Testimonio de Hernando Ramírez, Miguel Ángel
Lugar de entrevista AGN
Fecha de la entrevista 06-10-2006
Investigadores: Jesús Díaz y Ponssy Alexis Javier
Proyecto: Voces de la Revolución de Abril
- Reunión de los oficiales Constitucionalistas en la Embajada de los EE.UU. (Sto. Dgo. 1965-04-27)
Hernando Ramírez, Miguel Ángel (HR). Yo bajé al Palacio Nacional, me quité el suero (estuvo en tratamiento médico por quebrando de salud), bajé en mi carro al Palacio Nacional, cuando estoy en las afueras,…el Capitán, el Coronel Veras, creo que era de esos, que él no recordaba eso, pero fue cierto, estaba afuera, me dijo: “Coronel, aquí no hay nadie”, se refería al Palacio Nacional, todos están en la Embajada Americana, yo le dije: “¿y haciendo qué?”, entonces él dijo: “Yo no sé”.
Desde ahí yo me dirigí a la Embajada Americana, no a asilarme ni a buscar a nadie, sino a ver qué pasaba con lo que se me había dicho, de que la gente nuestra estaba allá, ha habido confusión en cuanto algunas gentes, que unos han dicho que Caamaño fue el primero, que Molina Ureña fue el primero, lo que yo sí sé es que cuando yo fui del Palacio Nacional, cuando bajé no había nadie, cuando fui a la Embajada Americana, yo no era el jefe del movimiento, pero era parte del movimiento, porque no había la costumbre “Quítate tú para ponerme yo”, de ahí, personas que han tenido algunas diferencias, entre los mismos constitucionalistas, sobre acontecimientos que han sucedido posterior a guerrillas y a esas cosas donde uno camina, entonces hay una especie de confusión, todo el mundo dice una cosa, yo vi al Coronel Caamaño, aunque Claudio ha dicho que yo estaba allá, yo digo que no, que Caamaño llegó primero, aunque no estaba en un principio, otros, yo no sé cómo fue a parar por ese un asunto entre el Dr. Molina Ureña y el coronel Caamaño, que pasaron cosas que no estaban en mi alcance saber quién de ellos fue que produjo la situación de irse a la Embajada Americana dizque a tomar una conversación para parar el baño de sangre que estaba habiendo en el puente, no sé realmente de quien fue la decisión, lo que sí sé es, que todos estuvimos en la Embajada Americana, en un momento en que llegó el Embajador Americano, estaba en Estados Unidos cuando se produjo ese movimiento, entonces él llegó a la Embajada, y después de unas conversaciones, recuerdo que alguien dijo ahí, de que tenía en conocimiento de que en la Romana habían unos movimientos contra el Central Romana y esas cosas y que había un desorden allá, o sea, a mí me interesaba saber si realmente, para consumo mío, no para consumo del Embajador, que a la vez iba a saber lo que estaba pasando.
