sábado, 18 de diciembre de 2010

ESTALLIDO GUERRA DE ABRIL 1965. Testimonios - parte 4

Testimonio de Fernández, Belarminio A. (Benito)
Lugar de entrevista Santo Domingo
Fecha de la entrevista 2005
Investigador: Ángel Encarnación
Proyecto: Voces de la Revolución de Abril

Ángel Encarnación (AE.) Benito, cuando se produce el contra Golpe de Estado, el 24 de Abril de 1965 ¿Dónde tú estabas? ¿Tenías conocimientos de allá, de los hechos que se desencadenaron ese día?

Belarminio A. Fernández (Benito.) Eso fue un acontecimiento que nos sorprendió, nosotros, realmente en ese momento no estábamos esperando que se produjera ese contra golpe, pero se produjo, e inmediatamente, la dirección del Partido estableció que había que integrase al movimiento, entonces comenzamos a incorporarnos en los primeros comandos que se crearon, a organizar los primeros comandos que se crearon, tanto en la parte norte como en la parte ya de Ciudad Nueva, nos incorporamos de inmediato a esa actividad, pero realmente los acontecimientos nos sorprendieron, esa es la verdad, por lo que te explicaba ahorita, de que el 14 como tal, no estaba envuelto en la conspiración, habían algunos miembros que quizás le había avisado, a alguno de los dirigentes, pero había incredulidad, porque ya incluso tengo entendido, que varias veces se había hecho aplazamientos, cuando se produce eso, es como el cuento ”Viene el lobo” “Viene el lobo”, pero ahí, en ese momento sí que era el lobo y entonces, pues rápidamente nos incorporamos en el proceso de organización y como tal, como partido, logramos una participación importante en el proceso de Abril del 65.

AE. ¿Cuál fue tu participación personal dentro del proceso del Movimiento Armado de Abril?

Benito. Bueno, inmediatamente nos organizamos, recuerdo que en el barrio comenzamos, nos integramos ahí en la cabeza del Puente Duarte, que está próximo a nuestro barrio, con los militares constitucionalistas que tenían sus cañones emplazados ahí, en lo que hoy es La Plazoleta Trinitaria, ahí en la entrada del Puente Duarte, y tuvimos todo el tiempo en contacto con nuestra organización política, ya más luego, que se produjo el bombardeo, bombardearon los cañones nuestro, incluso nos dejaron cruzar tanques del CEFA, pues nosotros nos desplegamos hacia Ciudad Nueva, donde comenzamos allí el proceso de organización del Comando Central del 14 de Junio y los diferentes comandos en las diferentes zonas estratégicas de Ciudad Nueva, y del área para hacer la resistencia contra las tropas, y luego de ese ataque del CEFA, logramos luego hacerlos retroceder, retrocedieron, participamos también en la toma de la Fortaleza Ozama, fue un acontecimiento importante para los constitucionalistas, porque ahí conseguimos armas y conseguimos un punto que era un punto clave, el hecho de que ellos tuvieran bajo se mando la Fortaleza enclavada dentro de la Zona Colonial.

AE. Benito, desde el punto de vista estratégico, militar y político ¿Cómo tú definirías los comandos en la Revolución de Abril?

Benito. Bueno, los comandos fueron, yo diría, como la célula, así como la familia es la célula de la sociedad, los comandos fueron las células del Movimiento Constitucionalistas, fue la forma que se encontró, porque eso no fue una forma concebido, sino que fue una idea que surgió fruto de la necesidad en el momento de organizarse en diferentes sectores, para poder organizar mejor la lucha del pueblo dominicano, que principalmente, a partir de la intervención norteamericana, por tanto, los comandos son la expresión más simple y a la vez más importantes y compleja de todo el proceso de la Revolución de Abril, esa es la experiencia que yo creo fundamental, es decir, a través de los comandos se organizaron hombres y mujeres con fines específicos dentro de ellas y principalmente para combatir, eran unidades de combate, pero también eran unidades para procurar los alimentos, para los alimentos, para ocuparse de la salud de los combatientes, y de las personas heridas, y de las gentes del pueblo, es decir, fueron expresiones del mismo gobierno a nivel de áreas pequeñas en la Revolución de Abril. Y tenían componentes cívico-militar, porque en muchos comandos había militares, militares profesionales, conjuntamente con civiles, con personas que nunca habían puesto mano a armas y que aprendieron a manipularla dentro de ese comando y era también una especie de escuela para los combatientes, es decir, era la unidad, era el motor del Movimiento Constitucionalista, eso fueron los comandos.


