Lugar de entrevista AGN
Fecha de la entrevista 2006-11-15
Investigador: Jesús Díaz y Ponssy Alexis
Parte 2
Bancos y monumentos históricos minados por las Fuerzas Constitucionalista (Sto. Dgo. 1965)
Jesús Díaz (J D.) Los bancos de la zona constitucional estaban minados, que incluso se dijo como amenaza a la Fuerza de Ocupación que tenían penetrada el área y eso los detuvo.
Montes Arache. (M A.) Eso fue parte de la estrategia que se empleó precisamente para contener el avance porque nosotros militarmente nunca podíamos detener esa fuerza tan poderosa, con tanto equipo y con tanto material. Una de las cosas, que dicho sea de paso tenía comunicaciones, comercio y lo más importante que era el patrimonio cultural, que era más que los bancos de la humanidad, a ellos se le hizo una vez, a los bancos que a ellos no le hubiera importado un bledo los bancos, pero hizo saber que estaba minado La Catedral, La Ruina, pero esa acción le correspondía a la Escuela de Hombres Rana, eran los que tenían explosivos y los que podían hacer el trabajo, y se le hizo saber a ellos, quizás por eso fue que el 15 y el 16 que nos sometieron a un fuego, un fuego intimidatorio, un fuego de combate, es decir, tuvimos muchas bajas, es verdad, pero no fue el fuego para que con ese poderío que ellos tienen no tomaran la capital. Ahora, se le había dicho que sí se le iba a volar lo primero que era la Catedral Primada de América, con cierto sitio eso quizás pudo haber sido un freno para ello, pudo haber sido, porque ellos no sabían dónde estarían ni qué se destruiría de la Catedral. Ahora, de los bancos, qué había también decidido, pero esas decisiones se le habían tomado en la Escuela de Comando con el personal militar, que eran los cinco que estaban actualmente entrenados para ese fin.
J D. ¿Pero no hubo explosivo?
M A. La Catedral sí poseía, en 2 ó 3 bancos sí.
J D. ¿Se colocaron explosivos?
M A. La Catedral del nuevo mundo ya eso era algo que no iba a desaparecer del sitio eh, pero podría producirle daños irreparables ante lo que era La Catedral, bien, ¿Qué teníamos nosotros solamente? Dinamita, ¿Y le podía ser la dinamita una caja de seguridad a un banco? No, es como tú ponerle un cohete chino aquí, un cohetito chino que a lo mejor lo manche, ahora, si usa otro explosivo, sí le hace daño, pero empleando porque qué trajeron ellos, que nos sirvió algunos de los vehículos que le quitamos posteriormente, ellos trajeron ese cuarto aquí, pero todavía no teníamos ese cuarto, ahora, de las primeras que cayeron aquí sí se le hizo saber que teníamos ya, porque había un poco y a partir de eso jamás cayó un vehículo de ello con material de esa calidad, esa es la verdad.
J D. Tomaron la provisión.
M A. Recuérdese que ocurrió algo que el primer uso del C-4 en este país ocurrió con la Ferretería de los Hermanos Guerra, la destrozaron totalmente, todo lo que se empleó ahí fue C-4.
J D. ¿En qué lugar fue?
M A. Eso fue creo que por la Amado García, pero de aquel lado ya, fuera de la Zona Norte, eso fue después de la invasión de ellos, el primer empleo de ese material fue en esa ferretería, que dicho sea de paso, lo que viene posterior es, entre ellos Salvador Jorge Blanco, a Héctor Aristy, que pagó la Guerra, no sé a cuantos más, pero a los ciegos, a los tierra.
J D. ¿No le pagaron?
M A. Jamás le pagaron nada, cosas de la Guerra.
J D. ¿En vez de decir que iban a dinamitar La Catedral?
M A. Cierto punto.
J D. ¿Algunos puntos y algunos bancos?