Claudio Caamaño ha dicho, que yo estaba llamando al Mayor de la Romana para decirle que no entregara armas cualquier cosa, eso es completamente incierto, yo conversé, cuando me dijeron “usted quiere conversar un Mayor allá a ver qué es lo que sucede”, yo dije: “¿Cuál es la situación ahí?”, entonces él me dijo, no aquí esta tranquilo, aquí no hay nada, ni le dije a el que entregara armas, ni que recibiera, ni nada yo no se Claudio Caamaño por diferencias que tiene ahora con Lachapelle y con Montes Arache, yo soy amigo de todos, pero no se a que viene que yo tenga que defender a los otros y a él no, yo estoy diciendo lo que hubo, lo que fue, la actitud de Caamaño y lo que fue, que fue muy valiente no se puede borrar por ninguna circunstancia diferencias que haya de criterios entre lo que pasó entre Caamaño, Montes Arache y Lachapelle, yo la desconozco pero hay un affaire entre ellos y Claudio Caamaño las tiene contra mí, porque él cree que el único macho del país es él, y así lo dijo en una entrevista que le hizo, en un libro que escribió Víctor Gómez Bergés, lo dijo en un testimonio que ofrecí, pero es que él se apasiona , él quiere involucrar a todo el mundo en eso, él hizo un buen papel, pero él no fue, el papel de Claudio Caamaño no se asemeja en algo que yo hice en ningún momento, él era un ayudante de Caamaño y nada más, nada más tuvo un papel, pero no fue más preponderante que el que yo jugué, tampoco quiero establecer comparaciones, pero sí llegar a la conclusión de que, volver a retomar el punto de decirle al Embajador cuando él llegó, él le dice al Embajador: “Mire, si usted cree que las Fuerzas Armadas nuestras constitucionales están derrotadas, están derrotadas, usted está equivocado, me hizo lo que ya estaban en la nación, lo que le había dicho, que en el Centro de Enseñanza, lo que había era política en estos momentos, con Wessin a la cabeza, que esos eran unos civiles vestidos de militar , ambiciosos, corruptos, sin entrenamiento, porque cuando yo sí estuve ahí como jefe, como subdirector y luego como director, sí se trabajaba y sí eran disciplinadas y capacitadas las tropas, eso se perdió cuando Wessin llegó ahí y lo que había era, creo que decía ahorita la palabra, un chernaje, que yo la interpreto esa palabra como una cosa sin… a lo loco , un desorden ,una fiesta permanente un… una ambición y una corrupción, que yo no creo que ni García Márquez tenga la capacidad con todo su talento, poder creativo de describir la maldad y la ambición y la bajeza de esa gente que nos combatieron a nosotros, entonces él dijo, cuando yo le dije que ellos no están para ir para eso: “Ah bueno, pues sigan combatiendo, entonces también, me secundó entonces el Coronel con el puño en frente, cerca de una pared, en esta forma se golpeaba su frente con el puño y la pared diciendo que esto era una vergüenza y que el Embajador estaba equivocado y que ellos irían a defender la patria, que no iban a vencer, de ahí yo fui primero…
Creo que fue con… con Espaillat Nanita, ahora no lo recuerdo, fue a la casa de él, hubo una reunión ahí muy breve, ya…
Jesús Díaz (JD). ¿Quienes se reunieron ahí?
HR. No lo recuerdo exactamente, pero creo que estaba Espaillat Nanita y el grupo de civiles que estaban en la Embajada, creo que estuvo… que tenía escrito cosas que no son ciertas y yo me fui a donde mi suegra, en Ciudad Nueva, donde inclusive había un comando, que fue en la …Arzobispo Portes, no la otra que le sigue abajo, José Gabriel García 89, ahí vivía mi suegra y yo me fui a arroparme ahí , entonces yo le había ordenado al Coronel, al capitán Lachapelle, que se lo había dejado al coronel Caamaño, previendo lo que podía pasar, le dije: “quiero ver al Coronel antes de irme”
Testimonio de Hungría, José
Lugar de entrevista Santo Domingo (AGN)
Fecha de la entrevista 29-09-2006
Investigador: Jesús Díaz
Proyecto: Voces de la Revolución de Abril
Estallido de la Revolución de Abril: Acciones en San Juan de la Maguana (San Juan 24-04-1965)
José Hungría (JH.) Me percato de esto en San Juan de la Maguana y estaba escuchando a Tribuna Democrática, y cuando escuchaba Tribuna Democrática, en vez de poner el himno del PRD, lo que salió fue el himno de la Marcellesa, lo recuerdo como ahora, tocaba el himno de la Marsellesa, acabó y volvieron a repetirlo, José Francisco Peña Gómez, lo hizo efectivamente fue para comunicarle al pueblo, que en el Campamento del kilómetro 28, si mal no recuerdo, había en ese Campamento un levantamiento militar, que lo encabezaba el Capitán Mario Peña Taveras, y que en su accionar había hecho preso al Jefe de Estado Mayor del Ejército y a su jefe, y que había puesto en libertad al Coronel Hernando Ramírez, a Álvarez Holguín, a Jovanny Gutiérrez, un paquete de coroneles constitucionalistas que estaban complotando y que los había puesto en libertad y que se habían sublevado ahí.
