viernes, 14 de enero de 2011

Testimonio de Fiume Bienvenida Gómez Sánchez


Lugar de entrevista AGN
Fecha de la entrevista 2007-03-20
Investigador: Pedro de León
Proyecto: Voces de la Revolución de Abril

La profesora Fiume Gómez interpreta el Himno del 14 de Junio durante el reconocimiento que le hiciera el Archivo General de la Nación.
En la fotografía Cristina Díaz, Fiume Gómez (micrófono en mano), Gicela Mercedes, Venecia Juan.

En la Revolución en la Academia. Experiencia. Fidelio. Anécdota. Cristinita Díaz, San Francisco de Macorís. Sobre la Guerra, Juan Miguel Román, explica, cotidianidad; lavado, comida. Otras mujeres. Toma Palacio.

FGS: Y yo recuerdo que yo me cambiaba bien cuando iba para la Victoria, porque tú sabes que “el hábito es lo que hace al monje” pero tenía que andar, no ibas a andar como una loca, y tengo una experiencia con respecto a eso, y fue en la insurrección de Abril del 65, Fidelio Despradel me manda a llevarle un material a Luis Genao Espaillat, que era dirigente del partido y lo habían cogido preso, entonces, él pedía una maquinita de afeitar, que esto, que lo otro, que se yo que, y recuerdo que Euclides Gutiérrez era mi vecino, mi amigo y era vice ministro de Interior y Policía, me dio dos sacos de arroz, que se yo que, pantalones, de todo, pero yo cometí el error de buscar un carro grande y el carro estaba de lado de la carga que tenía el baúl, pero nos fuimos bien cambiadas, me acompañó Cristinita Díaz y otra compañerita, creo que es Marisela Germán, que fue con nosotras, y nos cogieron subiendo la Duarte, nos pararon, y yo cogí, no me tocaba morir en eso, le dije: bueno, Cristinita, déjame hablar, porque nos iban a llevar para… ¿cómo se llamaba?, donde llevaban a la gente, a los presos, y yo salí de mi carro y le dije al policía; ¿quién es el jefe de aquí?, dice: ah, ese coronel, yo era actriz, entonces yo me fui a tirar al ruego, cogí le metí la mano a mi hombre por aquí, le dije: que hay papi, ¿”Cómo tú ta”?, eso es para aflojar la gente de aquí adentro, que me dieron eso, yo tengo un negocito, que se yo cuánto, ve cuando tú quieras, y no sé qué, le pasé la mano a mi hombre y me dijo; sí, váyase, vete, vete, vete, me hizo así y me fui, Cristinita Díaz es, Cristinita Díaz Gautier, ella es testigo, ella se puso blanquita, porque ella ha pasado muchas cosas, ella pasó mucho, yo la acompañé a ella en varios sitios, yo la acompañé a ella a desenterrar los cadáveres de los muchachos, porque fueron a San Francisco de Macorís, porque aquí, después que estábamos aquí en la guerra, como hubo una época de tranquilidad, los muchachos también programaron San Francisco, irse a hacer el levantamiento y no sé si ustedes conocen el levantamiento que hubo en el cementerio, mataron a muchísimos, ¿te acuerdas?, entre ese grupo yo tengo aquí, yo tengo aquí que de ese grupo, viajé con Cristinita Díaz a San Francisco de Macorís a levantar los cadáveres de Rodrigo Losada, Sótenes Peña Jaques; Tolingo, que se llama Héctor Llano Soriano, que ese se salvó en paticas, está ahí jovencito y Virgilio Perdomo también se salvó y otros más, pero otros, como seis los enterraron en una fosa común, en una finca que tenía el marido de Patria, de Patria Mirabal, y allá fuimos nosotros con papeles para, y fuimos con las esposas, yo fui con la esposa de Rodrigo Losada, que nada más tenía un solo muchachito, Altagracia se llama, no la he vuelto a ver más, porque ella vivía por el puente, por donde le dicen el puente y de esas casas del seguro, ¿cómo se llamaba?, ese barrio que hicieron, primer barrio que hicieron, cuando tú vas para el puente ¿verdad?, cuando tú vas para el Puente Juan Pablo Duarte, esa calle que hay ahí.

PDL: Borojol, la Josefa Brea.

FGS: No, no, esas son para allá, este barrio, ¡ay Dios!, el primer barrio que se formó.

PDL: San Carlos.