Testimonio de Figueroa, Ramón
Lugar de entrevista AGN
Fecha de la entrevista 2005
Investigador: Ángel Encarnación
Proyecto: Voces de la Revolución de Abril

Ramón Figueroa (RF.) Yo salí el viernes para regresar el sábado, cuando iba en el puente, el puente estaba lleno ya de camiones y cosas, artillería pesada y todas esas cosas, el primer hermano mío, Figueroa, estaba ahí en la artillería, por la mañana dice Caamaño: tú te vas a quedar aquí conmigo, no te vayas para allá, porque hay problemas, nosotros estamos en guerra ya, y él se inició estando en los problemas, como a los cuatro días que estaba la artillería tirada, vino ese avión por abajo, un avión como negro y rayado, ahí va la Fuerza Aérea y entró por un lado y La Marina le tiró un fuetazo, cuando La Marina le tiró el fuetazo el avión se fue, y cuando vino ese avión, a la una y media, de allá para acá, vinieron esos aviones de la Fuerza Aérea, yo no te quiero decir, porque me cae mal eso, eso fue… muchachos destrozados, hombres, niños, mujeres pariendo, eso era así, muertos todas esas gentes, Figueroa tuvo que salir de allá huyendo, se fue para su pueblo, después lo mandó a buscar la transportación, porque él se quedó solo porque la artillería entera se la llevaron, la mataron todas, todas, porque se metieron en un sótano, nosotros nos quedamos por ahí, Caamaño nos estaba protegiendo a nosotros.

Ángel Encarnación (AE.) ¿Ese era Francisco Caamaño y Fausto Caamaño?

RF. No, Fausto es el papá y Caamaño era el que batalló con nosotros…y cogimos el Puente y vino la Artillería de ahí, de San Isidro con tanques, bazuca y toda la vaina, el bazuquista se llamaba Wandy y uno le dice: ¡Agárrame la bazuca!, la pegamos de un peñón que había pegado del puente, se aculó él ahí, le tiró a los tanques que vinieron de San Isidro, ahí llegó Caamaño con las tropas y nos reforzó a eso, ahí y vinieron esos tanques tirando de allá para acá, ya tú sabes, pero Caamaño le tiró ahí, nosotros no teníamos tanques, ya la Artillería se la habían llevado entera, cuando vinieron los aviones, cuando nosotros estábamos ahí vinieron los yanquis, Caminero era que se llamaba, Rivera Caminero, que estaba Mar afuera, que era de La Marina de Guerra, llamó los yanquis, que los comunistas estaban acabando con el país, entonces invadieron todo esto, vinieron 42 mil soldados y bloquearon todo eso, la María Auxiliadora, hicieron un cerco de costa a costa, nosotros estábamos fuera la mayoría, nosotros estábamos allá abajo en Ciudad Nueva, en el Parque, en el Parque Independencia, armados de un solo tanquecito allá en el Parque Independencia, y cuando esos yanquis cercaron todo eso, la mayoría de los militares constitucionalistas quedaron adentro la mayoría, nosotros quedamos afuera, porque nos fuimos fuera de ahí a combatir las calles, la Máximo Gómez con la María Montés, Paraguay, ahí se estuvo siete días y siete noches sin pararse, muriendo hombres y combatiendo con las Fuerzas Armadas y el ejército norteamericano, y eso era muerto y muerto, y agua y tiempo de agua, ahí en la María Montés, esquina del cementerio, mira, todavía están los impactos de bala ahí, no sé si lo han borrado y nosotros cogimos mucha lucha ahí.

