Las matanzas que el ejército sirio y las fuerzas de seguridad han ejecutado contra los sirios que protestan en su país no tienen justificación de ningún tipo Estuve tentado de titular este artículo de dos maneras alternativas y ambas en inglés. Una, evocando una canción: “What a difference a daymakes”. Otra, un dicho común en los Estados Unidos que se usa cuando alguien está molesto porque el otro no entiende o pretende no entender: Whatpartyoudidnotunderstand?. . . me explico mejor. 1.-A raíz de la más reciente matanza de palestinos desarmados a manos del ejército israelí con motivo de conmemorar el año 63 de la Nakba, o sea la catástrofe que para los palestinos representó la fundación el 15 de mayo de 1948 del Estado de Israel. Es imposible referirse a Israel de otra manera como no sea esta: Estado Terrorista. 2.- La publicación de los PalestinePaper1999-2010, documentos originales a cargo de ZiyatClot un abogado francés de origen palestino, quien fuera asesor legal de la comisión negociadora palestina/israelí en Annapolis. El publicó “Iln’y aura pasd’Etatpalestinien” denunciando la farsa, los engaños y las trampas de todo tipo que los israelíes y los gobiernos americanos que les apoyan han interpuesto sistemáticamente para descarrilar y desnaturalizar las negociaciones de paz de manera que Israel nunca ha cedido un palmo y la culpa siempre ha caído sobre los palestinos. En un artículo publicado en Al Jazeera, “Why I blewtheWhistle”, ZiyatClot explica todo el contenido de los 1600 documentos secretos y justifica su decisión de revelarlos añadiendo que no se arrepiente de haberlo hecho. 3.- Las revelaciones de Wikileaks mostrando miles y miles de cables con evidencia de la complicidad de algunos miembros importantes de la Autoridad Palestina con Israel para sabotear las negociaciones, alentar la corrupción, legitimar concesiones palestinas a cambio de nada y asegurarse que ningún acuerdo de paz prospere; que la idea de un Estado Palestino jamás se materialice y mientras tanto que Israel siga engullendo aldea tras aldea, barrio tras barrio, vivienda tras vivienda, huerto tras huerto. A la vista de estos hechos, sin necesidad de sumarlos al informe Goldstone, a las denuncias del ex-presidente Jimmy Carter, a las cuarenta y tantas resoluciones de la ONU que Israel ha irrespetado, a la infinidad de videos, fotos, películas y documentos mostrando los asesinatos de palestinos a manos de soldados israelíes o colonos armados;a las declaraciones conmovedoras de los propios soldados y militares israelíes disidentes que están asqueados de los abusos y crímenes que se perpetran; inclusive haciendo caso omiso de las cartas, documentos oficiales e informes firmados por Ben Gurion, Golda Meir, Ariel Sharon y otros jefes israelíes nunca juzgados por genocidio ni crímenes contra la humanidad, repito, a la luz de montañas de evidencia de todo tipo, yo pido, exijo, quiero, reclamo y demando, quiero, deseo y anhelo que me digan, carajo, cualquiera de los que todavía hoy se presta o presta su nombre para la defensa del sionismo, del apartheid y del genocidio, repito, una vez más, con toda la indignación y la rabia:Whatpartyoudidnotunderstand?. Pero no quiero olvidar mi promesa de hablar de una canción, porque, sobre todo, esa canción habla de nosotros mismos, de mi generación, de lo que fuimos y también de otras cosas. En Siria, se nos ha dicho, los palestinos encuentran algún apoyo. Los de Hezbollah en el Líbano cuentan con cierto respaldo y, todo eso, hace pensar, a los que apoyamos y defendemos la causa y los derechos del pueblo palestino, dentro y fuera de Palestina, que deberíamos, en virtud de ese apoyo, callarnos la boca o acudir en auxilio de Bashar el Assad. En tiempos de la Guerra Fría, probablemente lo hubiéramos hecho por aquella historia de que el enemigo de mi enemigo es mi amigo, o aquella otra de que, los trapos sucios se guardan o se lavan en casa. Pero ¡ohh! no. No más. Nunca más. What a difference a daymakes… Las matanzas que el ejército sirio y las fuerzas de seguridad han ejecutado contra los sirios que protestan en su país no tienen justificación de ningún tipo. No puede ni debe inhibirnos en la denuncia el hecho de que el gobierno sirio ayude a los palestinos. Si es así, se lo acreditaremos como una las pocas cosas buenas que hayan hecho, pero no volveremos a encubrir represiones, matanzas, ni abusos no solamente porque es moral e históricamente incorrecto, sino porque además nos pone en el mismo plano que la gente que condenamos porque aplauden la democracia solamente cuando los resultados electorales u otras situaciones de hecho les son favorables. Si no condenamos a Siria por la masacre de civiles indefensos ¿como vamos a condenar a EEUU, UK y otros que rehusaron admitir y reconocer la victoria electoral de Hamás? La doble moral es condenable incluso y preferentemente allí donde parece ser contraria a nuestras propias conveniencias o preferencias. Eso no lo entendíamos antes. What a difference a daymakes . . . |
martes, 17 de mayo de 2011
¡Qué gran diferencia!
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Voltaire
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