Testimonio de Pinedo, Ramón (Monchín)
Lugar de entrevista Santo Domingo (AGN)
Fecha de la entrevista 11-10-2006
Investigador: Jesús Díaz
Proyecto: Voces de la Revolución de Abril
Asalto a los cuarteles: búsqueda de armamentos
Jesús Díaz (JD.) ¿Y cuándo deciden participar militarmente, a raíz de la intervención? Porque inicialmente decidieron que iban a hacer nada más apoyo de masa, la parte política.
Ramón Pinedo (Monchín.)Ya desde el día 25 el MPD (Movimiento Popular Dominicano) tenía todo sus cuadros por todos los barrios, en la toma de los cuarteles, por todas partes para conseguir armas, sabiamente uno de los muchachos de la base dijo: “Como hay muchas personas que desde que suene el primer tiro se van a mandar y van a dejar el fusil, trazar una política de ponerle atrás a esas personas, no quitarle el arma, sino que si la dejaba ahí estaba un cuadro para cogerla”, y trazamos esa política, nosotros conseguimos muchas armas de esa manera.
JD. Eso fue discutido.
Monchín. Eso fue discutido, pero no por el Organismo Central ni de dirección del MPD, sino por los cuadros medios en los barrios, porque habían muchos buenos cuadros en los barrios.
JD. ¿En los asaltos de cuáles cuarteles participaron?
Monchín. El asalto al cuartel…el que está ahí en la Bolívar esquina Pasteur, fue uno de ellos, el de San Miguel, que más nunca pusieron un cuartel ahí, frente al Parque de San Miguel, al lado de la Iglesia, ese se tomó, el de San Carlos, y no hubo asalto, la Policía entregaron las armas y se fueron.
JD. ¿En todos los casos?
Monchín. No, hubo casos en que ellos respondieron, como el caso de un tanque, que le puso su cañón en la boca de aquel famoso cuartel, y esos sí respondieron y privaban en guapo, el que estaba en la antigua Braulio Álvarez, ahí en el área de Mejoramiento Social, lo que es hoy 27 de febrero para allá, hay un cuartel ahí que se le tiró un fuetazo, y entonces ellos salieron huyendo, pero muchos cuarteles fueron quemados.
JD. ¿Cuáles más?
Monchín. Yo conozco…, porque los cuadros dependían de mí en ese momento, juntamente con el de ese lugar, el de la Bolívar esquina Rosa Duarte, Pasteur, el asalto de Riverita y demás cuadros que seguían a Riverita, ¿Usted conoce a Rafael Rivera?, aquel que le explotó la bomba, el de San Miguel, conjuntamente con los cuadros del 14 y de gentes del pueblo, el caso de aquí en el Mejoramiento Social, esos tres casos.
JD. ¿Eran gentes solo del MPD?
Monchín. No, MPD, 14 de Junio y el pueblo, el pueblo se tiró a la calle y participó de lleno, principalmente en la lucha del Puente ¿Dónde los cuadros políticos-militares sacaban su cabecita por encima de esos civiles? En el caso de la toma de los tanques, que Riverita, que le estoy diciendo, el difunto Henry Segarra y un grupo con bomba molotov, abrían la escotilla de los tanques y le tiraban la molotov y se quemaban los tanques, y algunos de esos tanques se usaron para defender la Zona Constitucionalista.
JD. ¿Cómo se da el asalto a los cuarteles? ¿Ustedes llegaban todos, llegaban a pie, tenían vehículo?
Monchín. No, era a pie, porque la zona, desde la 27 de Febrero, lo que antes era Braulio Álvarez, hasta el Malecón, uno lo caminaba y lo cogía como tal, unos muchachos que vivían realizando manifestaciones y movilizaciones conjuntamente con los grupos estudiantiles, ya estaban formados.
JD. ¿Iban armados?
Monchín. Algunos de ellos iban armados.