Después teníamos un tanque ahí en la María Montés, la mayoría de los muchachos cogimos para allá, dizque para Transportación, que nos están llamando, que se iban a unir a nosotros, el guardia que estaba ahí me dice, no, que iba a asaltar Transportación, el guardia que estaba en el tanque, que estaba con nosotros ahí en el Corazón de Jesús, bueno, la mayoría de muchachos se fueron con él, nosotros nos quedamos de retenida, se destruyó toda esa vaina, se destruyó allá abajo.


Testimonio de Freites Báez, Abelardo
Lugar de entrevista: AGN
Fecha de la entrevista 06-02-2007
Investigador: Pedro De León C.
Proyecto: Voces de la Revolución de Abril.

Se traslada a San Isidro.

Abelardo Freites Báez (AF.) Yo que estaba de oficial del día, tenía mi fusil metido en el baúl de mi carro, y sin darme cuenta me fui con mi fusil para la calle, como a la una de la tarde me llama Nadal Pou, al cual yo pasaba a buscar siempre por su casa, yo vivía en el Ensanche Luperón cuando eso, en la 18 Norte, entonces me dice: mira tú no conoces la Voz Dominicana, ahí hay un lío del diablo, dizque que están llamando para un levantamiento militar, es un lío feo, vete, pero no me pase a buscar que yo ya me fui.

En ese momento, antes de yo llegar, recojo ese oficial, que parece que iba para allá también, apellido Brito…cuando llegamos al puente ya estaban atravesando unos camiones en el puente.

Pedro De León C. (PDL.) ¿Eso es a que hora más o menos? ¿Usted recuerda?

AF. Como a la una y pico; entonces Brito sale: ábrele ahí que nosotros vamos para allá, entonces Brito, que me abre el campo a mí, para que yo me vaya para San Isidro, allá estábamos, comenzaron a poner unos camiones de esos del Río Haina, Catarey de esos, lo comenzaron a poner ahí. Entonces ya yo me reporté a la base, todo el mundo oyendo noticias, bla, bla, bla, que cogieron los dominicanos, que hay unos cuantos presos.

PDL. ¿Allá en San Isidro, cuál emisora escuchaban?

AF. Bueno, escuchábamos la misma Voz Dominicana...

PDL. Escucharon entonces la alocución de algunos políticos...

AF. Sí, sí, y de algunos militares también: Delgado Marte y esa gente que hablaron de hacerle un llamado a San Isidro.

PDL. Las instrucciones directas que ustedes recibieron de una vez ¿Cuál fue?

AF. Expectativa, estaba todo el mundo a la expectativa, su escuadrón preparado para cualquier cosa, habían muchísimos alistados que no habían podido pasar, o sea, que realmente no todo el mundo llegó ese día.

PDL. Al ser sábado muchos estaban de salida de la academia.

AF. Exactamente, era sábado, otros decidieron pasar por la Barquita, por ahí por esos lados dando la vuelta, y otros simplemente se devolvieron para su casa, entonces todos los escuadrones no estaban completos, entonces ya ese sábado comenzaron los jefes a integrarse ¿Y qué es lo que esta pasando? Y ese rebú, que cogieron preso al Jefe del Ejercito, el Estado Mayor está preso, Pimpo de los Santos me ordenó a mí que estuviera con él y que le buscara dos oficiales más.

PDL. Pimpo de los Santos.

AF. Sí, y que buscara dos oficiales más. Pimpo ese día había estado hasta jugando Golf, cuando lo fueron a buscar en un helicóptero, entonces todo era ¿Qué vamos a hacer? Ese fue el día clave; el domingo ya había tomado una decisión, que debíamos llegar por lo menos hasta el puente y se formó una compañía dirigida por Díaz Hernández, que era Capitán, y yo estaba como segundo... pero uno en una compañía no completa, con lo que apareció.

PDL. ¿Pero ustedes dos estaban dirigiendo?

AF. Sí, entonces cogimos para el puente.

PDL. ¿Y la orden era por lo menos hasta el puente o cruzar?