…nosotros tomamos en mi pueblo la vanguardia de la resistencia, nos ponemos en contacto con el señor Ernesto Rodríguez y a escondidas, o sea, tuvimos que escondernos, ir al clandestinaje toda la noche. El domingo por la mañana se apareció el señor Mario Viña Betances, acompañado del señor Hermógenes de la Cruz y me invitaron a que lo acompañara y nos trasladamos a Juan de Herrera, por donde está el Corral de los Indios, no había comunicación, las emisoras estaban suspendidas, y en Juan de Herrera colocamos el vehículo debajo de en un cable de alta tensión, le levantamos las antenas, y eso posibilitó que escucháramos informaciones desde Santiago, de las emisoras del Cibao, y ya, más o menos las nueve de la mañana, nueve y media (25 de abril) venía la información de que el Triunvirato había sido derrocado, que Donald Read Cabral estaba prisionero, y que las fuerzas constitucionalistas habían tomado el Palacio Nacional, esas eran las informaciones que pudimos manejar, captar ahí, a través del radio del vehículo del Señor Mario Viña Betances.
Decidimos trasladarnos a la ciudad otra vez, a San Juan de la Maguana, y cuando vamos entrando a la ciudad, no sé si fue Mario Viña o Hermógenes, no recuerdo cuál de los dos, pero uno de ellos me dijo: ¿Y qué tú vas a hacer? Entonces yo le dije: llévame a tal sitio, me llevaron ahí. Le digo: trasládame a otro sitio más y así hice tres o cuatro sitios, que le pedí. Me llevaron, hablé con compañeros del 14 de Junio, le dije de mi propósito, los invité que me acompañaran y ya en ese momento le pido que me lleven a Radio San Juan, que era la emisora principal y creo que era la única en ese momento, que la gerenciaba el Doctor Luís Pelayo González, cuando llego a la emisora, le digo al locutor Rafael Duval Díaz, que yo me iba a dirigir al pueblo, él era perredeista y yo lo sabía, y estuvo de acuerdo, pero para cubrirse en salud, me dijo que él quería que yo le permitiera comunicarse con el Doctor Pelayo González, para que diera su anuencia, y yo le dije que sí, que lo hiciera, pero que la emisora estaba tomada, o sea, que yo iba a usar la emisora de toda manera, entonces el Doctor Pelayo González asistió, estuvo de acuerdo y comenzó a transmitirse por la emisora, de que yo me iba a dirigir al pueblo, no pasaron 10 minutos de comenzarse a hacer ese anuncio, cuando se apareció Monseñor Tomás Reilly, Arzobispo, Obispo de la Diócesis de San Juan de la Maguana y que había participado en la lucha contra Trujillo, yo estuve preso en la cárcel “La Cuarenta” casualmente, sindicado, por decir, como la persona que hacía las coordinaciones de las reuniones conspirativas del Arzobispo, del Obispo Monseñor Reilly, entonces, cuando él se aparece en la emisora, me invita a que le diga lo que yo voy a decir, entonces yo me revelo, le digo que no, que cómo se le ocurría eso, que él sabía que yo había luchado por la libertad de mi país y que jamás yo me iba a someter a que él me cerciorara, que se sentara ahí y que escuchara, entonces él me decía que tenía el temor de que yo agitara la masa, le dije: no señor, yo no voy a hacer eso. ¡Pues tese tranquilo! ¡Siéntese! Y se sentó, pues nos llegó el momento de yo dirigirme al pueblo, me dieron los micrófonos y cuando iba más o menos a mitad del discurso, sucedieron dos cosas, se apareció el señor Ernesto Rodríguez, que era el Presidente de la juventud del PRD, a la emisora, y también apareció el Primer Teniente, Médico Odontólogo Emilio Artec Canarda, que era a la razón, el médico dentista del ejército, con un documento firmado por el Coronel Juan Esteban Pérez Guillén, donde le comunicaba al país y al pueblo de San Juan de la Maguana, que la tercera Brigada se adhería a la lucha de los constitucionalistas, ese documento yo lo leí, y sé que mandaron al Doctor Artec Canarda, quien después fue Diputado por el PRD, pues bien, en esa situación leo, como dije, el comunicado que firmaba el Coronel Juan Esteban Pérez Guillén, adhiriéndose a los constitucionalistas, adhiriendo la tercera brigada.