JD. Porque para tomar un cuartel…
Monchín. No, y a veces, en el caso de Riverita, que le tiró un granadazo al de San Miguel.
JD. ¿Qué cantidad de gentes iban, por ejemplo, al asalto?
Monchín. Bueno, eran incontables, porque aparte de las gentes que tenían las armas, estaban las gentes del pueblo atrás de una mata o debajo de algo, resguardándose en un lugar, para luego, cuando se diera el asalto, alguien quedaba herido o alguien dejaba un arma, porque cogía miedo en un momento dado, o sea, estaba el sustituto para coger las armas.
JD. ¿Así fue que se fueron armando?
Monchín. Armando, pero también es importante señalar, que se utilizaron dos grupos especiales para la actividad nocturna y tomar o cogerle los fusiles a los americanos, A-R-15, los llamados “Rolitas” de San Carlos, y los llamados “Palomos” de Villa Francisca; muchas veces se utilizaron como cebo a las muchachas que se ofrecían, ir a la parte del cordón y mientras ellas enamoraban a un gringo y el gringo le hacía caso, iba otro grupo y se metía a los lugares y se llevaban las armas, o sea, que se utilizaron muchas cosas para obtener armas, o el caso también de cuando se equivocaba algún jeep americano, nosotros esperarlo en una esquina y abrirle todo y quitarle el jeep, eso sucedió en varios puntos de San Carlos, El Men y yo en un caso, y Otto Morales cogimos dos jeep, y puede decirse que uno de los A-R-15 que utilizaba la alta oficialía de los militares constitucionalistas eran donados por nosotros, o sea, que nosotros no teníamos ni envidia, hacíamos las cosas abiertamente, porque era una actividad del pueblo, y veíamos por primera vez a los militares abrazados de nosotros, participando con nosotros, conversando con nosotros, muchos de ellos posteriormente fueron participantes y ayudaron al MPD, como otros ayudaban al 14 de Junio, es tanto así que luego, cuando el héroe de Abril, el Coronel de Abril decide irse para Cuba, se lleva parte de esos militares y parte de esos civiles...
JD. Usted dice que organizaron actividades nocturnas para captura de armas americanas ¿Formaron grupos, brigadas?
Monchín. Grupos, grupos especiales y cómo debían hacer.
JD. Que eran gentes con formación militar, entonces.
Monchín. Algunas no con formación militar, porque una muchacha que iba a posarse para que un americano le tirara un piropo lo que hay que formarla ideológicamente para que no se entregue a ellos, y continúe la labor con nosotros, como el caso de muchachas que cometieron errores y le dieron amores a algunos americanos, aunque luego le decían a uno que era una forma de ablandar el enemigo, pero eso no fue lo general.
JD. ¿Cuántos grupos formaron ustedes para esa misión?
Monchín. El número nunca supe, porque el encargado de eso era el viejo Gustavo Ricart, el viejo Ricart tenía un alto conocimiento en las labores de espionaje, contraespionaje, de inteligente y contrainteligente, información y contrainformación, y posteriormente por largos años fue el encargado principal del MPD en esa provincia, el viejo Gustavo se nutría de cosas que uno nunca supo, y que uno nunca sabía quién hizo tal o cual cosa, pero por el tipo de la cosa y con la elegancia que se hacía, cuando yo digo que había elegancia era que se hacían las cosas y nunca se daban cuenta, no se sabe, concluíamos, ahí está la mano del viejo Gustavo Ricart, un gran cuadro político-militar de este país.
JD. ¿No tiene idea de cuántos grupos se formaron para esta misión?
Monchín. No, nunca, eso era una cuestión de ellos.
JD. Secreta.
Monchín. Secreta.
JD. ¿Pero explotaban mujeres para eso?