FGS: No, no, no, San Carlos no, esas son villas, pero un barrio, el primer barrio, que hicieron unas cacitas, que eran unas cacitas así, todavía, y Altagracia se mudó, y entonces yo le perdí el rastro, pero nosotras fuimos con esas viudas a acompañarlas, por orden del partido yo fui con Cristinita Díaz, en la Revolución, eso fue en el mes de julio.

PDL: Julio, ¿Del año?

FGS: 1965, en plena guerra. Pues bien, me va a gustar decirte algo sobre la guerra, fíjate, Juan Miguel Román Fernández, el Partido lo encargó para trabajar con las mujeres porque él era un hombre que tenía mucha visión, y le tenía un sitial, el que merecíamos, usted sabe lo obtuso que era la gente en aquella época, pero él, un hombre de avanzada, entonces, él era que nos orientaba, en mi casa, allá en la Cambronal No. 6, tercer piso, hacíamos las reuniones, por ejemplo, mi casa estaba llena de gente y el baño con un ropero, lleno de ropas sucias, yo le dije, bueno Juan Miguel, aquí todo el mundo viene y echa la ropa, y aquí no hay lavadora, entonces, si notros tenemos que hacer las diligencias, tenemos que ir a la Academia Militar, tenemos que cocinar, yo no puedo lavar, deje la ropa ahí, que cuando ellos las vean ahí, que pasen días, ellos recogerán su ropa, cada uno tiene que hacer lo suyo, o sea, cosas así, hacía Juan Miguel, y yo recuerdo y Gladis González Morel, amiga mía y comadre después, vecina frente a frente allá en la calle Cambronal.


Toma Palacio Nacional. Juan Miguel Román organiza tropas. En el Padre Billini, cadáver Juan Miguel. Sabían que americanos tirarían, dificultades de tropas americanas. El 1j4, localización. Contactos, Fidelio, tareas, misiones en la guerra. Enfrentamientos militares. Escuela Militar 24 de Abril.

FGS: Recuerdo el 19 de mayo, un día muy especial, porque fue el día…

PDL: La toma del Palacio.

FGS: La toma del Palacio donde murió Juan Miguel, y yo recuerdo, y Gladis lo recuerda, que nos hemos sentado las dos para hablar de la misma cosa, que estábamos de barcón a barcón, tercer piso y tercer piso y tercer piso, mirando ahí la calle Cambronal, en la esquina, que mi casa quedaba en esa esquina, el apartamento de Euclides quedaba a la José Gabriel García y el de nosotros quedaba en la Cambronal, Euclides quedaba Cambronal con José Gabriel García y el mío Cambronal solo, porque es un edificio grande que hay así alrededor, hay otro, que era donde vivía el pintor Hernández Ortega, que ahora vive este muchacho, eh que es de Lome, eh ¿cuál es el apellido?, el segundo apellido del él es Gómez, que es hermano es sub secretario de salud, ¿no saben cuál es?

PDL: No.

FGS: Bueno, la mujer nació en México porque la mamá de ella era mexicana y se había casado con un dominicano enemigo de Trujillo y había regresado y viven ahí, ahí viven todavía, ellos compraron incluso, el edificio, pues, en la única casa que no tenía segunda planta era en la José Gabriel García con Cambronal que vivían las Martí, que eran unas viejitas que todas eran jamonas en esa época, en esa casa que ellas vivían, una casa de esquina que tenía varias puertas vivían las Martí, eran como cuatro o cinco, parece que se quedaron todas jamonas, nosotras nada más las conocíamos como las Martí, ahí yo vi a Juan Miguel Román Fernández organizar su tropa, organizándola, Gladis y yo lo estábamos observando, nada, tú sabes cómo uno gozaba con eso, él formando su tropa, instruyendo su tropa, y a la hora y media, no había entrado yo a mi casa, porque yo estaba en el barcón, me mandan a buscar del partido, que vaya al Padre Billini a recibir el cadáver de Juan Miguel Román Fernández, yo fui quien lo recogí, lo bañé, le quité sus ropas, su anillo de matrimonio, su anillo de la universidad, todo eso lo envolví para guardárselo a Tere su esposa que vivía del otro lado, o sea, ella vivía por la Bolívar pero para allá, ella estaba parida, creo, para entregarle a Tere todo lo que dejó su marido, yo fui que lo bañé, le puse la ropa, lo cambié, no me mataron de casualidad porque todo el mundo quería entrar, yo no lo permití hasta que no lo puse impecable, a Juan Miguel.