M A. Algunos bancos y el Monasterio este, 2 ó 3 monumentos que teníamos aquí en la Zona, allá abajo, San Diego que eran naturalmente cosas que era prácticamente la casona de un virrey y luego se tuvo en consideración ante lo que podía causar por ser patrimonio de la humanidad, eso sí se le hizo saber deliberadamente y a partir de ese momento ya ahí no había, porque podía mandar cualquier tipo que estuviera husmeando, que aunque hubiera sido difícil podía determinar con el permisismo que ellos tienen donde estarían, pero ahí no se le permitía la entrada a nadie ya hasta cierto modo.
J D. ¿La seguridad del banco y de toda el área que estaba a cargo de los Hombres Rana?
M A. No, había muchos comandos civiles, pero siempre con Hombre Rana.
J D. Porque también nos dijeron que se habían puesto tanques de 55 galones plásticos, llenos de combustible y arena, aceite, no sé cuál es la combinación que usan, por lo menos se le hizo saber a la fuerza de ocupación, en caso de que ellos penetraran se disparaban los tanques y alguien estaba encargado de eso, pero eso iba a hacer nada más que fuego.
M A. ¿Cuál sería el efecto que haría esto? Yo quisiera que me haga una demostración de eso a ver si no hay que matar los mosquitos, para encomendárselo a Salud Pública, para ver si combatimos el dengue, esas son de las cosas que se hablan, pero realmente los ciertos conocimientos es que yo me hago la pregunta ¿Qué causaría esto, qué efecto causaría?
Deserciones y bajas en las Fuerzas Constitucionalistas (Sto. Dgo. 1965)
J D. ¿Y de las deserciones? Hasta ahora por ejemplo todo el mundo plantea las cosas como perfecta, y es un poco extraño porque parece muy de novela, pero es interesante que usted planteara así marginalmente hablando, sobre que hubo deserciones, ¿Se dieron, donde se dieron, cómo se dieron?
M A. Es natural. Fíjate, ubícate tú en esa situación, cuando tú estás acostumbrado a ser en tu forma de vida siempre has sido, de pronto te ponen que donde tú vas a la Escuela te salen con ¡qué es esto, qué diablo es esto!, no lo has visto nunca ¿verdad?, retrocedes, te vas por otro lado, cuando nosotros nos vimos enfrentados en el desplazamiento ese del Puente Duarte, 11:30, 12:30, a partir de ese momento yo vi lo que nunca había visto en ninguna parte, hombres destrozados, destrozado, porque alguien dice que saquearon dos manojos, el General Ramiro Matos dice que no fue combate, entonces y si no fue combate donde se arqueó Aviación e Infantería y Marina, a qué le llama él, digo, el criterio lo respeto, porque es un oficial brillantísimo, pero, que caray, ahora, él sí puede, porque él fue una baja de Guerra, él fue herido por defecto de un disparo de un cañón, algo así, yo vi hombres ahí que tiró bombas ahí lanzadas por aviación, pero eso fue que destrozan un hombre, yo vi hombre partido, y como yo muchos, eso produjo, yo puedo decirlo con suficiente veracidad, que nosotros sufrimos una deserción de un 80%, más o menos por ahí, por razones, porque no todos fuimos entrenados, yo por lo pronto no fui entrenado para la Guerra, pero el grupo que yo tenía aquí tenía otra calidad, y no flaqueara uno, otro, pero eran tan pocos, aquellos que no tenían oficiales al mando porque eran pocos oficiales que estaban, hubo sí muchas deserciones.
J D. ¿En cuál de esto por ejemplo se contacta que hubo deserción? Dice en general 80% más o menos, pero en qué actividad por ejemplo. ¿En el Puente hubo deserción?
M A. A partir de ese momento y es natural, esa es la verdad.
J D. ¿Y por la parte de conducción de especiales?
