Los votantes haitianos tienen, el próximo domingo, una cita con las urnas. La segunda vuelta de las elecciones presidenciales es un crucial evento político que ya siente las repercusiones del regreso al país de Jean-Bertrand Aristide.
El que fuera presidente de la nación caribeña en dos ocasiones puso fin a siete años de exilio en Sudáfrica al desembarcar este viernes en su país, en un momento político trascendental.Sin embargo, asegura, no pretende influir en las elecciones del domingo, donde se enfrentan la ex primera dama Mirlande Manigat y el cantante Michel Martelly.
El partido de Aristide, Fanmi Lavalas, sufrió la prohibición de participar en las actuales elecciones, aparentemente debido a errores técnicos en los formularios de inscripción.
Estados Unidos está preocupado de que la llegada de Aristide genere aún más inestabilidad en ese país, que sufre las consecuencias del terremoto del año pasado, la posterior epidemia de cólera y un proceso electoral cuestionado.
Esperanza
Fuente de esperanza para muchos, una incómoda piedra en el zapato para la vieja elite adinerada del país, su vuelta a tierras haitianas trae inevitablemente a la memoria el año 2004, cuando fue derrocado por un levantamiento armado: tiempos turbulentos que muchos preferirían dejar atrás.Aristide es un ex sacerdote de la Iglesia Católica, prominente figura de la corriente izquierdista de la Teología de la Liberación, que se hizo famoso en la década de 1980 con sus fieros discursos contra el entonces gobernante de facto Jean-Claude "Baby Doc" Duvalier.
Las expectivas se dispararon cuando el gobierno le emitió un pasaporte en febrero.
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Primer presidente democrático
Jean-Bertrand Arístide nació en 1953 y fue educado en una escuela católica y después en el seminario. Fue ordenado sacerdote en 1982.Se unió a la Teología de la Liberación, movimiento que defiende que la Iglesia debe involucrarse más con problemas sociales.
Con su oratoria se ganó a los pobres y luchó por la democracia y contra el gobierno de facto de Jean Claude Duvalier.
Pero sus posturas políticas y el creciente apoyo que fue cosechando entre los haitianos, molestaron a la elite de ese país. Sufrió numerosos intentos de asesinato en los 80.
En 1990, Arístide ganó por primera vez los comicios. Se convirtió así en el primer presidente democráticamente elegido en esa nación.
Duró sólo unos meses, pues el 29 de septiembre de 1991 fue derrocado en un golpe militar. Se exilió en Estados Unidos donde hizo campaña contra los nuevos gobernantes haitianos.
Primer regreso
Sus esfuerzos dieron sus frutos cuando volvió al poder en 1994, luego de que los militares fueran forzados a salir del gobierno por la presión internacional, y con la ayuda de 20.000 tropas, la mayoría estadounidenses.Pero al entonces ya ex sacerdote se le prohibió presentarse para un segundo mandato consecutivo en 1995. No obstante, en las elecciones de 2000 volvió a ganar.
Con los los grupos de oposición boicoteando el proceso, su partido obtuvo el 80% de los escaños tanto en el parlamento como en las corporaciones locales.
Al entonces ya ex sacerdote se le prohibió presentarse para un segundo mandato consecutivo en 1995. No obstante, en las elecciones de 2000 volvió a ganar
El segundo mandato de Arístide pronto se vio envuelto en un estado permanente de crisis política, social y económica.
Crisis
El presidente no consiguió terminar con las divisiones políticas internas y tampoco logró que su país dejara de ser el más pobre de América.Antiguos miembros de las Fuerzas Armadas fueron acusados de orquestar un intento de golpe en 2001.
Las protestas contra su gobierno ganaron frecuencia e intensidad desde finales de 2003, hasta que en 2004 se enfrentó a una sangrienta rebelión y la presión de Estados Unidos y Francia.
Por segunda ocasión, Aristide partió al exilio, esta vez a Sudáfrica, desde donde regresó el viernes y se prevé que siga jugando un papel clave en la política de su nación.
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