Monchín. Hubo un momento en que se unificó otra persona que también era del Comité Central, que era Leopoldo Grullón, y entre él y Leopoldo planificaron casi todas las cosas, como muchas de las cosas políticas del partido que se discutieron durante la Guerra de Abril y después de la Guerra de Abril, el punto de vista político solamente lo sabían Cayetano y Ramírez Sangler, que se encargaban de las conversaciones con el Coronel Caamaño y demás militares constitucionalistas.
JD. ¿Usted no participó nunca en ningunas de esas entrevistas?
Monchín. No, no, solamente en las reuniones político-militares, cuando dividimos, sí, tenemos la gran división del trabajo que debían producir y que política general de aquellos que tienen todo el Comité Central, pero eran políticas generales, las cuestiones partidarias ya las teníamos cada uno.
Testimonio de Read Vittini, Mario
Lugar de entrevista AGN
Fecha de la entrevista 2005
Investigador: Ángel Encarnación
Proyecto: Voces de la Revolución de Abril
- El estallido de la Guerra de Abril
Mario Read Vitini (MRV.) Yo, cuando se produjeron los primeros conatos, porque se comenzó a hablar por radio televisión Dominicana, yo salí a advertirle a mi hermana María, que tenía hijos adolescentes de 18, de 20, de 17 años, etc., que no dejara involucrar a sus hijo en eso, porque iba a ser una guerra larga y sangrienta, que todo era un conato, que yo había asistido a una reunión que me invitó Peña Gómez, en la casa de Ramonita Nina y Wessin, que era buen amigo mío y allí yo me di cuenta del curso que llevaban los acontecimientos y no volví más a la próxima reunión, entonces yo estaba al tanto de lo que estaba pasando y sabía que la Guerra iba a ser violenta. Bueno y efectivamente, antes había ido a donde Alcenio Rodríguez, que tenía hijo adolescente también, y él fue donde José Gotier, entonces ahí avisaron del toque de queda, y yo le dije a José: vete para tu casa, entonces me quedé ahí y cuando dieron las nueve de la noche, por la experiencia que yo tengo, rompí la silueta, como se llama, y me fui, me quité el saco, me lo puse en el brazo, me quité el sombreo, que yo usaba y dejé el maletín donde mi hermana María y caminé, y fui donde unos amigos, en realidad era una hermana mía y su esposo, que vivían relativamente cerca, y me fui a pasar la noche ahí, para irme al otro día, al otro día ya la violencia había estallado, cuando miré por la reja, vi que estaban todos los muchachos comunistas que me conocían por ahí, entonces decidí quedarme ahí hasta que dijeron ya, entonces le digo a ella: déjalo entrar, que yo me escondo, pasó una odisea de 22 días, entonces, otro día tuvieron a punto de sorprendernos, una vez llegaron, yo lo que tuve que hacer fue meterme en un cruce y como los vestidos eran cortos yo cogí uno y lo puse por detrás, como si fuera un traje largo. Tenían un comando en el patio, por cierto, yo me ponía a oírlo por la rejilla y veía el entrenamiento en el patio, y en un momento dijeron, esto es histórico, lo oí yo decir: Bueno, ahí tenemos a Caamaño, que sea como un rompe hielo para que estalle la cosa esa y después le damos un tiro por atrás y se lo echamos al imperialismo yanqui y lo enterramos con la bandera, pues el día siguiente fue el bombardeo.
Ángel Encarnación (AE.) ¿Quienes hicieron eso?