Entonces, ¿que más te puedo decir?

PDL: En ese mismo tenor, profesora, estando usted en ese mismo impacto, el 19 de mayo, ¿qué se dijo sobre esa actitud de tomar el palacio y la palabrita famosa de que “los norteamericanos no van a tirar”?, que esa fue la confianza de Juan Miguel.

FGS: No, no, nosotros no, nosotros sí sabíamos que ellos iban a tirar porque si ellos hubieran podido nos hubieran sacado de ahí pero tenían que desbaratar ese pedacito, ellos hubieran acabado con Ciudad Nueva, nos iban a matar pero nosotros estábamos claro, ¿tú no viste que tú me explicaste lo que te dijo el militar?, que de la casa que había la emisora se sabía dónde era, pero si tiraban su bomba o explotaban iban a explotar el cerco y mundialmente eso le iba a hacer mucho daño, porque era en la capital, porque lo de Vietnam, que en esa época también estaban luchando en Vietnam, era en todos esos arrabales, pero aquí era la ciudad, la ciudad primada, la primera de América, porque hasta en un barrio lo hubieran hecho obvio, pero en ese momento, ahí estaba lo que antes era más o menos la sociedad civil, ¿tú me entiendes?, porque es muy fácil ahora, pero, ahí vivía gente.

PDL: ¿Qué quienes eran los que querían entrar?, que usted dice que estuvo en peligro en un momento dado, que usted no los dejó entrar, ¿quiénes eran que querían entrar?

FGS: Ah, no, los compañeros, los compañeros, los compañeros.

PDL: La algarabía, el dolor.

FGS: Si, muchacho, si, los compañeros.

PDL: ¿Y cómo fue ese…, oiga, esa situación humana, se la entregó usted a su esposa, a la viuda de Román?

FGS: Al otro día, si, en el entierro se entregó sus cosas, su anillo de matrimonio, su anillo de graduación, su ropa ensangrentada, sus ropas, todo se lo entregué, la pobre, una españolita ella.

PDL: Ahí murió Fernández Domínguez también, en la toma del 19 de mayo.

FGS: Yo lo que sé es que como nosotros éramos del…, el 14 estaba todo ahí, el 14 de Junio, el Partido, esta niña, Marisela Vargas le entregó la cacita ahí en la José Gabriel García y el Partido era una primer planta, ella se tuvo que ir porque ahí era que iba todo el mundo, yo creo que fue el único partido que tuvo militancia ahí, o sea, todo el mundo se fue para allá, porque los otros partidos estaban pero no tenían una diligencia, nosotros estábamos ahí, el poquito de, poquito o mucho estábamos ahí todos.

PDL: Y es interesante el dato que usted nos ofrece, que del Partido la llamaron a usted, ese mismo día.

FGS: Claro.

PDL: ¿Unas dos horas diríamos?

FGS: Si, no pasaron dos horas.

PDL: Y había una comunicación.

FGS: ¡”Ah Dio”!, claro que estábamos mirando al doblar porque yo vivía ahí en la Cambronal y el Partido estaba ahí en la José Gabriel García, yo nada más tenía que cruzar y ellos cruzaron.

PDL: ¿Y quién la llama a usted? ¿Usted recuerda quién fue que le dio esa instrucción?

FGS: No, no, fueron; a Fiume que venga, que vaya al Padre Billini, y yo fui de una vez.

PDL: ¿Y qué nos puede decir profesora, del día a día en la Revolución de Abril?

FGS: Ah, también te dije que Fidelio, hizo carta también para mandarme, ah bueno, yo te lo conté, así como Fidelio fue para que yo fuera a la Victoria, así de ahí uno salía para otras cosas, así como yo fui a San Pedro, a San Francisco, o sea, donde quiera que nos mandaban nosotras íbamos.

PDL: La misión de San Francisco llevar armas.

FGS: No, a acompañar las viudas, porque ya se sabía que el Movimiento Armado que se que había sido ahogado y que había hecho…

PDL: Pero, a Peña Jaques, allá en el cementerio.