AF. Hacer contacto... nosotros llegamos primero al hospital Darío Contreras, ahí en el Darío Contreras habían unos cuantos médicos apoyando el movimiento, que querían como irse, nosotros impedimos que salieran, yo emplacé una ametralladora en la parte de arriba del hospital y ahí comenzamos a bajar.

PDL. ¿Para poder bajar hubo fuego cruzado?

AF. Habían tiros esporádicos, lo que yo me di cuenta fue, que en una guerra urbana no es fácil dirigir, porque yo no veía los hombres, yo hacia así ¿A donde están? Todo el mundo estaba o metido en una casa, o estaba detrás de una pared yo no veía, yo no veía a nadie, el mismo Díaz Hernández yo no lo veía, yo no sabía donde estaba, en esa forma nosotros llegamos abajo, después de unas tinajas que vendían de esas, como de barro.

PDL. ¿Que está cerca de donde esta la bomba de gasolina ahora?

AF. Más para abajo; y ahí yo me estacioné, habían como tres o cuatro guardias, que estaban ahí conmigo, entonces nos dimos cuenta que habían dos vehículos blindados, creo que eran Hard Track, o sea de media oruga, que se habían devuelto, porque habían matado a un Teniente, Río Paulino, que le habían pegado un tiro, y ellos lo que hicieron fue, que dieron la vuelta y se fueron.

PDL. ¿Lo habían matado o lo habían herido?

AF. No, estaba muerto ya, parece que fue un tiro de allá, del otro lado, que le dieron entonces esos blindados, que para mí era el soporte de nosotros como Infantería, nos dejaron a todos ahí, entonces había fuego, un tiroteo, uno no sabía a quién tirarle…, entonces yo le aconsejé a Díaz Hernández que volviéramos otra vez hacia atrás y en eso llegó un camión con un pelotón del CEFA, comandado por un Teniente, Cuervo, hermano menor del General Cuervo, llegó ahí, se paró ahí, él no habló conmigo ni nada, trató como de bajar, y se dio cuenta que no podía, y entonces volvió otra vez, digo yo: bueno, Díaz Hernández, vámonos otra vez para el hospital, vamos a organizarnos ahí otra vez, tratamos lo más posible de reunir el personal que ya estaba disperso, y cogimos otra vez para el hospital.

  • Reagrupa sus hombres, deja ametralladora en Hospital Darío Contreras y regresa a la base de San Isidro.

AF.… Ahí en el hospital decidimos dejar un pelotón (se refiere a gran cantidad de personas) y regresar a la base y decirle el grado de confusión que había.

PDL. Cómo cuantos hombres le asignaron a ustedes y cuantos pudieron reagrupar después?

AF. Algunos cincuenta o sesenta.

PDL. ¿Pudieron reagruparlos en su mayoría o se quedaron algunos dispersos?

AF. No, no, se reagruparon, había un camión que nos estaba esperando ahí, nos montamos ahí y se dejó un pelotón en el hospital, y los ametralladores emplazaban y otra ametralladora que yo había emplazado en un solar que había en frente.

PDL. ¿Para el avance hacia el puente le dieron uso a la ametralladora, disparó la ametralladora que estaba allí?

AF. No, eso nada más era por si acaso teníamos que coger para atrás o cogíamos para acá, tener una retaguardia.


PDL. ¿Y sobre los datos que tenemos sobre la aviación que le dio apoyo en la Infantería?

AF. Mira, yo vi en esa oportunidad, los aviones habían tirado a la incineradora, incluso, la chimenea tenían una perforación de un cohete, pero en ese momento, los aviones no, el asunto de los aviones era una discusión que yo te la voy a explicar, porque después que nosotros regresamos a la base y explicamos la situación al Coronel Pérez, dijimos, no, no esto no es cuestión de una compañiíta, ¡Dispérsense! que esto es una cuestión, que este puente lo tenemos que pasar to´.

PDL. ¿El Estado Mayor entiende eso?

AF. Lo entendieron, lo entendieron.