MRV. Yo no lo conocía, el grupo que estaba al lado ahí, en la casa del lado que estaba vacía, se convirtió en un comando, y otra casa de otro lado allá, en la esquina, más allá estaba otro comando ahí, pero eran esos muchachos cabeza caliente, amigos míos, pero ahí vivía Baby Mejía Lluberes, que se había asilado conmigo, entonces yo me precaví, porque sabía que si metía la mano me iban a fusilar, y estuve ahí, cuando un día, ellos estuvieron hasta las cinco y pico de la mañana intercambiando disparos con los americanos que estaban en la Gasset, y entonces yo decidí que ese día me iba, porque llamé a mi esposa y le dije: Dile a los muchachos que vengan a buscarme, que yo me voy a ir, porque ellos han estado disparando hasta esta mañana y se van a ir a descansar y a desayunar y yo voy aprovechar ese resquicio y me voy a ir, efectivamente, a las seis de la mañana entraron los muchachos, llegaron como a las seis y media, volví a romper la silueta, había un primo de mi hermana ahí, un primo de la parte materna, cogí un paquete de periódico y lo puse sobre el hombro, como que llevaba un paquete ahí, para cubrirme la mancha, entonces entré en el carro y puse el paquete en el vidrio para que no me viera, crucé en medio de ellos y no me reconocieron, entré y salimos por la Pasteur, salimos por la Bolívar hasta la Pasteur donde estaba el chequeo americano y cruzamos para el otro lado.
Testimonio de Restituyo, Apolinar
Lugar de entrevista Santo Domingo
Fecha de la entrevista 06-06-2005
Investigador: Ángel Encarnación
Proyecto: Voces de la Revolución de Abril.
Apolinar Restituyo (AR.) Cuando se le pidió al pueblo que se lanzara a la calle, yo salí de mi casa en ese mismo instante, llegué a la San Martín, ahí me encontré con una multitud que ya iba camino de Radio Santo Domingo y entre los cuales alcancé a ver a Diómedes Mercedes, que era mi compañero, encontré a Ignacio Pérez Mejía, a Rafael Evangelista Alejo, creo que andaba por ahí Amín Abel, muchos compañeros más como Porfirio García. Pues nosotros nos dirigimos todos, esa multitud se dirigió hacia Radio Santo Domingo, creo que se llamaba en esa época así, cuando llegamos nos encontramos con que habían varios civiles armados pero con armas muy viejas y algunos militares, entre los civiles yo alcancé a ver varios de mis vecinos, que eran los que me habían dicho que si yo participaría en la conspiración, alcancé a ver a Euclides Morillo, que vivía también en esa misma calle, alcancé a ver a Barón Suero Cedeño, que era un dirigente del PRD, que es de los pocos del PRD que realmente participó en los acontecimientos, y al rato de estar se produjo un tiroteo, si mal no recuerdo fue que llegaron tropas, o policías o guardias, no sé, pero el asunto fue que de ahí nos trasladamos al Palacio Nacional, empezamos a gritar cosas ahí frente al Palacio Nacional, de ahí salimos y empezamos a recorrer la capital, todos estábamos pidiendo armas y llegó la noche, yo prácticamente amanecí. En la noche los militares constitucionalistas habían introducido tropas en la capital y había introducido tropas en algunos sitios de la capital, y temprano, a mí se me ocurrió la idea de ir al Campamento 16 de Agosto de la carretera Duarte, y cuando llegué allá tuve el privilegio, entiendo yo, de ver en ese mismo instante, que salían dos profesores con ametralladora, que era el profesor Hugo Tolentino y el profesor creo que se llama Andrés Avelino, el que daba Historia de las Ideas Políticas, bueno, ellos dos venían creo que con una thompson, lo malo es que en ese instante estaban ya desalojando el Campamento, porque unos aviones andaban ametrallando y yo me metí allá adentro, y busqué y busqué, pero que va, ya no había nada, habían distribuido las armas que tenían, y volví y salí.