FGS: Exacto, pero tuvimos que ir allá a la gobernación para que nos dieran una orden, nos dieran un permiso, porque andaban las viudas con nosotros, andábamos mujeres, no habían hombres, fuimos, pero hay que tener bien apretados los blume, como dicen, la juventud, eran 24 años que yo tenía, pero…, y fueron muchas las misiones, yo fui que teñí, siempre me acuerdo porque resulta que mis hijos son amigos de los amigos míos de juventud, pero sin ningún vínculo, eh, vienen muchachitos, los veo muy buen mocitos, que se yo qué, que se yo cuanto, ¿cómo tú te llamas?, ah, yo me llamo Jaime Durán, ¿Jaime Durán? ¿Cómo se llama tu papá?, yo le dije: ¿Tú conoces a Yimmy Durán?, ah, ese es mi papá, ah, dile a tu papá que aquí tú vienes donde uno que… Fiume es la mamá de uno, que te manda recuerdo, ¡Ay Dios mío!, vuelto loco, porque a ese lo teñí yo de rojo y unos espejuelitos de unos que usaban las mujeres antes, que eran como para arriba, que aparentando dizque marisca, que iba para el interior, y Arsenio Ortiz, que yo lo teñí también de colorado, de caoba, que también lo mataron, porque yo era salonera, yo sabía de todo, yo hacía de todo.

PDL: Preparaba para que pasaran infiltrados.

FGS: Si, le teñía el pelo, nosotros hicimos de todo en la Revolución, en el momento ya de que hubo un cese fue que nos pusimos a hacer la Escuela Militar 24 de Abril, los entrenamientos militares.


Anécdota

PDL: ¿Estuvo en presencia en la Escuela, usted?

FGS: “Ah Dio”, pero claro, chico, yo quiero que tú sepas que yo soy zurda, y esas mujeres veían que yo cogía mi (risas), mi arma, yo la cogía con mi mano izquierda, porque “ah Dio”, y si yo soy zurda, “anda el diablo”, decían ¡Fiume!, y como yo era chiquita tenía que estar atrás también, esa era otra cosa, porque las grandes iban adelante, un disparate, pero uno era chiquito y se llevaba de los que mandaban ¿tú sabes?, claro que sí.


El 14 de Junio y otros Partidos, relación con militares constitucionalistas. Cristina Díaz, Iberia Jiménez, Escarlet Sánchez, 14 años. Elsa María González, Teresa Espaillat, Sagrada Bujosa, Doña Marina Mieses de Bujosa, Hilda Gautreaux, Somnia Vargas, Brunilda Amarai, Elenita Garrido, Josefina Paniagua.

PDL: Entonces, usted dice que en esas actividades el apoyo y la actuación del 14 de Junio era el centro, el corazón.

FGS: -Era el centro, sí señor, sí señor, era el Partido que estaba ahí, estaban los otros pero eran Partidos de verdad, que estaba completo porque éramos una minoría también.

PDL: ¿Y la relación del 14 de Junio y los militares constitucionalistas?

FGS: “Ah Dio”, pero no viste a Noboa, que era mayor y estaba ahí entrenándonos, yo tengo una foto muy linda de las mujeres sentadas hacia el rededor, eso era en la Eugenio María de Hostos, ahí.

PDL: Ah, Piky y Lora también.

FGS: Si, Piky, porque ella había ido a Cuba, ella sabía de explosivos.

PDL: ¿Daba instrucciones ella sobre desarme?

FGS: Ella estaba dando cosas de química.

PDL: ¿Y qué otra así, compañera suya usted recuerda, los nombres?

