En Costa de Marfil, Naciones Unidas estima que más de un millón de personas han abandonado sus hogares en los últimos cuatro meses. Mientras, en Libia, la cifra de refugiados es de 350.000 en un mes y medio de conflicto.
La ONU señala que, al igual que en Libia, en el país subsahariano ha muerto un alto número de víctimas a causa de la violencia política, -al menos 462- y que se han producido bombardeos contra la población civil, como el de la semana pasada sobre un mercado, que dejó al menos 25 muertos y que fue calificado por esta organización como un "crimen de guerra".
Por estas similitudes, la comparación entre la respuesta internacional a una y otra crisis indigna a muchos en el continente africano.
Algunos de los líderes de los países vecinos a Costa de Marfil pusieron en cuestión que la comunidad internacional recurra a la fuerza en Libia pero no en este caso, durante una reunión la semana pasada el bloque regional de países de África Occidental, Ecowas por sus siglas inglesas.
"Doble rasero"
DATOS SOBRE COSTA DE MARFIL
- Es el mayor productor mundial de cacao.
- Aclamado una vez como un modelo de estabilidad, el país se vio inmerso en varios años en las luchas internas tras la muerte de su primer presidente, Félix Houphouet-Boigny, en 1993.
- Una rebelión armada en 2002 dividió el país entre el norte rebelde y el sur controlado por el gobierno.
- Un acuerdo para compartir el poder logró el establecimiento de un gabinete en 2007 con un ex líder rebelde como primer ministro.
- En 2010 se efectuaron las primeras elecciones presidenciales en diez años como culminación de un proceso de paz
"Esto no es nuevo", señala Mbuyi Kabunda, un investigador congoleño del Instituto de Derechos Humanos de Estrasburgo. "Recuerden que tampoco se hizo nada para evitar el genocidio en la región de los grandes lagos africanos a mediados de los noventa".
Kabunda opina que la decidida intervención militar de la coalición en Libia se debe al petróleo que yace en este país.
Costa de Marfil también produce una pequeña cantidad de petróleo pero su importancia radica en sus plantaciones de cacao, que la convierten en el primer productor del mundo.
Sin embargo, Kabunda señala que eso no es suficiente para despertar el interés internacional.
Otro analista, el marfileño Jean Arsene, ironiza sobre la menor importancia del cacao marfileño respecto al crudo libio. "Occidente puede vivir sin nuestro cacao pero no sin su petróleo".
Cascos azules
Lo cierto es que en Costa de Marfil sí hay una presencia de tropas internacionales.Los países de África Occidental han pedido que el Consejo de Seguridad de la ONU refuerce su papel en el conflicto.
La violencia en Costa de Marfil se desató a principios de diciembre después de que el presidente Laurent Gbagbo, en el poder desde el 2000, se negara a admitir su derrota en las elecciones.
La comunidad internacional, encabezada por Francia, antigua metrópoli, y Estados Unidos, ha ordenado a Gbagbo su renuncia y ha respaldado a su adversario, Alassane Ouattara, quien ha formado un gobierno paralelo.
El presidente de EE.UU., Barack Obama, y su homólogo francés, Nicolas Sarkozy, han declarado repetidas veces que Gbagbo debe irse.
El Consejo de Seguridad de la ONU impuso este miércoles, a propuesta francesa, sanciones relativas a la congelación de activos bancarios y prohibición de viaje a los miembros del cículo de cercano a Gbagbo.
La resolución de la ONU se dio a conocer solo horas después de que las tropas leales a Ouattara avanzaran desde el norte sobre la capital, Yamoussoukro, en el centro del país. Las fuerzas de Gbagbo retienen en el sur el control del centro comercial del país, Abiyán.
Kabunda cree que lo más acertado que puede hacer la comunidad internacional es desarmar a las fuerzas de uno y otro bando y procurar la reunificación del país.
Por su parte, el marfileño Arsene, que reside temporalmente en Madrid y es profesor en una universidad de Abiyán cerrada desde que comenzaron los enfrentamientos, lamenta la pasividad de los cascos azules.
Sospecha que el ímpetu de la ofensiva de las fuerzas de Ouattara se debe a que están siendo armadas por Occidente.
"Obama se refirió el martes a la posibilidad de armar a los rebeldes libios. No me extrañaría que esa misma estrategia, una guerra por delegación, sea la seguida en Costa de Marfil".
Arsene, preocupado por la situación de su familia en el país, cree que Costa de Marfil se ha adentrado en el peor de los escenarios posibles.
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