M A. El que estaba discutiendo en la embajada norteamericana, cuando los norteamericanos, que ahí está publicado en un libro que salió, lo estuve repasando, muy bonito por cierto, cuando el embajador norteamericano conmina a Caamaño y a los oficiales que están ahí, que se rindan, que están perdidos, ellos tenían razón. De acuerdo a lo que recibían, las versiones que estaban, porque ya lo que había de nosotros ahí, en pocas horas sí habíamos sido diezmados, nos compraron con un aliado poderosísimo que fue al caer la noche, que no solamente no fueron mujeres, yo no sé si fueron mujeres porque eso no lo vi yo, pero sí estaba en la Zona, pero al otro día lo que yo vi, más que esos hombres destrozados por la ametralla y por los cohetes, fueron los hombres muertos de infantería del CEFA, muerto, o a acuchillada, o a palo, y yo no oí muchos tiros por la noche, un tiro más que otro, al otro día así mismito muchachos con fusiles, que costó quizás de mucho de ellos porque se iban a causar la baja ellos mismos, ¿Cómo lo consiguieron? Matando soldados y esos fueron los que repelieron realmente el cruce de la infantería más que el enfrentamiento de los soldados, esa es la verdad, ronda y bironda como dicen.
J D. ¿Se dio siempre o hubo la decepción, o hubo algún momento en el cual ya las Fuerzas se estabilizaran y la deserción bajara?
M A. Mucho, mucho, después de establecido el centro y tomando la posición que tomó el gobierno constitucionalista, porque se podía esperar uno que otro que no eran tomado en cuenta, ni los nombres han transgredido, cualquier cosa, cuestión de familiares, cuestión de lo que fuere, pero ya no se esperaba, sino que ya se había operado que había creado una especie de orgullo, de estar dentro de la zona, ya de ahí para adelante no había paz, por eso es que yo te digo que los constitucionalistas pueden llamarse con mucha razón “El escarmiento de la debilidad Nacional” Porque después la misma población, estando ya ocupada del otro lado venían gente con su carro lleno de gasolina a darnos gasolina a nosotros, traían dinero, traían combustible y eso es algo que hay que resaltarlo, fue muy bonito, pero hay algo que hay que hacer notar también, que la zona que defendimos nosotros contra viento y marea, todos sus intereses, nunca ha habido una organización que haya hecho un reconocimiento a la honradez del gobierno constitucionalista, nunca lo han hecho, pero no importa, no estábamos para eso.
J D. Usted nos dijo la otra vez que se hacía un vale y se dejaba ahí.
M A. Y sus intereses fueron preservados todos, fíjese que hubo un oficial que fue muerto, Oscar Santana por defender un puesto de pollo, óigame eso, por defender un puesto de pollo y el que cometió el hecho, ese sí fue llevado, y fue fusilado pero por ladrón y asesino.
Enfermedades
J D. Hay un elemento comandante que nos salió desde que estamos haciendo preguntas muy puntuales. Nos reportaron por ejemplo que hubo casos de enfermedades mentales, no severas, pero paranoias, depresiones, por lo cual algunos incluso oficiales fueron llevados a consulta y hasta a internamiento en el Padre Billini. ¿Algún oficial usted conoció de esos?
M A. No, yo no, podía darse el caso, como es natural, estamos acostumbrados a hablar siempre con un mismo material, y se puede dar el caso simple y llanamente que une pregunte ¿Ven acá, y por qué este cambio? Y esos son como seres humanos estamos sujetos a hacer esas eventualidades, y podía ser que como cinco o más, pero podía darse el caso.
J D. Probablemente llegó hasta 6 los casos de internamiento.
M A. Podía ser.
J D. Con tratamiento, y después sí consulta si hubo poco más de 15.
M A. Y considero que era poco dado el giro que hemos tomado de lo que se pretendió a lo que cómo se desarrolló esto de la noche a la mañana, yo creo que sí.