Testimonio de Gómez, Máximo Ramón
Lugar de entrevista Santo Domingo Este.
Fecha de la entrevista 21-03-2007
Investigador: Pedro De León C.
Proyecto: Voces de la Guerra de Abril

En la Base de San Isidro/ Hacia el Darío Contreras

Máximo Ramón Gómez (MG.) Cuando yo llegué a San Isidro, como a las nueve de la mañana, (25 de abril 1965), en el frente del grupo Fuerzas Especiales estaba Lluberes Montás, me recibe y está acompañado por el General Wessin y me preguntan ¿Qué se dice en la Capital? ¿Qué tú viste? Interrogaban a todo el que llegaba. Digo: bueno, lo que se dice allá es que guardia con guardia no vamos a pelear, que si los jefes tienen diferencia eso lo resolverán ellos.

Pedro De León C. (PDL.) ¿Usted le dijo así?

MG. Yo le dije así, textualmente.

PDL. ¿Directamente?

MG. Sí, sí, que guardia con guardia no íbamos a pelear, pero que si los jefes tenían una diferencia la tomarían ellos, me dijo: ¡Ve cámbiate de ropa!, de ropa amarilla.

PDL. ¿No hicieron ningún comentario?

MG. Si lo hicieron no fue delante de mí. Yo fui y me cambié, busqué mi fusil y me puse a la disposición. Ya después serían como las 11 de la mañana, llevaron las tropas a la Base, todas las personas. Entonces luego de ahí, de la Base, es que se hacen los arreglos para partir al Darío Contreras, porque ya se habían hecho todos los arreglos, ahí es cuando le tiran unos tiros de la Marina de Guerra de Rivera Caminero y los aviones al Palacio Nacional, entonces es cuando Molina Ureña abandona el Palacio, ahí es cuando entonces comienza la cosa, por eso es que dice un disco que ya el domingo 25 era que estaba caliente.


Testimonio de Herasme Peña, Emilio
Lugar de entrevista Santo Domingo
Fecha de la entrevista 08-03-2007
Investigador: Pedro de León C.
Proyecto: Voces de la Revolución de Abril

Emilio Herasme Peña (EHP.) Después de yo haberme incorporado como periodista y sin embargo, me incorporé como combatiente, el único periodista que fue combatiente fui yo y en la línea del frente, no en Ciudad Nueva, en Ciudad Nueva no se peleaba, que la gente no se vaya a equivocar, en la Revolución, en Ciudad Nueva nunca se peleó, donde se peleaba era en Santa Bárbara, Borojol, Villa Francisca y San Carlos, hubieron algunos sitios por aquí, por Gazcue, pero donde se peleó fuerte fue en Santa Bárbara, Borojol, Villa Francisca y San Carlos, y sobre todo el 15 y 16 (Junio 1965).

Pedro De León C. (PDL.) En la Revolución, para que nos ubiquemos paso a paso en la historia ¿Dónde usted estaba?

EHP. Ese día nosotros teníamos una reunión de los miembros del 14 de Junio, con el Comité Ejecutivo, porque estábamos planificando sacar al Rector, al Doctor Piantini, que era el Rector (de la Universidad Autónoma de Santo Domingo), al hacerse el anuncio, nos reunimos de todas maneras esa tarde, intercambiamos opiniones y salimos hacia la calle a incorporarnos al júbilo popular del levantamiento, en la noche temprano, Donald Read habla, nos baja los ánimos, pero ya después de las doce de la noche nosotros nos mantuvimos buscando un radio portátil y oímos una emisora que pusieron a funcionar los constitucionalista, estaban pidiéndonos que nos lanzáramos a la calle, yo me lancé a la calle como a las dos de la madrugada el 24 para el 25, amanecí brincando en la calle, agitando a la población, la población de toda manera se tiró a la calle, porque realmente había un rechazo unánime al Triunvirato, y voy a mi casa al otro día, como al medio día, ya sin gozo, pasaron esos días así, el 14 de Junio, a pesar de eso, no se había incorporado de inmediato a la Revolución, porque no estaba en la conspiración y éramos ya cuadros disciplinados del 14 de Junio, el 14 de Junio se viene a organizar prácticamente a partir del 28, cuando se da la Intervención Norteamericana. Entonces en ese momento, yo siempre me mantenía en contacto, me mandan a dirigir un grupo armado en la Montecristi, posteriormente nos mandan a guardar las armas, teníamos siete u ocho armas, yo las guardo todas, menos la mía, porque supuestamente había una solución, pasaron los días, yo comencé a dormir en una azotea solo, entonces otro muchacho, Manuel Arias, me comenzó a acompañar y de ahí se fueron incorporando muchos muchachos de San Carlos y así dejamos constituido el comando de militantes y simpatizantes, en su gran mayoría del 14 de Junio y del MPD, por eso teníamos una división conjunta yo representaba la parte militar del 14 de Junio y (Chetaro) Manuel Arias la del MPD.