Desde ahí, desde ese momento me retiro, pero se produjo un enfrentamiento con el Obispo Reilly, Mario Viña Betances y Hermógenes de la Cruz, recuerdo que cuando salía de la emisora, Mario Viña Betances le hacía señalamientos y acusaciones duras a Monseñor, de agentes de la CIA, representante del gobierno norteamericano, en fin, cosas de esa naturaleza, y eso se propagó rápidamente en el pueblo y eso dio pie a la unidad de la Fuerza Reaccionaria, e inmediatamente, en la tarde se provocó una reunión en el departamento de Boy Scout, en San Juan de la Maguana y donde estaba el representante del Ejército y de la Policía, y allí lo instigaban a tomar acciones represivas contra las Fuerzas que se unían al Movimiento Constitucionalista.
Pues bien, en esa situación me tuve que trasladar a Elías Piña, al Cercado de las Matas de Farfán, a todos esos pueblos donde el 14 de Junio tenía representación y el PRD y comunicarles la situación en que estábamos embarcados, informarles que la revolución había triunfado, que tenía enemigos poderosos que conspiraban contra su desarrollo y que había que estar vigilante a los movimientos de esas fuerzas y en lo posible y en la capacidad que pudiéramos responderlo, ese fue mi accionar.
Jesús Díaz (JD.) ¿De qué fecha estamos hablando?
JH. Eso es al otro día, eso fue el 25, domingo, que se desarrollan todos esos acontecimientos, el lunes se abortaron las masas en el Parque Central, en el Francisco del Rosario Sánchez pidiendo participar en los acontecimientos, querían venir a la capital, yo mantenía la tesis de que no, que había que mantenerse en la ciudad unidos y que esas fuerzas, si se aglomeraban en la capital, lo que le iban a producir era poco margen de obra de movimiento a los constitucionalistas, porque ellos sabían que no había ni la cantidad de armas, pero un movimiento así, en ese inicio, el abastecimiento le iba a ser muy difícil, entonces yo mantenía la tesis de que esas fuerzas debían mantenerse en San Juan. Ya el lunes o el martes apareció uno de esos que son atronados, y cogió y tiró una arenga, el fin fue, que subió en tres camiones toda la masa que había ahí, todo el pueblo, y salió hacia la capital, bueno, fueron detenidas.
JD. ¿Eso es el mismo 25?
JH. No, como el 27, todavía debo señalar que el 14 de Junio no participa en la Revolución, habíamos miembros aislados, que por nuestra cuenta habíamos desobedecido a la dirigencia máxima, o sea, solamente los que tenían conocimientos, como Oscar Santana, que aparece por la relación que tenía con su padre Isidro Santana, que era un conspirador junto con el Doctor Peña Gómez, lo era este señor, Contreras, Genedón Contreras, Sucre Féliz, en fin, pertenecían a ese grupo, que eran conspiradores directo con Peña Gómez, por eso Oscar Santana es de los primeros del 14 de Junio que desobedecen la dirección máxima, y actúa aquí en la capital y yo allá, en San Juan de la Maguana. Bueno, pues de ese grupo que salió en los camiones, una gran parte fue hecho preso, otro huyó despavorido, que todavía no han vuelto muchos, hicieron familias por esos pueblos, por donde se quedaron, entonces yo me quedo en San Juan y sigo organizando la Resistencia.
JD. ¿Ninguno de ellos pudo llegar a la capital?