J D. La frustración y eso, y los casos que se reportan son casos muy asociados al evento, la versión del doctor Tirso Mejía Ricart, que acababa de regresar de Alemania con una formación precisamente en el área, bueno, porque es la primera vez incluso que nos reportan que se dieran esos casos, confirmé con el Doctor Uríbes si hubo, incluso él me citó el caso de un amigo, pero ya éste particularmente tenía problemas previo, incluso él mismo acompañó otro social a tomar medicina de alguna forma, para tratamiento.
A P. ¿Y tiene caso de otros tipos de enfermedades ya que se hayan provocado?
M A. No, no. En esto, fíjate, en esto parece que hubo bastante, no sé, pero no hubo ninguna disidencia, no hubo ninguna enfermedades de esas que se presentan periódicamente, es más ni la gripe.
J D. De diarrea sí me han hablado.
M A. Podría ser, dada las condiciones que vivíamos, por dos razones; una era la condiciones de que el locrio de Pica Pica y esto, y agrio (Se ríe).
J D. El bacalao, un bacalao viejo.
A P. La leche, ¿Cómo era la leche?
J D. La Leche Bamby.
M A. Ya imagínese.
J D. Que esa era la que traían ellos de allá.
Diario vivir/ Cotidianidad
A P. Y ya que estamos hablando de eso podíamos introducir cómo era la cotidianidad en la Guerra, el diario vivir, un día normal.
M A. Mira, yo puedo decirte una cosa, que si buscamos para establecer comparaciones, en individual, no creo que ningún testamento que se pueda leer de Revoluciones, que se hayan operado en ninguna faz de la tierra, y bajo ninguna circunstancia, haya habido una Revolución que se parezca lisonjeramente a ésta, oiga, lisonjeramente, por el romanticismo que empleamos, respecto a esta receta, dentro de la zona era un delito hasta el contenerme de la parranda, hubo matrimonio que se celebraron y hubo comando que llevaron cierto personaje, hombres y mujeres presos por estar bebiendo de noche, que no podían estarlo.
J D. ¿Porque había ley seca?
M A. Yo te digo que ningún, porque hay una cosa, es que todas las Revoluciones son radicales, y dejamos saber hecho muchas cosas, conociendo la Revolución esto es algo feo decirlo, se hubiera aplicado una sepcia a esos individuos que inquirido intereses fatales siempre en el país, que los únicos que han pensado en ella han sido muchos mortuorios, si en la salubridad del pueblo, si en el bienestar del pueblo se hubieran hecho 3 ó 4 mil tumbas de ellos yo creo que hubiera cambiado un poco el país, pero no se hizo, gracias a Dios.
Alimentación
A P. En esa misma parte ahí como era la alimentación,
M A. Ya eso lo sabe, que ahí sí hay que destacar la Mujer, esa muchacha no fallaba en mente, en la atención de sus deberes, ahí no faltó nunca la comida, nada, pero se comía, y se comía más de una vez al día, no digo que era repetitiva, pero no había otra cosa y a falta de pan, cazabe.
J D. Era mucha Pica Pica, decía usted.
M A. “Anda pa´l caray” (se ríe).
A P. Además de la Pica Pica y eso, ¿qué más se comía?
M A. Muchas veces aparecía porque cuando se ordenó 3 días con tunda, que esos fueron daños de Guerra pagados, para que usted vea hasta dónde llegó la honradez, daños a los dueños de almacenes que todo lo que fuera comestible, aparecían entonces la jamoneta, eso era en el período navideño, pero aparecieron también ciertas cosas, porque habían otros que traían cosas que nadie lo quería, una serie de cosas que se comían y otras que no se comían, pero eso era todo.
A P. ¿Comían más de una vez usted nos decía?
M A. Si.
A P. Desayuno, comida y cena, las tres calientes
M A. Invariablemente.
A P. Además de estos almacenes, precedía la comida de otro lugar.