El 14 de Junio (Movimiento político) mantuvo siempre como Comisario Político al Ingeniero Henry Acosta y el MPD lo cambiaba según su criterio, una vez tuvo Eddy Segás y finalmente se quedó Tussei, un apellido Tussei, era un cuadro muy reconocido, terminó hasta el final de la Revolución, bueno, llegamos a tener 94 miembros en nuestro comando, algunos dijeron que eran más, pero en mi registro son 94, yo no solo era comandante, sino también entrenador militar, porque yo era el que tenía formación, entrenamiento militar, le enseñaba lo que era la limpieza de la armas, los ejercicios militares, la construcción de zanjas para evitar un posible avance de los tanques, la construcción de Trincheras para un evento al ataque, todo eso lo hicimos, la distribución de la zona, que estaba bajo nuestra responsabilidad, y teníamos normas que no se podían violar y el que la violaba o iba preso o expulsado del comando, que no se podía tomar bebidas alcohólicas ni se podía disparar un tiro si no fuera por una necesidad militar, o sea, que no fuera por estar jugando, porque se desperdiciaron los primero días de la Revolución, mucha gente tiraron muchos tiros y al final hicieron mucha falta.


  • Toma de Radio Guarachita

Emilio Herasme Peña (EHP.) Hubo un error en un momento, [se creía] que quién tomó a Radio Guarachita fue García Germán, y García Germán después aclaró que no, que él habló por Radio Cristal, en la tarde, ya como a las dos de la tarde nosotros tomamos a Radio Guarachita, a las 11 de la mañana…

…Formamos la multitud, bajamos a Radio Comercial en la Padre Billini, Brea Peña nos dijo que por favor no habláramos a través de su emisora, porque todo el mundo sabía que él era un dirigente perredeista, que le iban a volar la emisora, que lo hiciera por Radio Mil, que su propietario no estaba quemado, que era Manuel Pimentel, y Manuel Pimentel no tenía militancia ni simpatía por ningún partido político, cogimos hacia allá, yo tenía la llave de Radio Mil y después que estoy al frente digo: pero yo no le puedo hacer esto a Manuel, después que ha sido tan condescendiente y tan buen patrón conmigo, tal como te expliqué, que me había pagado el salario, yo no podía pagar con él, porque yo iba a tener una culpa muy grande, si después, producto de eso le volaban la emisora, de todos los transmisores, y después me encuentro que ahí mismo, al frente, estaba Radio Guarachita y entonces, después vi a la multitud, le dije a la multitud que vallamos a ocupar a Radio Guarachita, por cierto, era mejor para eso mismo, para los fines de nosotros, primero; porque era una emisora de más alcance y segundo; porque era la que se oía más en los barrios, y fuimos y la ocupamos, y acordamos, decidimos que hablaran a Amín Abel y Diómedes, subimos, pero tuvimos la suerte de todo el trayecto de la manifestación y a la llegada de Radio Guarachita nunca nos encontramos ni con un guardia ni con un policía ni con un norteamericano, la tomamos, se hizo la exhortación para la gente, que se lanzaran a la calle, como se hizo, porque la ciudad se encendió esa tarde, fruto de esa acción.

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Voltaire

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