JH. ¿De ellos? Pudo ser que alguien llegara, no puedo asegurar, inclusive, un hermano de Alejandro Deñó Suero, que ese es “Chivú”, el comandante Chivú es quien lo detiene, que era Primer o Segundo Teniente en la Fortaleza de San Cristóbal, ese es el que dirigía en la operación contra ese grupo que se va a unir a los constitucionalistas aquí en la capital, pero con la fuerza o lo poco que quedó, nosotros comenzamos a trabajar clandestinamente, e informamos a la capital, de que estábamos en la actitud de resistir con las armas, cualquier acción de las fuerzas contrarias a las de la Revolución y le pedimos pertrecho, armas y un día se apareció Pedro Ciprián Rodríguez Suberví Alias “Popo”, primo hermano de Rafael Suberví Bonilla, en un vehículo de Obras Públicas, una camioneta Ford, en los interiores de la puerta, que eran unas puertas bastante grandes, llenas de armas en la camioneta, todas las armas que pusieron ahí se trajeron, y cuando él me comunica que tiene todas esas armas, que buscamos la forma de descargar la camioneta y nos trasladamos a la sección de Mogollón, busqué al señor Ernesto Rodríguez, que eran hermanos de padre coincidencialmente y me acompañó junto con el señor Pedro Ciprián Rodríguez Suberví (Popo), descargamos la camioneta Ford, que tenía unas iniciales de la Secretaría de Obras Públicas, me recuerdo que era color crema y esas armas las trasladamos a un cabaret que estaba cerrado, o sea, que no estaba activo, y tenía habitaciones, departamentos que facilitaban el escondite de esas armas y las escondimos ahí cerca de un sitio que le dicen Tenguerengue, así le decían al Cabaret “Cabaret Tenguerengue”, el señor Gregorio Rodríguez, padre de Pedro Ciprián Rodríguez Suberví y de Ernesto Rodríguez, ahí las escondimos, o sea, las desmontamos en Mogollón. Bueno, nos quedamos ahí a la espera de que se iban a enviar más armas y efectivamente, un día tengo la información, que el señor Pedro Ciprián Rodríguez Suberví (Popo), había sido hecho preso junto a Jorge Eyaime de los Santos, persona que tuvo preso conmigo en La 40 y en la Victoria en la lucha anti-Trujillista y amigos mío y vecinos que se aparecieron en un carro, porque el señor Jorge Eyaime de los Santos, era vendedor de la Casa Cerame y ese carro que era un Chevrolet de dos puertas estaba preparado para guardar dinero y mercancía en caso de que fuera asaltado porque transportaba cantidad de dinero de los cobros que hacía la Casa Cerame en la Región del Sur y no sé qué otras regiones más, en fin que el carro tenía un sobre piso y ahí venían las armas, el carro fue hecho preso junto con Jorge Eyaime y Popo como dije anteriormente, entonces permanecieron presos, eso fue viernes para sábado, pasó el sábado, a Popo lo despacharon, pero el señor Jorge Eyaime lo mantuvieron detenido, yo pasaba en forma sigilosa y un poco oscuro por donde estaba el patio de la policía, que era donde estaba parqueado ese vehículo y me percataba de que el vehículo estaba ahí y por eso más o menos tenía un control simple de las acciones de la policía y de la situación de preso Jorge Eyaime.
JD. ¿Porque no lo habían descubierto?
JH. Todavía no me doy cuenta de eso, es a la permanencia del vehículo ahí, es que yo me doy cuenta, o sea, concluyo o especulo, de que ellos no habían descubierto las armas en el carro, lunes o martes, que todavía el carro permanece detenido y Jorge Eyaime, me ingenio esta idea de buscar unos amigos que eran del Señor Salín Eyaime, padre de Jorge Eyaime, que era diputado de Unión Cívica, muy amigo y vecino de la policía y del Coronel, que si mal no recuerdo, era Isidoro de los Santos Brito, que murió en estos días, y a esos amigos yo le llevé la idea de que el señor Salín Eyaime, era un desconsiderado, una persona de poco afecto como padre hacia su hijo, porque teniendo las relaciones políticas y afectivas del Coronel, no había diligenciado la salida de su hijo, siendo esto, que yo entendía posible, pues esos señores amigos, se motivaron y se dirigieron donde Salín Eyaime y le expresaron lo que yo le había dicho, sin decirle que había sido yo, yo me puse al acecho de la reacción de mi maniobra y vi al señor Salín Eyaime, que pasó al cuartel de la policía e inmediatamente preparé un pequeño comando, para que si entregaban el vehículo pues desactivarlo de las armas, y efectivamente, hora y media más tarde, el carro lo estaban entregando y soltando a Jorge Eyaime y cuando él llegó a su casa con el vehículo, ahí mismo yo mandé una persona para que él le entregara la llave del vehículo, para desactivar las armas, él entregó la llave, nos llevamos el vehículo hacia la finca del señor Niño Oviedo, que la gerenciaba su hijo Fernando Oviedo, quien hace poco era Síndico de la Común de San Juan de la Maguana y ahí desactivamos el vehículo, le sacamos las armas y se lo entregamos al señor Jorge Eyaime para que se dirigiera aquí a Santo Domingo y hacia la empresa, que era la propietaria del carro, esa operación tuvo éxito, porque la hicimos con una rapidez que no le dimos tiempo a los servicios de inteligencia a prepararse, a hacer los aprestos para seguir el carro, fue una cosa relampagueante, o sea, que cuando vinieron a reaccionar los Servicios de Inteligencia, ya el carro estaba desactivado.