M A. Es lo que yo le digo, muchas veces, y en eso se portó de una manera muy digna la población dominicana que venía, se consta, no le iban a traer a todos, pero 40, 50, 60, 70 carros que dejaban pasar, previo chequeo, había siempre comida, había gasolina y había dinero, que ese era el soporte de la Revolución, uno pregunta ¿dinero para qué? Para muchísimas cosas que fueron después posteriores para mandarle a Héctor de un lado de otra, digo, ya eso lo sabe lo que era el mando de control que era en la esquina de Caamaño, pero lo que es el control de abastecimiento, de comida, se hicieron con los religiosos el control de comidas, cierto tipo de comida.
M A. Hubo un detalle que le voy a decir de una casa que eran de ahí de Santa Bárbara, que un día me llaman a mí, después de la Fortaleza Ozama, ¡que allí hay unos padres que van a fusilar!, digo, pero esto es el colmo de los colmos, y salgo corriendo para allá, porque unos muchachos de esos cabeza caliente de la casa Velásquez habían roto y se habían llevado unas cuantas cajas y se la estaban inyectado, y los padres lo iban a fusilar, los que estaban en Santa Bárbara, ¿cuáles son?, todo el material de los almacenes quedaron bajo el control de los curas, que reclamaran ellos ese puesto, yo no sé, pero me constan que se le pagó, pero esa vez no se la tomaron los combatientes o se le devolvió o se le pagaron, yo no sé que fue, pero creo que se le pagaba, y todo el que se retiraba se le pagaba.
J D. ¿Pero Balaguer no hizo honor a esos?
M A. Que conste, yo no sé si se le hizo o no se le hizo honor, porque uno no estaba atento en esas cuestiones, ni me interesaba en nunca después de la Revolución, simplemente, lo que yo cuidaba como ministro sí, que me llevaban, que esto se pagó, nunca dejé de dar un memorandum por escrito, para cualquier cosa que suceda.
El aseo personal.
A P. Siguiendo ahí mismo con la cotidianidad. El asunto del aseo personal, ¿Cómo era, había agua potable?
M A. Si, y vivíamos un mundo a oscura pero no porque faltara luz, había luz, pero por seguridad nosotros manteníamos el bloqueo, pero la nevera funcionaba ambiente, los freezee funcionaban y esa era una de las ventajas que teníamos nosotros.
J D. ¿No le cortaron agua y luz?
M A. No, en ningún momento, para que tú veas.
J D. ¿La oscuridad era cuestión de estrategia?
M A. Por nosotros mismos.
A P. Hay dos cositas más, son dos preguntas como ya un poco personales, pero dentro de lo que se ve en el diario vivir y es sobre ¿Cuál fue su mejor día y cuál fue su peor día en la Revolución?
M A. Yo te voy a decir una cosa, he tenido dos momentos muy, muy desagradables; el asalto al Palacio, nunca lo olvidaré por la cantidad de hombres que murieron, era un período de tiempo tan relativamente corto, porque nunca estuve de acuerdo con eso, voy a respetar todo lo que se realice y se hizo espalda mía, uno; y el segundo fue el más apretado de todos los días porque, porque todos los otros los veía más como el fuego de la juventud, porque para mí era lo que me gustaba quizás, el Matún, que también estuve negado pero cuando vi la realidad de lo que había en el Matún, que quiero dejar constancia de una cosa, que como por suerte no lo han sabido tanto de estos muchachos, fabulistas y dicen que hasta se hizo reuniones de estado mayor.
