Eran los años cincuenta y sesenta. En Norteamérica se sazonaban las luchas por los derechos civiles, contra la represión hacia l@s afroamerican@s, el movimiento hippie y contracultura, la lucha contra guerra de Vietnam, etc. La represión contra estos grupos era abierta y descaradamente criminal, los asesinatos de líderes por los derechos civiles y los cuantiosos encarcelamientos aún quedan frescos en nuestra memoria. En este contexto los grupos de homosexuales y lesbianas contra quienes las redadas y arrestos eran algo cotidiano ya que los llamados LGBT (siglas que agrupaban gays, lesbianas, bisexuales y transexuales) estaban desprotegidos frente a un sistema legal que los ahogaba de manera brutal, con prohibiciones de mostrar abiertamente sus afinidades y las fuerzas “del orden” actuaban de manera habitual contra aquell@s que manifestaban sus preferencias desafiando la actitud excluyente del sistema.
El barrio neoyorquino de Greenwic Village, por la naturaleza de sus residentes y visitantes, bohemios, artistas de todo tipo y personas abiertas y liberales, era un lugar donde los grupos disidentes y marginales como los homosexuales se sentían bien recibidos y tolerados.
En la madrugada del 28 de junio de 1969 se produjo una de las tantas redadas en el bar Stonewall Inn (en Greenwic Village), pero ante esta acción represiva l@s ciudadan@s se rebelaron y se le unieron los residentes del barrio y otras personas que se enteraron produciéndose durante semanas una serie de protestas que en ocasiones se tornaron violentas.
Esta actitud tuvo trascendencia internacional y significó el fin del silencio de este grupo marginal que hasta la fecha vivió resignado a ocultar su derecho a manifestar su preferencia, empezando una nueva etapa de lucha por la libertad de todos los seres humanos a no avergonzarse ni dejarse reprimir por mostrar su orientación sexual sin importar cual sea ésta.
Apoyamos los movimientos LGBT, feministas, obrer@s y de tod@s l@s oprimid@s y marginad@s, porque somos revolucionari@s y luchamos por un mundo justo donde la libertad sea un derecho inherente a todos los seres humanos, sin exclusiones.
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