JD. ¿Pero se llegaron a enterar de que en el vehículo había armas?
JH. No, no, la Fuerza Militar no, después es que ellos se dan cuenta, después sí viene la reacción, la reacción viene cuando yo encabezo el primer levantamiento, que se produce en la Revolución del primer levantamiento armado, que culminó con el asalto al Cuartel de Sabaneta, en San Juan de la Maguana, que es por donde está la Presa de Sabaneta.
JD. ¿Asaltaron ese cuartel?
JH. Asaltamos ese cuartel, lo tomamos sin tirar un tiro, pero se produjeron ya dentro del cuartel el incidente que no estaba previsto, entre compañeros y los guardias, que rompió el control de la acción y por lo cual, yo tuve que ordenarle retirada a mis compañeros combatientes, esa acción fui yo que la comandé.
JD. ¿Abandonaron entonces el cuartel?
JH. Si.
JD. ¿Pero se lo devolvieron a los soldados?
JH. No, porque ellos estaban fuera del cuartel, lo que nosotros dejamos fue el espacio del cuartel, porque ellos comenzaron a dispararnos y la función de nosotros no era fajarnos a tiro, era tomarlo y usarlo como rehén y hacer que su compañero fuera en su auxilio, y entonces preparar un acción donde nosotros quedáramos con el control del cuartel y la mayor cantidad de armas, para entonces continuar la lucha, ya nuestros propósitos no eran posibles, porque nos retiramos.
JD. ¿Qué acción fue que se produjo, que los llevó a tomar la decisión de retirarse?
JH. Oh, un enfrentamiento cuerpo a cuerpo, de compañeros nuestros con los guardias, compañeros que desobedecieron las órdenes, no cumplieron las órdenes, se pasaron del sitio donde debían estar y eso trajo enfrentamiento cuerpo a cuerpo entre los militares y se armó un caos, los guardias aprovecharon la circunstancia y escaparon hacia el monte y desde allá comenzaron a dispararnos hacia el cuartel, o sea, que nosotros quedamos en posición, ahora la posición que nosotros debíamos tener, la han ocupado los guardias y son los que entonces nos están atacando.
JD. ¿Cuando ustedes penetran, toman el cuartel, no recogen las armas?
JH. No hubo tiempo, porque nosotros entramos sin los guardias darse cuenta, nosotros entramos disfrazados, entró un grupo pequeño de dos personas, dos personas entraron al cuartel y nosotros nos íbamos a quedar rodeando el cuartel y dando voces de que éramos una fuerza poderosa y que teníamos el dominio militar del cuartel, pero no ocurrió así, cuando penetraron, penetró principalmente un compañero que ya yo dos o tres veces le había dicho que se quedara atrás en la retaguardia, pero era muy nervioso y cuando caminábamos un trecho ya él iba en la vanguardia y yo tenía que parar el movimiento, el avance de las tropas y volverle a recomendar que volviera a su sitio, pero que va, yo me daba cuenta que era una persona muy nerviosa y no tenía control de su estado emocional.
JD. ¿Por dónde ustedes suben?
