sobre la Guerra Civil Española: recuerda que sus hermanos participaron en ella

PDL. Don Manuel, aunque usted estaba muy jovencito, pero yo quisiera escuchar algún parecer suyo sobre lo que fue la Guerra Civil, lo que le decían sus padres, después, allá, en su pueblo, ¿cómo fue la experiencia?

MLD. Yo era muy pequeño, yo nací en el 30 y la guerra fue en el 32, ó 33, más o menos, no recuerdo. Yo sé que sí, los hermanos míos fueron, habían tres en la guerra: uno se murió, no murió allá, vino a morir a casa.

PDL. ¿Fue herido, un hermano suyo fue herido?

MLD. No fue herido, pero la pasaban mal, mucha hambre, hasta malogrado, vino, pa´ casa.

PDL. Hermano mayor, uno de los mayores.

MLD. Sí, porque todos eran mayores que yo, yo fui el último.

PDL. Eso dejó marcada la familia, en ese sentido.

MLD. Bueno, claro, imagínese, venir a morir a casa, no lo mataron allá, pero venir a morir a casa es una cosa dura, ver un hermano enfermo, y los padres también, claro, tiene que sufrir, cualquiera lo sufre.


De la política: dice que no les interesa. De los años posterior a la guerra

PDL. Aunque muy niño, ya más maduro, más niño, más adolescente, las ideas de su padre, ¿qué comentaba sobre ese hecho?

MLD. Bueno, no me acuerdo que dijera nada, claro, pero según vienen los tiempos así hay que aceptarlos.

PDL. Pero de la política, por ejemplo, ¿qué opinaban, qué decían?

MLD. Na´, que ellos no sabían de eso, ni yo tampoco, yo nunca me he metido en política, ni ellos menos, tampoco, 26-39 _____ trabajar, nada más.

PDL. ¿Nunca escuchó criticar, cuestionar o estar de acuerdo?

MLD. No, allá no, aquí es que he oído 26-48 ______, aquí, pero que eso no viene al caso, claro; para mí todo está bien, porque cualquiera que esté arriba, yo tengo que seguir trabajando; no tengo interés ninguno, ni tenía, nunca he tenido interés en política, para eso hay que nacer para eso y yo no nací para eso, yo nací nada más pa´ trabajar.

PDL. ¿No hubo ninguna actitud en contra de los campesinos de su zona, diríamos de exigencia, de trabajo, de reestructuración, ni nada por el estilo durante los años posterior a la guerra, allá, en la zona suya?

MLD. Ah, allá, bueno, lo que había que trabajar y guardar. Yo me acuerdo que nosotros trabajábamos como dicen aquí, como negros, hasta a los montes íbamos a sembrar, 27-48 _____, para tener, para comer, porque cuando aquella, el que comía pan había que juntarlo. ¿Por qué?, porque de ese 28-01 _____ había que darle trigo, cebada, pan, todo eso.

PDL. Un porcentaje.

MLD. Sí, claro, porque 28-12 ____; nosotros no pasamos tanta hambre porque, ya le dije, como negros, trabajando más, fue duro.

PDL. No, no, me imagino; duro, duro.


Palabras finales. Contactos con España. Agradecimiento y cierre de la entrevista

PDL. Y bueno, anécdota que usted recuerde de esas jornadas ásperas de trabajo, la familia suya, el vecindario, allá, en España. Son detallitos que uno puede recordar así, aunque han pasado muchos años.

MLD. ¿Sobre qué?

PDL. Por ejemplo, de qué hora a qué hora se trabajaba, para poner un ejemplo.

MLD. 28-50 Me levantaba antes de amanecer y hasta de noche, a toda hora, siempre había que hacer algo: había que ir a mojar, había que regar, había que buscarle comida pa´ los puercos, de todo, algo siempre había que hacer, siempre había que trabajar mucho. No había descanso, todo era trabajar, trabajar, y duro.

PDL. Al pasar esos años, ¿cómo usted evalúa esa inmigración, ese proceso? ¿Positivo, negativo?

MLD. Bueno, yo que me quedé aquí debo decir que 29-38 ____ positivo, porque si no, me hubiera ido, porque volver pa´lla, eso es llegar a lo mismo. Pero ya estoy aquí, ya uno se casa, porque al poco tiempo me casé, digo: “¿Y a dónde voy ahora con los hijos y la mujer?, pues ya déjame ir”, y ya tenía este rancho, pues yo ya tengo dónde meterme, que es la base principal. Me fui quedando y quedando, y aquí ya, ya se queda poco, pero a terminar, ya.

PDL. ¿Cuántos hijos, don Manuel?

MLD. Cinco.

PDL. Contacto directo con España. ¿Ha viajado? ¿Con qué nivel de frecuencia?

MLD. Una sola vez, volví una sola vez, porque ya le digo, yo fui el último, se fueron muriendo los papás, se murieron al poco tiempo; los hermanos eran más viejos, murieron también. Queda uno que me sigue a mí, que tiene tres años más que yo; pero llamamos por teléfono cada poco tiempo, porque ya no le escribo, ni él tampoco, sino que por teléfono: “¿Qué hay, qué tal, estamos vivos, esto?”, y ya.

PDL. Don Manuel, usted dice que al poco tiempo murieron sus padres, ¿cuándo?

MLD. Bueno, sería a los dos años 31-05 ______, se murieron.

PDL. Don Manuel, si quiere compartir algún otro.

MLD. ¿Qué le digo? Yo tengo poca facilidad de palabra, ya usted sabe, uno enfermo, ¿qué le voy a decir? Si tiene algo que 31-30 ____, me dice, si sé, yo le contesto.

PDL. Cómo no, agradecido, don Manuel, por darnos esas vivencias, esas experiencias. Ya nos dijo que mantienen un contacto vía telefónica.

MLD. Sí, con mi hermano que me queda.

PDL. Y aquí la experiencia y el contacto como, por ejemplo, otros, al no conocer los detalles.

MLD. No, solamente con la familia, aquí, nosotros. No voy a visitar, ni ellos vienen aquí tampoco, pues no tengo esa comunicación tan fuerte con otros.

PDL. Pues agradecemos. Siendo las 11:05 minutos de la mañana, finaliza este encuentro con el señor Manuel Llanes Delgado, enmarcado en el proyecto Refugiados Españoles en la República Dominicana, por el Archivo General de la Nación, dentro de su labor de investigación histórica.
FIN DE LA ENTREVISTA 21/10/2009

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Voltaire

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