Empecé a movilizarme con toda la gente del pueblo, yo contacté o me contactaron ellos, a mí a Narciso, a José Israel, a todos los miembros del Comité Social, los miembros en ese tiempo eran Pedro Mir, José Espaillat, entonces distribuí toda la propaganda, la mayor cantidad posible de barrios de la capital, que en ese tiempo era relativamente pequeña. Entonces se me ocurrió la idea, yo le sugerí a ellos y estuvieron de acuerdo, de que yo iba a organizar ese mismo grupo para pedir que en todos los hogares dominicanos de la capital, que estuvieran cerca del puente y del sitio donde se combatiera, porque ya se habían concentrado algunas tropas en el puente para evitar que la gente de San Isidro vinieran, no sé si fue en ese instante, el asunto fue que en un momento yo pedí que todos los hogares, de su comida dejaran un plato para que se lo ofrecieran al primer militar que pasara por ahí, como organizamos en los parques, como en el Enriquillo, como Braulio Álvarez, Independencia, organizamos un cocinado para ofrecerles a los soldados.
Vi que los preparativos para tratar de asaltar la Fortaleza Ozama, yo me sentía con experiencia, porque yo había estado preso ahí hacía poco, dentro justamente de esa Fortaleza, y posteriormente yo le busqué alojamiento a Narciso, al comité, a ese grupito de compañeros, todos dormían en la clínica que quedaba frente a mi casa. No sé que día fue que empezaron los combates, hubo unos llamados, que nos concentráramos en el puente Duarte y ahí se ha reunido una multitud inmensa, una multitud realmente impresionante, intentamos cruzar el puente e ir a San Isidro, es decir, que nosotros íbamos a asaltar a San Isidro.
Fue extraordinaria, y la labor de los Hombres Rana fue mucho más que extraordinaria, fue de un heroísmo mayor del que yo he visto en todas las películas, porque yo recuerdo que nosotros, vamos a decir que nosotros, un Hombre Rana, un solo Hombre Rana atacaba el destacamento de la Bartolomé Colón con Juan de Morfa, rodeado por una multitud impresionante, con palo, piedra, únicamente con eso, todos nosotros asaltamos ese destacamento, pero quien dirigía eso y quien comandaba eso y quien tenía la participación heroica, recuerdo, no sé si en algún otro lado habían otros Hombres Rana, pero del lado que yo estaba había solamente uno, recuerdo que ese señor tiraba y daba vueltas en el cielo y volvía y tiraba, y se iba acercando al destacamento y seguía tirando, y la multitud detrás de él, y seguíamos detrás de él hasta que ocupamos el destacamento ese, los policías que no murieron salieron corriendo por los patios, se escondieron en habitaciones, callejones y letrinas, pero ocupamos ese destacamento, fue algo realmente extraordinario, fuera de serie, ni en el cine he visto yo algo así. En el destacamento de la Teniente Amado García Guerrero con Barahona ocurrió algo parecido, ese fue rodeado por una multitud y algunos militares, dos, quizás tres, qué se yo, entre toda esa multitud nos lanzamos hacia el destacamento ese y lo ocupamos también de igual manera, eso ocurrió en casi todos los destacamentos.
Hay muchas cosas que se me van escapando, pero llegó el día 28, entonces el día 28 entraron los norteamericanos, los yanquis, y entraron tirando muchos tiros, disparando con armas pesadas. Déjenme decirle, antes de eso el CEFA mandó tanques de guerra, y los tanques de guerra fueron ocupados uno a uno por la multitud, por la gente del pueblo, por grupito de muchachos, por mi barrio, por ejemplo, había un grupito de muchachones del pueblo, entonces entre todos fabricamos molotov, que no era más que aceite, gasolina y un trapo, pues le pegábamos fuego y se la tirábamos a los tanques y de esa manera se ocuparon tanques. Ahí mismo en esa misma esquina del destacamento de la Amado García con Barahona ahí mismo se ocupó un tanque, otro tanque se ocupó un poco más atrás, y entonces, creo que los Hombres Ranas ocuparon, no se cuántos tanques, cuando ocurrió eso ya la Revolución estaba ganada, ya estaba del lado del pueblo realmente, ya nosotros controlábamos todo, ya se estaba pidiendo por Radio Televisión a los militares de San Isidro que no bombardearan, que se unieran al pueblo.
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