El Matún estuvimos, porque este teatro de Guerra se realizó para acabar con los permanentes, estuvo planificado, estuvo planificado desde la salida de Haití, tanto que si ellos se deciden hacerlo en la carretera hubiera sido un éxito total, porque existía la impunidad total cómo podía operar desde dos robos con sacos, no quedaban nada, la cantidad de hombres que iban no hubieran quedado nada, ni vehículo ni nada, pero me dijeron carcelario que fue en Santiago, ¿por qué Santiago?, no sé, no sé, Santiago no tuvo una sola representación de un comando aquí. Cuando el Matún se presentó, la noticia corrió, hubo muchos chistes de Santo Domingo que regresaron, incluso de la capital aquí y casi iba la República a esconderse, en Santiago no se tiró ni un cohete chino, ¿por qué?, no sé, ahora, ante dirigente de lo que estaba e iba a pasar yo volví y me tiro cuando a Francis le dije, mira, ahí esto, ahí esto, ya no podía yo echar para atrás y los únicos fusiles que lleva la Revolución son los que yo llevo, porque había un memorandum que tenía, que se hizo, que se prohibía el uso de armas largas llevarlas, solamente las armas cortas. Lo que iba a decir ahorita, que por primera vez le estoy diciendo a ustedes un detalle, que había un compañero de Academia que me reservo el nombre, para él es parte de lo que yo voy a escribir, que estaba en Santiago, que él todas las espoletas de los morteros que se iban a emplear, solamente con cuatro morteros, cuatro morterazos que hubieran colocado sobre ese Matún ahí se acababa todo, con cuatro morteros eh, con 4 obuses de mortero, él escondió las espoletas de los morteros y no se pudieron entrar los morteros, porque cuando se dan cuenta de lo que va a acontecer, hacían lo suficientemente hábil para, ¡no, pero por donde está esto!, él casi en los momentos de acción, cuando se trajo a la Fortaleza y ese tipo hay que tenerlo a él y darle un recordatorio especial, sobre todo nosotros los que estábamos en el Matún, hubo un momento en que estuvimos rodeados porque usted sabe, la aviación tenía o el mando ese, estaba siguiendo tan de cerca lo que iba a pasar en Santiago, entonces bajaron un batallón de fusilero una semana antes con una característica especial que todos los soldados que iban para allá, tenían solamente, no, déjenme subirle el record, ah, usted tiene tanta falta, calificación, tirador, experto y portero.
J D. ¿Eso se realizó con una semana de antelación?
M A. Una semana antes trasladaron ese batallón a Santiago, una semanita antes.
J D. ¿Seleccionándolos?
M A. Que fueran tiradores pero porteros, porque iban a cazar paloma allá.
J D. Esa expresión de cazar palomas, surge en la Guerra, alguien invitaba a cazar paloma, ¿usted la recuerda?
M A. Si, si
J S. Eso lo reporté yo, que incluso ustedes la invitaron en una ocasión a cazar paloma, pero eran palomas del otro día.
J D. Y quién era ese empleado, ¿se puede saber?
M A. ¿Cuál?
J D. El que retiró la espoleta de los morteros.
M A. Te lo voy a decir porque para mí es un tipo que merece, todavía creo que está vivo, era el compañero de Academia mío Francisco Armando Coradín Denesario Jamás a abierto la boca.
A P. Pero él no estaba en La Fuerza Constitucionalista.
M A. No, no
J D. ¿Usted dice que está vivo?
M A. Creo que sí. Yo le voy a indagar a ver si él está, no sé, pero creo que no ha muerto porque ya lo hubiera sabido.
A P. Hasta ahora estamos hablando de los peores momentos para usted.
M A. Ese fue para mí el peor momento, porque hubo un momento en que dando, rodeado por artillería, para la artillería móvil que eran los tanques, una cantidad de soldados que nos abrumaban a nosotros en cantidad, y la posición que teníamos eh, no podía darse mejor escenario, lo único que siempre Dios tiene sus ojos de compasión y amor, no hubo lo único, del lado de nosotros desgraciadamente por causa y efecto del disparo de un proyectil, el proyectil no estalló, eran perforante, rompió pared y al coronel Lora Fernández le llevó una parte de la cabeza, el sargento Peña, el Coronel Lora Fernández y un policía infiltrado, del otro lado, cuántos hombres cayeron, se calcula que sobre 180 y pico de hombres.