JH. Nosotros entramos precisamente, las armas estaban en la finca de Niño Oviedo, que eso está en un sitio que le dicen Mogollón, ahí en ese intermedio está la finca, que está como a cinco o seis kilómetros del pueblo y desde ahí partimos hacia los predios de la carretera de Juan de Herrera, por el monte, y tomamos, entonces esa parte donde le dicen Río Arriba del Norte, la Parte Sabaneta, que por ahí es que nace Río San Juan.
Testimonio de López, Aníbal
Lugar de entrevista Pedro Brand, Santo Domingo
Fecha de la entrevista 11-04-2007
Investigador: Pedro de León C.
Proyecto: Voces de la Guerra de Abril
Encuentro con Montes Arache
Aníbal López (AL.) El 26 en la noche (abril 1965) tomamos a la Marina y los Hombres Rana pasaron en dos remolcadores que ellos tomaron militarmente, lo tomaron y pasaron de este lado, hacia donde Montes Arache fue el encuentro y nosotros con ellos, donde está el comando que era el Puerto de Santo Domingo, ahí tomamos el Puerto y nos juntamos todos, y ahí ya Montes Arache, ya comienza Montes Arache a lo que se llama un líder militar, porque cuando estalla la guerra, estábamos limitados y además sucede, que tenía su tropa y Montes Arache era de la Marina y prácticamente los barcos que estaban con nosotros, apoyando el movimiento, algunos de ellos se fueron a Puerto Rico, por ejemplo, la Fragata Mella y algunos barcos emigraron hacia fuera y algunos también se integraron, pero no con tropas, algunos oficiales de la Marina. Entonces, el único oficial de la Marina que se integra con tropas es precisamente el Coronel Montes Arache, porque en verdad él nos dirigía y nosotros prácticamente hicimos un líder militar, eso fue el Coronel Montes Arache.
Testimonio de Lozano González, Manuel
Lugar de entrevista: Nizaíto, San José de Ocoa
Fecha de la entrevista 17-02-2007
Investigador: Pedro De León C.
Proyecto: Voces de la Guerra de Abril
Manuel Lozano González (MLG.) Resulta que estalló la Revolución, y muchos Marinos, ya no había transporte, no querían coger el malecón y entonces subíamos por la Independencia, que pasaba frente a Radio Patrulla, para reportarse, para llegar a la Base como fuera, a su Base Naval, y cuando pasaban, que le preguntaban por qué iban vestidos de civil, ellos decían que no, que eran militares, que eran de la Marina de Guerra ¡No, tránquelo mientras se averigua! Y los fueron trancando en un cuartito que estaba vacío, al lado del Departamento Médico. El Departamento Médico y Odontológico estaba en el mismo salón, y el de al lado, algunas veces lo utilizaban como una especie de venta de cosas, de refresco, de dulce, pero estaba vacío, entonces los fueron metiendo ahí, como detenidos en lo que se investigaba, porque resultaban sospechosos y ya la Revolución había estallado.
Fue entonces cuando vino el anuncio de que se iba a tomar a Radio Patrulla, entonces Radio Patrulla tenía una pared muy alta, debía tener más de ocho o nueve pie de altura, rodeada, Radio Patrulla, entonces se rodeó con militares armados, todas las paredes de Radio Patrulla, y hubo un momento de mucha tensión, ha sonado un tiro, pusieron un sargento a cuidar los presuntos presos que estaban ahí, que eran marinos y que no andaban en nada malo, que son gentes que querían reportarse a su lugar de trabajo, y el tipo los ametralló a todos, y murieron 47 personas, a mí me tocó…(se compunge), todavía, es difícil, fue duro ese momento, déme un momentito…, en ese momento nosotros mandamos a buscar todo lo de Radio Patrulla, para llevarlos para el Marión, los que estaban vivo, los que estaban gritando, los que estaban ahí preso, yo me recuerdo que los metíamos en el baúl de los carros de Radio Patrulla, pues los trasladamos a todos, y recuerdo que el conteo final fue 47 muertos, creo recordar que fueron 47 muertos entre los heridos que murieron en el hospital y los que murieron en ese acto.
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