FGS: “Ah Dio”, ahí estaba Cristinita, que estaba frente a frente a mi casa, y su papá iba todos los días a mi casa, yo decía: ¡váyase tranquilo Don Juan!, no se preocupe que yo se la cuido, pero que éramos contemporáneas, pero un padre, como yo era huérfana, siempre yo me hacía dueña de los papás ajenos, porque hay otra amiga mía, Belkis Fernández, que su papá era mi papá, yo le decía papá, porque uno siempre se queda cojo de eso, uno se queda cojo, entonces, yo cuando oía que Cristinita decía ¡no me moleste papá!, yo le decía: ay no Cristinita, hija, espérate, ¡ay pero que me deje!, digo yo, ¡que me deje tranquila!, está bien, pero no le hable así, un hombre sufriendo del corazón, a mí me daba una pena, y él iba todos los días, todos los días a ver cómo habíamos amanecido, porque ellos vivían en Gazcue pero en la parte que no estaba tomada, si, Cristinita Díaz, ahí estaba Iberia Jiménez, que es la mujer de Henry Acosta, creo que es del PRD ahora, pero que era muy amigo de Minerva Tavárez, Iberia, estaba mi prima Escarlet Sánchez, que tenía 14 años, mi hermana Mirta, Mirta Gómez, Escarlet Sánchez, esa que fue baskebolista del año, y que es doctora, esa, era una muchachita, está ahí en la foto, muy bien, pero tú la ves una muchachita, 14 años, estaba Elsa María González, estaba esta muchacha, Brioso, Clarisa Brioso, que era de San Cristóbal, estaba Teresa Espaillat, estaba, ¿cómo se llama?, ¡ay Dios mío!, Sagrada Bujosa, la hermana del Chino, Doña María, la mamá de ella era más revolucionaria que toditos los hijos completo, Doña Marina, Marina Mieses de Bujosa, esa era una, porque a ella le mataron un hermano, esas gentes eran muy, muy antitrujillistas, era una señora que su casa ahí, ella cocinaba para darle comida todo el mundo, todo el mundo iba allá, ella, una señora excelente, sin embargo nadie, yo no he visto que la hayan recordado, pero una señora muy revolucionaria, pero también había otra muy revolucionaria de mucha edad, la mamá de Amaurys Millalba, Doña Francia, pero una mujer también, pero eran señoras mayores, muy mayores, de 60 años te estoy hablando.

PDL: ¿Ahí estaba por si acaso la familia Ruiz?, Nazarena Ruiz, de San Francisco de Macorís, que nos han referido que también su madre, al igual que otras cocinaba para los combatientes, y que en San Francisco de Macorís, incluso, una de las fincas de Nazarena Ruiz se llegaron a esconder algunos, Peña Jaques, entre otros.

FGS: Yo lo he oído mencionar sí, Chaljub y este muchacho, a esta niña, la mujer de Peña Jaques, yo la ayudé a irse a Cuba después de la guerra, yo fui que la metí en el trote, a Quisqueya, que luego ya ella se casó con el hermano de Lalane José, ¡ay! ¿Cómo se llama Dios mío?, que lo mataron después, el hermano de Lalane José, ¡ay Dios!

PDL: ¿Pero fue que murió en el 73?

FGS: Si, si, con Caamaño.

PDL: Con Caamaño. Ok, repítame el nombre de la esposa de Henry Acosta.

FGS: Iberia Jiménez, ella sale muy bien en el desfile de mujeres, Emma Tavárez, ¿quién más?, Milagros Concepción Calderón.

PDL: ¿Pero ya usted consiguió esas fotografías ahí?

FGS: “Sah” ya tienen sus nombres. Hilda Gautreaux.

PDL: Si, porque será importante tener eso allá esclarecido por usted, el nombre que le corresponde a cada una.

FGS: A cada uno, sí, las que no me acuerdo se las dejé en blanco, o sea, porque incluso, me senté con Cristinita y me senté con Teresa, ellas fueron a mi casa y nos pusimos, Somnia Vargas, Somnia, porque es con m que se escribe, también estaba ahí, Brunilda Amarai, la que ahora es válida de la columna, Marisela Vargas, estábamos atrás y no nos vemos, ¿qué tú quieres? (risas), no nos vemos pero estamos ahí, no te apures que yo voy a poner tu nombre (risas).

PDL: Claro, claro, porque hay varias tomas. Milvio Pérez tiene una ahí con un soldado y algunas de las mujeres ahí en un desfile, de las más famosas, claro, pero hay otras desde un punto de vista de…

FGS: Estaba Elenita Garrido ahí, Elenita, Josefina Paniagua, y Rossi Alba, que son hermanas, pero esas mujeres eran larguísimas, flaquísimas, mientras ellas eran largas yo tenía cuerpaso porque yo era chiquita, entonces, no hay problema, pero iba atrás, detrás (risas).

PDL: Sí, ahí estaba.


El 24 de Abril 1965 en la noche. Narra Alocución al pueblo por emisora portátil. (24, 25, 26, 26, 27, 28 de Abril). Bernarda Jorge, Piky Lora. Fiume, locutora.