J D. 203 Según un dato que dio Enrique Pérez y Pérez.
M A. Digo, por ahí está, mire, hay una cosa, sí había determinante, que ahí no había mando dirigiendo esa tropa, sí había determinante, que la moral no fue la misma, ante las razones que están acusados y los datos que vienen a atacar, unos defendiendo la vida y otros, pero agarrar la presa.
A P. ¿Y sobre su mejor día en lo que fue la Guerra de Abril?
M A. Cuando terminé todo ese día (Se ríe). Mira, yo te digo una cosa, ya era cuando había terminado, que se determinó que realmente se había asignado el acta de conciliación, que se había establecido que mediante el acta de conciliación, los soldados podrían regresar, todo eso fue como una especie de sueño, que todavía sigue siendo sueño.
A P. Y que para muchos se convirtió en una pesadilla negra.
M A. Mucha, porque hubo después de eso una repaleación y una casería de brujas que, todos esos hombres murieron después. Pero hubo unos acontecimientos brutales, que eso es lo que debe saber esta juventud, y quizás si ustedes me lo permiten, aprovechar para hacerle saber una cosa, de que sobre todas las cosas, que luchen, luche, luchen siempre, por no perder nunca ese don que nos ha dado el creador que es el verbo, lo que no se quedó con el verbo las armas nunca la van a conseguir, las armas lo que crean es estas escuelas de odio y de divisiones, de maldad, todas las consecuencias, y que luchen siempre por no perder el don de la palabra, porque el que pierde el convencimiento por el verbo difícilmente lo consiga por las armas, lo impone por las armas, pero no convence como el verbo, ni pone decisiones con la puerta.
J D. Palabra más poderosa que un cañón.
M A. Toda la vida.
Combatientes extranjeros en la Guerra de Abril
J D. Una versión nos dice que Andrés Rivier no estaba aquí precisamente por cuestiones militares, sino que fue una cuestión circunstancial.
M A. Andrés Rivieri, yo lo conocí ya precisamente poco de un mes o dos antes del inicio de la Revolución, y Andrés Rivier había sido de esos soldados que había estado en Indochina, …, magnífico soldado también, él no era entrenador de la Escuela de Comando pero se hizo amigo de Illio Capocci, Illio Capocci fue que me lo presenta, y dice, él está asociado con los grupos que planificaban, conocí algunos allá en París y eso ha determinado que esa amistad, pero aquí jamás habló de relación con ellos jamás, pero fue muy buen soldado.
J D. ¿El servicio era un ataque, un atentado?
M A. Sí, lo que él estaba era que estaba ligado a lo que eran los grupos opositores.
J D. Uno creía que era parte incluso de los Hombres Rana, y así se ha vendido.
M A. No, no, a él lo mataron porque teníamos la misma estatura, vestíamos siempre lo mismo, y a él lo matan desde Santa Bárbara, un Francotirador, en la Isabel La Católica frente a donde estaba el correo, un tiro certero, en el carro mío andaban Rafael Ubiera, que era ayudante mío, que iba cuando digo ¡vaya y háganme esto en tal sitio, ahí!, cerca de los bancos, cuando me llega la noticia que mataron a Rivieri, un solo disparo le pegaron.
J D. ¿Con relación a los Rana recibimos la versión de que había un ranger entre los ranas?
A P. Del grupo de los que se mencionan como combatientes extranjeros, hay la versión de que dentro de ese grupo, como ya sabemos, había un comando haitiano, estaba el mismo Andrè de la Rivière, Illio Capocci.
