Por Rafael G. Santana
El 9 de Febrero del 1966 los estudiantes se concentraron frente al Palacio Nacional. Demandaban un aumento del presupuesto a la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), desocupación de los planteles, reconocimiento del Movimiento Renovador Unitario y la salida de las tropas de ocupación extranjeras.
Testigo de la historia, porque estuve ahí en mi calidad de Secretario General del Distrito Nacional de la Unión de Estudiantes Revolucionarios (UER), cuando me disponía a ayudar a subir a Romeo Llinàs a un balconcito que había en una casa ocupada y remodelada por la Oficina Supervisora de Obras del Estado, un policía trató de impedir que éste llegara a ese lugar para hablarle a los estudiantes. Hubo un forcejeo, el policía con la culata de su arma empujaba a Llinas; un estudiante desde abajo lanzó un vaso de frío frío color rojo, el policía hace un disparo, se produce en corre corre y se produjo un segundo disparo, iniciándose de esa manera un ametrallamiento cerrado desde dentro del Palacio Nacional, la calle doctor Báez y la calle Danae, donde están las oficinas de la Dirección Nacional de Investigaciones (DNI)
Los llantos de las jóvenes eran ahogados por los disparos.
En medio de los tiros se escucha la voz de un oficial decir: Cese al fuego, cese al fuego!!. Cansado de dar la orden que no era obedecida repitió... Coño, cese al fuego, cese al fuego!!. Y se retiró buscando la escalinata del Palacio Nacional.
Los resultados: En el acto cayeron asesinados los estudiantes Antonio Santos Méndez, Miguel Tolentino, Luís Jiménez Mella. Recibieron heridas graves las estudiantes Altagracia Amelia Ricart Calventi, Brunilda Amaral y Antonio Pérez (Tony).
El14 de marzo muere en San Antonio, Texas, Amelia Ricart, mientras que Amaral y Martínez sobrevivieron quedando en sillas de ruedas como ejemplos vivientes de esta masacre.
Estudiantes heridos: Freddy Antonio Cruz, José Ramón Casimiro, Griselda Zorrilla, Miguel Núñez, Juan Castro, José María de la Cruz, Víctor Ramírez, Jaime Tomás Estrella, Cipriàn de Jesús Báez, Modesto guzmán Castro, José Javier Solís, Vinicio García, José Zabala, William Pérez, Ernesto Caamaño, Roberto Ramírez y Evita Germàn.
Este 45 aniversario a las 10 de la mañana frente al Palacio Nacional se reunirán los ex dirigentes estudiantiles sobrevivientes de la Unión de Estudiantes Revolucionarios, Juventud Revolucionaria Social Cristiana (JRC), Grupo Fragua, Bloque Revolucionario Cristiano (BRUC) y Juventud Radical Revolucionaria.
Luego de el acto protocolar se colocará una corona de flores en la pared del edificio de la Oficina Supervisora de Obras del Estado y desde allí se llegará caminado al cementerio de la avenida Independencia, donde está enterrada Amelia Ricart Calventi
En la tarde en el liceo experimental Altagracia Amelia Ricart Calventi se hará un acto para recordarla y con ella a todos los caídos.
Lo único que se puede decir es que a pesar de haber pasado 11 gobiernos no se han cumplido los objetivos del Movimiento Renovador Unitario. La UASD no recuerda como se debe a los caídos y haciendo acopio de una política del olvido en el liceo experimental, algunos de sus profesores hostigan la celebración de ese dìa.
Que bárbaros y que ingratos porque si no hubiese sido por el 9 de febrero de 1966 ese liceo no existiera ni mucho menos la UASD fuera una universidad abierta y plural donde los pobres pueden educarse. Antes del 9 de febrero de 1966 en la UASD tenían derecho a educarse los hijos de papi y mami o los allegados al régimen del dictador Rafael Leonidas Trujillo Molina.
Recuérdese que existía la Guardia Universitaria comandada por el entonces bachiller Leonardo Matos Berrido, el homicida de la pelota profesional.
Es bueno recordar para que no se repita como se deja constancia en un afiche del 40 aniversario del ametrallamiento.
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