FGS: Ah, pero quiero decir algo, que mira cómo se me pasó, el 24 de Abril en la noche, Euclides Gutiérrez y Blanco Fernández me llevaron a mi casa una emisorita de esas portátiles de aficionados y desde ahí, desde mi casa, en la calle Cambronal No. 6, tercer piso, comenzamos a bombardear consignas patrióticas, el Himno Nacional, y ¿cómo te digo?, y cosas que motivaran como una forma de mantener a la ciudadanía, que tuviera conocimiento de lo que estaba pasando, y también como incentivando a la lucha, entonces, en mi casa duró esa noche del 24, 25, 26, 27 y 28, y allá, a casa iban los compañeros y las compañeras, estuvo en mi casa Bernarda Jorge, durmió en mi cama, aunque a veces me dice: ¿Qué hay? (en tono bajo), y a veces ni siquiera me saluda (risas), ella, ella estuvo conmigo allá, Piky también, antes de coger para la clínica, entonces, ella se fue también para con Grey, cuando ya no teníamos otra actividad que no fuera, porque la cuestión de la Escuela Militar tuvo su cierre también y allá, desde allá fue que comenzamos nosotros a concienciar a la gente, a la población, por esa pequeña emisora, y eso era en mi casa y era yo la que la manejaba, después, los compañeros de la Radio Televisión Dominicana, cuando ya Caamaño se instala allá en el Conde, entonces fue que salió un grupo que estaba con la Revolución y esa gente ya entonces se apoderó de la emisora de…

PDL: Santo Domingo.

FGS: Si, no y de la emisora del Gobierno Constitucional, Revolucionario, pero al principio, era este cuerpo que está aquí, bueno, todavía está vivo, Euclides Gutiérrez Féliz y Blanco Fernández, esos fueron los que llevaron la emisora a mi casa.

PDL: ¿Y cómo usted se hizo?, porque del 24 al 28 son varios días de varias madrugadas.

FGS: Porque se hacía, por ejemplo, venía el compañero y me traía un documento, entonces uno lo leía, entonces, uno cantaba el Himno Nacional, decía consigna, porque la aprendía, porque era de esas aficionada, era una cosita así.

PDL: Que tenía una cierta potencia de alcance.

FGS: Si.


Insurrección de 1963. 1J4. El Golpe de Estado a Bosch. Raúl Pérez Peña (El Bacho), muerte de Manolo, impacto. Causas, consecuencias

PDL: Profesora, si usted me permite, para no seguir abusando de su tiempo, pero sí, algunas preguntas de lugar le iremos, para ubicarnos en este primer encuentro. Volviendo un poquito atrás, profesora, en la insurrección del 63, ¿cómo usted se entera de esa noticia?

FGS: Yo estaba enterada, ¿cómo que yo me enteré?, claro que yo estaba enterada.

PDL: De los preparativos, de todo, de las fechas que se vivieron al principio, y fue por inconvenientes ¿no?, se levantaban, ¿cómo fue todo eso?

FGS: Yo estaba enterada, pero ¿cómo te digo?, no, o sea, ¿cómo te digo?, yo estaba enterada, pero resulta que hubo, tú recuerdas que el Partido como que se recogió, se retiró un poco, ¿no?, porque ellos no estaban de acuerdo con las elecciones, ¿te acuerdas?

PDL: Aja.

FGS: Entonces, cuando dan el golpe ya uno está como en ¿cómo te digo?, que no estaba el Partido activo ¿no?, ya uno estaba como un poco clandestino, entonces uno se entera, pero no, yo no participé, yo estaba pendiente pero yo no participé, Bacho me llevó algo para que le guardara, y así, pero no.

PDL: Raúl Pérez Peña (El Bacho).

FGS: Si, el Bacho, el Bacho me llevó una condecoración que le hicieron en China, me dijo: guárdame eso, yo se la guardé, se la devolví a los cinco o seis años después, ¿tú ves?, que uno estaba muy pendiente, pero como no teníamos un punto estratégico porque ya no estaba… el partido no estaba a la luz pública, ya las cosas fueron diferentes.

PDL: ¿Pero recuerda la triste noticia de ese diciembre triste?

FGS: “Ay muchacho, no me diga na”, “ay no me diga na”, eso fue el 21 de diciembre cuando mataron a Manolo, yo te digo, que yo después de eso, como que eso me mató, porque yo no pensé que tan cerca de haberle matado la mujer, por eso es que en la política no hay conciencia, no hay corazón porque este fue un proceso muy escandaloso, lo dejaron ahí, pero después que uno estudia se da cuenta que había que romperle la cabeza porque si no imagínate tú, no iban a poder, no iban a poder.

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Voltaire

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