M A. Óyeme, Illio Capocci, y todo el grupo de los entrenadores fueron contratados como entrenadores por Trujillo, para la creación de la Escuela de Comando, tanto que cuando se inicia el Acontecimiento de Abril, yo los reúno a todos, digo; señores, en virtud a que está eso, a su embajada hasta que se sepa, lo único que, permítame decirle una cosa, yo le voy a decir a ustedes, lo que me dijo a mí el embajador, “El hombre no elige, no tiene potestad para elegir el fin donde va, pero sí sabe donde queda el morir”, le hizo saber al embajador que él se quedaba, y que era un peligro pero que era decisión de él y aquí murió, ahora, ninguno, no hubo nadie que tuviera, que no fuera contratado por el gobierno de Trujillo, en el entrenamiento en la Escuela de Combate. Es más Mamoro Matsunaga vino al país contratado por este gobierno y se quedó, porque Mamoro era profesor de judo, profesor de karate, que las artes marciales no es para competencia sino para eliminar hombres, vino un karateca italiano que se llamaba Illio Golpi, que ese era el instructor de karate, y es decir que, fuera de ahí no hubo ninguno que esos que yo nombré.
A P. Pero ya dentro de lo que es la Guerra de Abril, no participó, no hubo la participación de ningún extraño, o ningún combatiente norteamericano del lado de la Fuerza Constitucionalista.
M A. No, negativo.
Ayuda internacional (Sto. Dgo. 1965)
J D. ¿Hubo ayuda de Francia, a los constitucionalista?
M A. No, no, Francia fue la Nación que tuvo a la cabeza del mundo en defensa de los constitucionalistas, la nación que estuvo a la cabeza del mundo, y esa es una cosa curiosa, que cuando el debate este del 14 y el 15, del 13 al 14 hubo una reunión del mundo ante la ONU, donde se plantea el caso al cese del fuego inmediato, el embajador norteamericano que era Adelaid Stevenson, era un viernes, y al mediodía dije, bueno señores, como es viernes hoy se está planteando esto, este dato lo supe yo cuando fui a París, como hoy es viernes vamos a dejar el fin de semana y el lunes reanudamos, pero estamos sometidos al fuego eh. El embajador francés, el señor embajador, las intuiciones que yo tengo del presidente, que era De Gaulle es que hasta que no se llegue al punto que nosotros sustentamos que es el cese inmediato al fuego, yo no me muevo de este asiento, y lo secundó Rufo, tuvo que llegar cese del fuego el viernes eh, o al otro día que se suspendió, esa fue la posición de Francia.
J D. ¿Y qué otra ayuda dio el General De Gaulle?
M A. Oh, se dice que una vez mandaron ayuda que fue confiscada, la repartieron por esos lados, así que el apoyo palmario lo recibieron siempre del campo el diplomático, también ese que una vez mandaron aprovisionamiento y vieron lo que hicieron, que se quedaron por ahí, que eso se perdió.
A P. ¿Y ahí mismo, qué otros países se mostraron en la misma postura de Francia y Rusia, que usted dice? Latinoamérica en ningún… no…
M A. No, desgraciadamente, fíjate, somos los países, esta es la matriz de América, porque aquí en las América primera isla, primer barco que se hunde, primer universidad, primera Catedral, primer asiento de gobierno, primero en muchas cosas, y de muchas cosas, al sur del río Bravo cuantos Golpes de Estado se dieron antes del 65, yo no sé cuántos, pero no menos de 25 ó 30, y ese legado que regía, establecía el orden de derecho de la Nación, que es el Acta Constitutiva de la OEA, para no dejar de ser los primeros por primera vez en el mundo se viola esa carta eh, aquí, primer enunciado no intervenido en los asuntos internos, segundo enunciado; La no intervención armada, óiganlo cómo es, le respetábamos los jefes, lo mandaron para allá y a qué gobierno llama ellos para apoyar la brutalidad de la invasión a los gobiernos menos representativos democráticamente, y nos acusaban de que estábamos filtrados por comunistas, quién apoya, los gobiernos menos representativos, democráticamente, esos son los que le dan el visto de legalidad, que es lo que forma la FIP.
viernes, 7 de enero de 2011
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No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlo.
Voltaire
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